miércoles, 5 de junio de 2024

Bálsamo de olvido

 

Pues sí, estoy de vuelta. No sé si será un paso efímero o si por el contrario volveré a encontrar un punto de motivación para seguir dándole continuidad al asunto, algo bastante difícil. No hay más que ver la cantidad de perfiles de blogs y de RRSS que han surgido desde finales de aquel 2006 y los que quedamos por aquí.

Pero lo cierto es que seguir viviendo en Villalba y sentir como propias las heridas que se le infringen en casi todos los ámbitos, hacen que de vez en cuando se reactive la vena rebelde que uno lleva dentro a pesar de los pesares.

Y hoy traigo a colación una de memoria, de la frágil memoria que tenemos. ¿Recuerdan que este invierno tuvimos un par de graves accidentes de tráfico que acabaron con atropellos incluso con víctimas mortales? La mayoría seguro que ya lo habrán olvidado, aunque por proximidad en el tiempo también habrá gente que lo recuerde. Mucho más difícil será que recuerden otro percance de  consecuencias mortales  en el “Camino del Molino” hace unos cuantos años más.

Así que a nuestros políticos les sale muy barato calmar nuestras heridas con “bálsamo de olvido”, pero lo cierto es que Collado Villalba hace tiempo que se convirtió en el aspecto circulatorio en una ciudad peligrosa. ¿Se acuerdan de cuando “cascaron” los semáforos de la Calle Real? ¿Recuerdan desde cuando tenemos uno provisional en un enclave tan importante como El Zoco? ¿Cuál ha sido la solución? Aplicarnos bálsamo de olvido. ¿Qué solución se ha dado tras los atropellos de este invierno? Pues mucho me temo que más de lo mismo.

Ya sé que me van a decir que se han puestos refuerzos de señales verticales luminosas en algunos pasos de peatones, pero basta darse una vuelta para ver como algunos están casi tapados por los árboles que ahora lucen más esplendorosos que en el invierno cuando eran cuatro ramas desnudas. Pero es que hay más, algunos ya no lucen, al más puro estilo de los que se colocaron en Batalla de Bailen y Honorio Lozano cuando se inauguró el famoso túnel. Ah, que seguramente ni se hayan dado cuenta de tal circunstancia. ¿Recuerdan cuando fue la última vez que vieron iluminado uno de los modelos como el de la foto que ilustra la entrada? Más “bálsamo de olvido”.

Y como hoy me he levantado con ganas de ser una “dermatitis atópica” en la fina piel de nuestros dirigentes políticos, les voy a atizar un “picotazo de recuerdo” de cuando recogí firmas para la mejora de la seguridad de un paso de peatones tan importante como el de Honorio Lozano recogí firmas para la mejora de la seguridad de un paso de peatones tan importante como el de Honorio Lozano, con una academia de baile a sus puertas equivalente a una salida de colegio y donde por supuesto, el paso de peatones ni tan siquiera se ilumina. Un paso donde hay una cámara de vigilancia que apunta a sabe Dios donde, porque los cambios de sentido a las puertas del túnel se siguen sucediendo. Un ejemplo claro de que la desidia es máxima entre los dirigentes de nuestro pueblo y que les importamos un pimiento, algo ante lo que no deberíamos callar y más tras haber tenido accidentes con sangre tan recientes.

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