"Hace unos años, me dieron la oportunidad de acercarme a los micrófonos de una emisora de radio por primera vez, algo que para una persona con vocación frustrada de periodista y que se levanta cada mañana a golpe de la corneta radiofónica gracias al programa despertador de turno y que se acuesta mecido por esas últimas noticias que llegan a las redacciones de informativos, es todo un lujo.
Y es que la
radio ha formado siempre parte de mi vida e indefectiblemente, muchos de mis
recuerdos van unidos a ella. Levantarse cada mañana para ir al colegio
escuchando “La Saga de los Porretas”, ayudar a mi padre en sus tareas bajo los rigores
del verano escuchando como “El Súper 1” recorría
todas las playas de España. Vibrar con los partidos del Villalba imaginándome
los triples y mates de Michel y McDonalds. Subir las montañas del Tour de
Francia empujando a Perico Delgado. Y ya más mayor el escuchar el “Arús con
Leche” camino de la universidad y tantos y tantos otros programas en el ir y
venir cotidiano del trabajo a casa.
Y es que a
pesar de todos los avances de las nuevas tecnologías, la radio sigue ahí. Sigue
siendo nuestros ojos para contarnos las noticias a las que damos forma con
nuestra imaginación. Tiene la inmediatez de internet, pero no se encuentra tan
contaminada como esta, ni tan prostituida al resultado inmediato de las
audiencias de las cadenas de televisión.
Hace unas
semanas recibíamos con zozobra la triste noticia de la desaparición del
periódico decano de la comarca y que no llegaba sola ya que se sumaba a las
desapariciones años atrás de otros periódicos de papel y de las cadenas de
televisión locales. Era sentir que nos tapaban los ojos y sellaban nuestra boca.
Siempre es una
triste noticia el ser testigos de la defunción de un medio de comunicación,
pues en cierto modo, morimos todos un poco con él. ¿No han sentido una
sensación de vacío cuando una emisora prolonga su silencio en las
desconexiones?
Por ello, la
llegada de la programación local de la Cadena Ser, no puede ser más que un motivo de alegría,
pues recuperamos parte de esa vista y oído perdidos anteriormente. Y permítanme
mi agradecimiento a quienes me dan la
oportunidad de ser testigo directo del alumbramiento de este nuevo medio y ser
por unos minutos sus ojos una vez por semana."