Allá por mediados del mes de junio y con el horizonte de la “nueva
normalidad” a la vuelta de la esquina, realicé un sondeo para conocer como habían
vivido o como les había afectado el confinamiento, a los vecinos de Collado
Villalba.
Un porcentaje muy alto, casi el 35%, había tele trabajado
durante el confinamiento. Lo que no sabemos es cuántos de ellos lo han hecho
como solución definitiva y cuantos han ido reincorporándose a su trabajo
presencial, algo que ya declaraban haberlo hecho más de un 30% cuando publique
la encuesta. Por el contrario, casi un 34% de los que contestaron a la encuesta
no trabajaron o se vieron afectados por un ERTE. Cifras realmente preocupantes
que esperemos se hayan ido desplazando hacia ese 30% que ha seguido trabajando
con normalidad.
Respecto a la percepción de la situación económica, solo ha
mejorado para un 11%, muy lejos de los datos que nos han ofrecido los sondeos
del CSIC de Tezanos. Casi un 50% asegura que su situación económica ha
empeorado.
Otro dato tremendo es el abandono del transporte público,
pues más de un 46% ha dejado de usar el transporte público a raíz de la crisis
del Covid 19. Lo que, si lo sumas al 42% que declara que nunca lo ha tenido
como modo de transporte habitual, da unas cifras pavorosas en relación al
impacto medioambiental y de sostenibilidad del planeta.
Con respecto al contacto con positivos, solo un 12% ha
convivido con gente infectada. Aun así, creo que es una cifra realmente alta y
que debería habernos hecho mucho más conscientes y sensibles de a que nos
enfrentamos y más ahora con los repuntes. Y claro está, cuando miras las cifras
de la gente con positivos en sus trabajos, que alcanza un 50%, la cosa alcanza
ya dimensiones dantescas que no hacen más que confirmarse cuando más de un 11%
ha perdido algún familiar por culpa de la pandemia. ¿Qué más necesitamos para
ver más allá de unos fríos números?
Otros parámetros que traté de evaluar fueron los cambios de hábitos
cotidianos durante la pandemia.
El salir a comprar siempre fue considerado una necesidad
esencial y por ello, las limitaciones para ir a las tiendas fueron “relativamente
lasas”. Aun así, más de un 44% de los que respondieron al sondeo, declararon
haber cambiado los lugares de sus compras habituales. Aunque me imagino que
poco a poco, muchos de ellos habrán vuelto a comprar en sus comercios
habituales, aunque seguramente que no de la misma forma en que lo hacían antes.
Sin haber claros vencedores ni vencidos, parece claro que como indican los
sondeos que se han hecho a nivel nacional, el comercio online ha ganado adeptos
y los vencedores han sido los comercios de proximidad, mientras los
supermercados de extrarradio y bajo surtido, parecen haber aguantado peor el
tirón. En líneas generales, nos hemos sentido seguros con las medidas adoptadas
por los comercios a la hora de visitar sus locales.
En líneas generales, el confinamiento nos ha hecho hacer
menos actividad física pese a que muchos han gozado de más tiempo para hacerla.
Solo un 14% aprovechó la oportunidad y aunque los primeros días de desescalada
nos pareciese que la Dehesa era la Gran Vía, casi la mitad de los Villalbinos
no aprovechaban esas “ventanas” para desconectar dando un paseo o haciendo
ejercicio.
Con respecto a la hostelería, solo un 23% afirmaba que no
estaba entre sus planes el acudir a bares o terrazas. Tal vez el grado de
confianza en las medidas de contención del Covid no eran lo suficientemente
satisfactorias, pues poco menos del 5% se mostraban confiados, mientras que el
83% decían que en algunos sitios si y en otros no. ¿Tal vez por eso tenemos
terrazas a reventar y otras locales que parecen estar abiertos para seguidores
de Iker Jiménez?
Aun así, los bares y restaurantes estaban en la lista de
prioridades para la desescalada junto con las piscinas. En el lado opuesto
discotecas, cines, teatros y gimnasios.
A la pregunta sobre planes vacacionales, las respuestas
estuvieron muy repartidas. Incertidumbre total y como era de esperar, todo en
turismo nacional entre aquellos que tenían claro que saldrían de vacaciones. Un
16% no se sentía seguro para salir de vacaciones (incluso antes de los
rebrotes), mientras que otro 16% aseguraba no poder permitírselo.
Respecto a las medidas adoptadas por el Ayuntamiento para
paliar la crisis del Covid, eran muy pocos los que decían que el Gobierno
Municipal estaba actuando, ganando por goleada los que opinaban que no estaban
haciendo nada y sobretodo, los que creían que fallaban en la comunicación de lo
que hacían o no conocían las actuaciones del Ayuntamiento o estaban a la espera
de conocerlas.
Como resultado de todo esto, el Equipo de Gobierno
municipal, suspendía claramente en su gestión del Covid 19.