Finalmente, la pantalla gigante se instalo en la Plaza de los Belgas, lo que convirtió a ese céntrico lugar del pueblo en el punto de encuentro no solo de multitud de villalbinos, sino de gente llegada de muy diversos puntos de la Sierra.
Ya en los momentos previos a la final, la plaza iba tomando ambiente poco a poco pese al calor sofocante y a que el exceso de luz no permitiese ver el encuentro con la nitidez suficiente. Pero afortunadamente, el calor se podía combatir a golpe de bebida, bien de las terrazas de los bares adyacentes o por la vía de la nevera portátil, que tanto funciono en la calurosa noche de ayer. Y respecto de la imagen de la pantalla, parece que la definición y la calidad de la misma fue lo suficientemente buena como para dar una imagen más que correcta.
Poco a poco la plaza se lleno hasta llegar a aproximadamente1/3 de su aforo, lo cual teniendo en cuenta las dimensiones de la misma no es moco de pavo, ya que yo calculo a groso modo cerca de 3000 personas, que a golpe de bocina y con multitud de banderas, que algunas veces hacían imposible la visión de la pantalla, empujaban a la roja en su camino al éxito final, lo cual sucedió en torno a las 22:30, cuando la plaza “comenzó a bullir”.
Y pese a la gran cantidad de gente allí citada y al exceso de alcohol de algunos y de euforia de todos, la celebración siempre se desarrollo dentro de unos cauces muy tranquilos, solamente algún pequeño grupo que decidieron regarse entre ellos con sidra, ya que la mayoría prefirió bebérsela, que la crisis no esta como para ir tirándola, altero la relativa tranquilidad del lugar.
Así pues, los miedos de quedar empapado de cualquier liquido o golpeado con cualquier cosa, no se cumplieron en absoluto y todo terminó con un castillo de fuegos artificiales mientras sonaba el “We are the Champions” de Queen con la entrega de los trofeos en la pantalla gigante como testigo.
Pero evidentemente, una noche como la de ayer no podía tener tan exigua celebración y así, la gran mayoría del público que estaba en los Belgas, se traslado de inmediato a la fuente de la Plaza de España, donde una gran masa se metió dentro a refrescarse y celebrar el triunfo.
A diferencia de lo ocurrido en la jornada de la semifinal, esta vez el tráfico no se corto y la fuente no se encontraba vallada. Tal vez pensaron que era absurdo querer retener a las masas cuando sabes que el final esta escrito y que la fuente estaba condenada a ser tomada al asalto. Sin embargo lo del trafico ya resulta algo mas preocupante, ya que se pudieron dar escenas de peligro por aquello de los transeúntes cruzando por entre los coches, con conductores “ebrios” de “alcohol y euforia”. Como también se pudieron ver actos de irresponsabilidad manifiesta cuando algunos, subidos en los capos de los coches no paraban de dar vueltas a la rotonda. Afortunadamente, no tengo noticia de que tuviésemos que lamentar ningún accidente y así, la celebración duró hasta altas horas de la madrugada y solo algún cristal de alguna botella recordaba esta mañana a primeras horas, que la fiesta había estado por toda Villalba.
Ya en los momentos previos a la final, la plaza iba tomando ambiente poco a poco pese al calor sofocante y a que el exceso de luz no permitiese ver el encuentro con la nitidez suficiente. Pero afortunadamente, el calor se podía combatir a golpe de bebida, bien de las terrazas de los bares adyacentes o por la vía de la nevera portátil, que tanto funciono en la calurosa noche de ayer. Y respecto de la imagen de la pantalla, parece que la definición y la calidad de la misma fue lo suficientemente buena como para dar una imagen más que correcta.
Poco a poco la plaza se lleno hasta llegar a aproximadamente1/3 de su aforo, lo cual teniendo en cuenta las dimensiones de la misma no es moco de pavo, ya que yo calculo a groso modo cerca de 3000 personas, que a golpe de bocina y con multitud de banderas, que algunas veces hacían imposible la visión de la pantalla, empujaban a la roja en su camino al éxito final, lo cual sucedió en torno a las 22:30, cuando la plaza “comenzó a bullir”.
Y pese a la gran cantidad de gente allí citada y al exceso de alcohol de algunos y de euforia de todos, la celebración siempre se desarrollo dentro de unos cauces muy tranquilos, solamente algún pequeño grupo que decidieron regarse entre ellos con sidra, ya que la mayoría prefirió bebérsela, que la crisis no esta como para ir tirándola, altero la relativa tranquilidad del lugar.
Así pues, los miedos de quedar empapado de cualquier liquido o golpeado con cualquier cosa, no se cumplieron en absoluto y todo terminó con un castillo de fuegos artificiales mientras sonaba el “We are the Champions” de Queen con la entrega de los trofeos en la pantalla gigante como testigo.
Pero evidentemente, una noche como la de ayer no podía tener tan exigua celebración y así, la gran mayoría del público que estaba en los Belgas, se traslado de inmediato a la fuente de la Plaza de España, donde una gran masa se metió dentro a refrescarse y celebrar el triunfo.
A diferencia de lo ocurrido en la jornada de la semifinal, esta vez el tráfico no se corto y la fuente no se encontraba vallada. Tal vez pensaron que era absurdo querer retener a las masas cuando sabes que el final esta escrito y que la fuente estaba condenada a ser tomada al asalto. Sin embargo lo del trafico ya resulta algo mas preocupante, ya que se pudieron dar escenas de peligro por aquello de los transeúntes cruzando por entre los coches, con conductores “ebrios” de “alcohol y euforia”. Como también se pudieron ver actos de irresponsabilidad manifiesta cuando algunos, subidos en los capos de los coches no paraban de dar vueltas a la rotonda. Afortunadamente, no tengo noticia de que tuviésemos que lamentar ningún accidente y así, la celebración duró hasta altas horas de la madrugada y solo algún cristal de alguna botella recordaba esta mañana a primeras horas, que la fiesta había estado por toda Villalba.