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Así lucía el mural en 2014 |
Llevaba ya bastante tiempo con esta entrada aparcada en mi
cabeza.
Siempre he dicho cosas que no por ser negativas, dejan de
ser menos ciertas. Por un lado, que Villalba carece de tradiciones arraigadas y
que, además las pocas iniciativas interesantes que han ido surgiendo en los
últimos años no terminan de arraigar por uno u otro motivo o incluso los propios Villalbinos nos encargamos de tirarlas por tierra.
De una de estas iniciativas les voy a hablar en esta entrada
y para ello vamos a retroceder a unos cuantos años atrás, justo al momento en
que nuestro Ayuntamiento cambió de signo político y pasó a ser gobernado por
Agustín Juárez. En el haber del efímero alcalde (nunca tendré claro si fue
culpable o victima por tener que seguir consignas de más arriba) figuran la
campaña de “Villalba Capital de la Sierra”, de la que la pandemia ha terminado
de exterminar lo poco que pudiese quedar y algunas otras iniciativas más
modestas como fue la aparición de la San Silvestre o la Semana de la Juventud.
Bueno, la verdad es que no puedo asegurar que la Semana de
la Juventud no se celebrará antes, pero desde luego, fue con él con quien vivió
sus mejores años, pues hoy solo queda un pequeño esbozo de aquello gracias al “Villalba
Suena” que nos acercan cada año Los40 Principales.
Y de aquella Semana de la Juventud me voy a quedar con una
actividad muy concreta, la confección de murales en lugares muy concretos como
fueron el paso de acceso al P29 desde el barrio de El Gorronal y el de acceso a
Los Valles desde la Guardia Civil.
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Parte de "Los Colores de Villalba" |
Diseñados y ejecutados por jóvenes de la localidad,
sirvieron para decorar esos dos enclaves y a fe que lo consiguieron. Pero
misteriosamente, esta iniciativa dejó de tener continuidad y no creo que fuese
de un montante económico tan exagerado como para no poder ejecutarse en los
siguientes años y más viendo el extraordinario valor decorativo y cultural que
dejaron esas obras.
Pero es que lo peor ha venido por la falta de mantenimiento
de dichas obras de arte que hoy presentan un aspecto lamentable o han
desaparecido. Desgraciadamente, una vez más Villalba vuelve a perder patrimonio
por dejadez o incompetencia de quienes llevan el timón y en este caso no creo
que pueda ponerse al dinero como pretexto pues no hablamos de obras faraónicas
ni nada por el estilo.
Como muestra les dejo dos imágenes del estado en el que se encuentra el fantástico mural de Neptuno en la actualidad, para que comparen con la imagen superior tomada en el 2014 en el que parece que los corredores de La Tragamillas corren en medio del océano como si el mismísimo Moisés les hubiese abierto paso.
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Panorámica actual del mural de Neptuno |
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Detalle de la pintura desconchada |
Ojalá alguien tomase en cuenta el volver a recuperar esta
actividad en el futuro, aunque después de tantos años parece claro que se
necesitará, al menos, un cambio de concejal.