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Mercado de Las Cigüeñas |
Con la cabalgata de reyes se pone punto y final a las
fiestas navideñas, unas fiestas navideñas que uno no sabe muy bien como
catalogar pues, si bien no han sido como las de antaño, sí que es cierto que
han recuperado parte del terreno perdido el año pasado a pesar de Omicron.
Así pues, podríamos hacer un breve esbozo de lo que hemos
vivido estos días en los que los ayuntamientos tienen una actividad frenética
por preparar actividades y en los que saben que están expuestos a la lupa de
todos sus vecinos y más desde que hace unos años se abriese la veda de ver
quien pone las luces más bonitas y originales, en una competición al más puro
estilo “a ver quien la tiene más grande”. En este caso, está claro que Collado
Villalba esta fuera de concurso o si me apuran, es que ni se presenta. Pero de
eso ya hablé suficientemente a finales de año.
Pero la Navidad es algo más que unas luces adornando las
calles. Y es que me temo que con los años va cambiando la perspectiva que uno
tiene de estas fechas, pero lo que es peor, me temo que las nuevas generaciones
habrán perdido totalmente esta en no muchos años.
Hace unos días, el perfil de Facebook “Orgullo Villalbino” que nos obsequia con su
archivo fotográfico de imágenes de antaño, nos mostraba algunas fotos de cómo
se vivían las Navidades hace treinta años por estos lares. Nos enseñaba la
imagen de un Mercado de Las Cigüeñas con sus puestos engalanados y sus
dependientes disfrazados y una foto grupal de todos los que allí trabajaban en
esos días y el ambiente de camaradería existente. Hoy no queda prácticamente nada
de aquellos tiempos y como ya dije un día, era desolador ver la Calle Real
desierta, con su comercio cerrado y sin ningún ambiente en la tarde de un
sábado a las puertas de los días claves.
Será que me puede la nostalgia del niño que solo recibía
juguetes una vez al año después de ir a ver la exposición que montaba el Grupo
de Empresa de MADE para que sus majestades pudieran abastecerse de cara a
satisfacer las necesidades de los más pequeños.
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Mercado de Las Cigüeñas |
Pero es que me temo que la batalla de recuperar la ilusión
de estas fechas es algo casi imposible cuando desde hace años la sociedad ha
renunciado a ello. Vale que estamos en una sociedad aconfesional, pero la
tradición cristiana lleva entre nosotros cerca de dos mil años se quiera o no.
No seré yo quien imponga los preceptos del cristianismo a quienes no estén interesados
en él, pero me parece un grave error querer cepillárselos de un plumazo.
Y es que ver que en todo nuestro pueblo no se ha visto prácticamente
ninguna señal de las Navidades auténticas me ha dejado meditando un poco. ¿Tanto
costaba poner alguna estrella más allá de la tristona que hemos tenido en las
inmediaciones de la parroquia de la Santísima Trinidad? Supongo que alguna otra
se habrá puesto en las inmediaciones de los otros templos, pero se ponen de tal
forma por aquello del “no molestar”, que pasan desapercibidas.
Y es que eso de que “se prohíban” las actividades
referenciadas a la Natividad en los talleres y actividades extraescolares y a
cambio nos quedemos con todo el envoltorio comercial, pues como que no me
llena, a mí no me llena.
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Imagen de la Cabalgata 2022 |
Continuara…