jueves, 13 de junio de 2024

Malos vendedores

 Hay infinidad de temas que podría abordar en el blog, pero permítanme que me pare en uno qué ha surgido a raíz de una conversación que mantuve con una amiga.

Se trataba de un pequeño debate sobre la comparación entre las dehesas de Villalba y Las Rozas, y pensé que la mejor manera de poner negro sobre blanco en tal debate era recurrir a la información que nos pudiese dar internet. Se trataba de saber cuál era la extensión más grande, si la de Villalba o la de Las Rozas, ya que a mí me parecían muy similares, aunque por por vegetación uso y otros factores sean muy distintas.

Saben que siempre me he quejado de que el Ayuntamiento de Villalba además de hacer poco lo vende muy mal, que falla muchísimo en comunicación. Y precisamente para dar respuesta a la duda con la iglesia topamos. Así como nos resultó muy fácil encontrar la extensión que ocupa la dehesa de Las Rozas, no nos fue tan fácil encontrar la extensión de la nuestra, ya que nos encontramos con unas cifras muy dispares que iban desde las 130 hectáreas hasta las 20. Fíjense qué disparate.

Y más cuando curiosamente nos encontramos con una página web oficial o apartado de página web del ayuntamiento muy actual, en la que se nos vendían una serie de actuaciones sobre la misma. Básicamente la colocación de carteles informativos sobre la flora y fauna autóctona. ¿Cómo podían afirmar que el perímetro de la Dehesa Boyal de Collado Villalba es de 3.2km? Llevo más de 20 años dando vueltas y más vueltas a la citada Dehesa acompañado de un reloj GPS o aplicación para móvil. ¿Quién se equivoca? ¿Sigma?, ¿Polar?, ¿Garmin?, ¿Endomondo?, ¿Wikilock? o ¿nuestro Ayuntamiento?

Evidentemente la tecnología tiene un margen de error, pero nunca tan elevado. Así que me puse a indagar que parte de la dehesa era la medida y no tardé en descubrirlo. La medición efectuada por los responsables de la página web era por el circuito saludable, si bien por la zona más interior y metiéndose por la valla de piedra a la altura de la zona de los parques.

Llegados hasta tal punto, la extensión era lo de menos. No me importaba si era más grande la de Villalba o la de Navalcarbón.  Si la de Villalba tiene encinas y la de Las Rozas tiene pinos, eso era lo de menos. En ese momento lo que cobraba importancia era que el Ayuntamiento se ha gastado un buen dinero público en dar a conocer nuestra dehesa llenándola de cartelitos informativos de fauna, flora y otras curiosidades, sobre su uso, Historia y otras curiosidades.



Pero nuevamente nos venden mal el producto. ¿Por qué se descuenta ese importante espacio de la dehesa? ¿por qué se ignora ese espacio por el que corre el Arroyo de la Poveda? ¿o el espacio donde están gran parte de los árboles más majestuosos de nuestro municipio identificados incluso con una chapita? Para mí esa área de la dehesa es muy importante, casi tanto y más que el otro que prácticamente se reduce a pasto y poco más. Sí que es cierto que es donde están las vacas la mayoría del tiempo, pero la dehesa es un conjunto muy valioso y no entiendo cómo el ayuntamiento gasta un dinero público en tratar de poner en valor uno de sus principales activos y lo hace tan rematadamente mal.


Nuevamente fallan en comunicación y como he dicho en más de una ocasión no se trata de editar muchos folletos o de que el concejal de turno asista una vez a la semana a soltar su discurso plagado muchas veces de desconocimiento y sin contenido. Y en este caso había contenido, mucho, muy rico variado e interesante para una gran cantidad de vecinos. Pero parece ser que los intereses de nuestros políticos son otros como en tantas y tantas ocasiones.

Coño, si es que venden peor que Laporta.



miércoles, 5 de junio de 2024

Bálsamo de olvido

 

Pues sí, estoy de vuelta. No sé si será un paso efímero o si por el contrario volveré a encontrar un punto de motivación para seguir dándole continuidad al asunto, algo bastante difícil. No hay más que ver la cantidad de perfiles de blogs y de RRSS que han surgido desde finales de aquel 2006 y los que quedamos por aquí.

Pero lo cierto es que seguir viviendo en Villalba y sentir como propias las heridas que se le infringen en casi todos los ámbitos, hacen que de vez en cuando se reactive la vena rebelde que uno lleva dentro a pesar de los pesares.

Y hoy traigo a colación una de memoria, de la frágil memoria que tenemos. ¿Recuerdan que este invierno tuvimos un par de graves accidentes de tráfico que acabaron con atropellos incluso con víctimas mortales? La mayoría seguro que ya lo habrán olvidado, aunque por proximidad en el tiempo también habrá gente que lo recuerde. Mucho más difícil será que recuerden otro percance de  consecuencias mortales  en el “Camino del Molino” hace unos cuantos años más.

Así que a nuestros políticos les sale muy barato calmar nuestras heridas con “bálsamo de olvido”, pero lo cierto es que Collado Villalba hace tiempo que se convirtió en el aspecto circulatorio en una ciudad peligrosa. ¿Se acuerdan de cuando “cascaron” los semáforos de la Calle Real? ¿Recuerdan desde cuando tenemos uno provisional en un enclave tan importante como El Zoco? ¿Cuál ha sido la solución? Aplicarnos bálsamo de olvido. ¿Qué solución se ha dado tras los atropellos de este invierno? Pues mucho me temo que más de lo mismo.

Ya sé que me van a decir que se han puestos refuerzos de señales verticales luminosas en algunos pasos de peatones, pero basta darse una vuelta para ver como algunos están casi tapados por los árboles que ahora lucen más esplendorosos que en el invierno cuando eran cuatro ramas desnudas. Pero es que hay más, algunos ya no lucen, al más puro estilo de los que se colocaron en Batalla de Bailen y Honorio Lozano cuando se inauguró el famoso túnel. Ah, que seguramente ni se hayan dado cuenta de tal circunstancia. ¿Recuerdan cuando fue la última vez que vieron iluminado uno de los modelos como el de la foto que ilustra la entrada? Más “bálsamo de olvido”.

Y como hoy me he levantado con ganas de ser una “dermatitis atópica” en la fina piel de nuestros dirigentes políticos, les voy a atizar un “picotazo de recuerdo” de cuando recogí firmas para la mejora de la seguridad de un paso de peatones tan importante como el de Honorio Lozano recogí firmas para la mejora de la seguridad de un paso de peatones tan importante como el de Honorio Lozano, con una academia de baile a sus puertas equivalente a una salida de colegio y donde por supuesto, el paso de peatones ni tan siquiera se ilumina. Un paso donde hay una cámara de vigilancia que apunta a sabe Dios donde, porque los cambios de sentido a las puertas del túnel se siguen sucediendo. Un ejemplo claro de que la desidia es máxima entre los dirigentes de nuestro pueblo y que les importamos un pimiento, algo ante lo que no deberíamos callar y más tras haber tenido accidentes con sangre tan recientes.