Comenzamos el segundo trimestre del año con una nueva
entrada relativa a lo que con el tiempo hemos bautizado como “la movida villalbina”. En esta entrada traté de abordar el paso desde la cima del éxitodel fenómeno, al descenso hasta lo que hoy es la noche en nuestro pueblo. ¿Qué
pasos se dieron en este viaje por el precipicio?
Fue el mes de abril el mes en el que saltó la que
posiblemente sea la noticia del año en nuestro pueblo. Sin ir en el programa
electoral, el PP se sacó de la chistera un “conejo” en forma de reforma
integral de La Plaza de los Belgas. Una decisión que ha levantado un gran
revuelo, pues son muchos los que opinan que una reforma de ese calado y coste
no es necesaria, que con arreglar el suelo y reponer el mobiliario urbano es
suficiente. Podemos estar ante el gran error que haga pasar a la posteridad al
actual equipo de gobierno municipal, una obra que además pone en peligro uno de
los pilares económicos de nuestro municipio, el mercadillo.
Cerramos el mes con una nueva entrada relativa al fenómeno
de “La movida”. En este caso la entrada era una visión a través de la cual
argumento los motivos por los cuales en mi opinión el fenómeno no podrá
repetirse por más que la nostalgia nos invite a creer que pueda ser posible.
Demasiados factores en contra para que se pueda volver a dar la situación que
propicio aquellos maravillosos años.
La primera entrada de mayo fue para presentar los resultados de la pequeña encuesta que lleve a cabo para conocer la impresión de los
vecinos al respecto de la reforma de La Plaza de los Belgas. Al final mi
postura iba en la línea de lo que expresaban una gran mayoría de vecinos.
Arreglos si, reforma integral no.
Y seguimos analizando factores por los que la movida empezó a debilitarse en nuestro pueblo. La mejora de las comunicaciones propicio que
muchos decidiesen ampliar horizontes hacia otros lugares de Madrid mientras
Villalba perdía empuje como “Villa de Vacaciones” para convertirse en “Ciudad
Dormitorio”.
A finales de junio llegó la tradicional entrada relativa a
las fiestas de San Antonio de Padua. Unas fiestas que llegaban con un programa
un poco más interesante que el fiasco del año anterior, aunque con una novedad
importante sobre la esencia de las mismas. Por primera vez en su historia había
Mayordomos del Barrio de la Estación. Sea por la entrada de sangre nueva o por
un mayor interés por parte del ejecutivo municipal, este año las “Fiestas del
Pueblo” han gozado de mayor éxito que el año anterior.
Y entre las diversas entradas festivas se coló un sondeo de intención de voto con el que pretendí palpar el sentimiento del electorado
villalbino. ¿Han cuajado en nuestro pueblo las candidaturas de los nuevos
partidos? ¿Seguirá el desgaste de los partidos tradicionales? ¿El inédito
“Vecinos por Collado Villalba” es ya conocido por estos y representa una opción
de representación?
Sin alcanzar una participación que pueda ofrecer datos
irrefutables, el sondeo nos ofreció unos resultados que ponen a las claras que
salvo cataclismo, tras el mes de mayo volveremos a tener un Ayuntamiento con la
representación muy dispersa y alejada de las mayorías absolutas que tanto daño
le hicieron en el pasado. Esperemos que la dispersión de fuerzas no lleve
asociado el bloqueo o parálisis institucional.
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