domingo, 22 de noviembre de 2015

A pillar el azadón.

Los tristes sucesos de Paris de la semana pasada, han logrado que haya pasado desapercibida una polémica medida adoptada por el Ayuntamiento de Madrid como ha sido la limitación de la velocidad máxima dentro de la M30 y los accesos principales a la capital dentro del anillo de la M40 e incluso la prohibición de aparcar en las zonas azul y verde.


Como os supongo al  corriente, el gobierno de Carmena no hizo más que aplicar un decreto aprobado por el anterior equipo de gobierno de Ana Botella. Luego el acierto o error hay que repartirlo entre ambos equipos de gobierno, la proporción pónganla ustedes. En mi opinión la medida posiblemente fuese necesaria, pero su puesta en práctica casi sin previo aviso, en especial la prohibición de aparcar, fue una auténtica chapuza.

Pero esto no es el tema principal de esta entrada, sino la introducción. La medida no fue más que una herramienta para tratar de mitigar los altísimos niveles de contaminación alcanzados en la capital. Unos niveles de contaminación que no serán tan elevados en Collado Villalba, pero que sin duda alguna también se habrán visto elevados por la falta de lluvias y por todos los efectos derivados por el cambio climático.

Ya sabemos qué medidas ha tomado Madrid al saltarle las alertas y esperamos y suponemos que en nuestro pueblo por su ubicación nunca llegaremos a un supuesto tal. Sin embargo, Collado Villalba como todos los ayuntamientos y demás instituciones públicas, no está exenta de responsabilidad a la hora del mantenimiento y conservación del medio ambiente.


¿Y que se ha hecho en Collado Villalba al respecto del tema? Tirando de hemerotecas y del archivo de mi propio blog, recordaba que hace unos años se hablaba del gran déficit de repoblación arbórea que existía en el municipio, pues no se habían llevado a cabo las plantaciones de árboles que compensaban los distintos expedientes de tala aprobados.

Allá por el año 2008, antes de la desaparición de La Chopera por la construcción del hospital comarcal, IU ya denunció que había una deuda de 5000 ejemplares entre las plantaciones y los expedientes de tala, pues cada árbol adulto ha de ser sustituido por varios ejemplares jóvenes en función de su edad y tipo.  Así que no hace falta ir a Harvard para llegar a la conclusión de que sigue habiendo un déficit de plantación de nuevos ejemplares, pues ni de lejos se ha llegado en estos últimos años a la plantación de tantos ejemplares a pesar de haberse plantado unos cuantos en la remodelación de Pradillo Herrero y una gran cantidad en la reforma de la dehesa.

Así que ahí arrojo el guante para que equipo de gobierno del ayuntamiento o la oposición lo recojan y debatan este gran problema al que hay que dar solución antes de llegar a un punto en el que haya que llegar a tomar medidas tan arbitrarias como poco eficientes como son las de las de la prohibición de circular en días pares o impares según la matricula, aparcar en el centro, etc.


Proteger el planeta es tarea de todos y espero que mi ayuntamiento cumpla con su parte. Que los concejales cojan el azadón y se pongan manos a la obra.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Situación del deporte II



Dejábamos en la entrada anterior del tema un pequeño análisis de cómo se habían hecho las cosas en el deporte villalbino en los últimos años. Un Ayuntamiento el nuestro, que había dedicado grandes sumas de dinero tanto en infraestructuras, casi nunca bien ejecutadas de salida, como en la promoción del deporte como tal sin mucho criterio.

¿A qué me refiero con lo de falta de criterio? Pues muy sencillo, se gastaban unas cifras desorbitadas en conseguir traer La Vuelta Ciclista a España, que llevaba asociado el mantener una prueba que nunca interesó más que a Unipublic y al Ayuntamiento de Alcobendas, como era la clásica de aquel municipio, mientras la escuela municipal de ciclismo languidecía hasta la desaparición hace unos años salvo que alguien me corrija. Pero recuerden la famosa frase de José Pablo González que nos tildaba de ignorantes paletos por no saber lo importante que era que apareciese el nombre de Collado Villalba en dosieres el lunes en su mesa. Este es el máximo exponente de esa política errónea, pero hay más.

Pero si nos ceñimos a un terreno más local, la cosa no era mucho mejor. Clubes históricos como el de balonmano desaparecía y en otros deportes se iniciaba en unos casos una guerra fratricida o una serie de escisiones que han provocado duplicidades y más en algunos casos, lo que ha derivado en uno de los mayores problemas que afronta hoy Collado Villalba en el capítulo deportivo, la falta de instalaciones.

Un único club de fútbol puede tratar de gestionar sus horarios de entrenamientos con la ventana de disponibilidad que le deje el Ayuntamiento, ¿pero si esa ventana tiene que ser compartida hasta por cuatro clubes que ocurre? Evidentemente el consenso entre los mismos es difícil de alcanzar y comienzan los agravios. A esto sumémosle que las instalaciones deportivas no son solo para los clubes, algo que ellos olividan, pues son para el uso y disfrute de sus vecinos y si yo quiero organizar un partido de solteros contra casados con mi compañeros de trabajo, tengo que tener la opción de poder hacerlo.

Esto mismo sucede a la hora de repartir las subvenciones con unos criterios continuamente cambiantes. ¿Qué se ha de primar? ¿El rendimiento y el buen trabajo deportivo? ¿El lograr el mayor número de competidores?

Y es que actualmente, la inclusión de la mayor cantidad de niños posible en las escuelas deportivas ha supuesto la principal fuente de financiación de los clubes locales, especialmente en los años en los que no se han repartido subvenciones, final de la legislatura de José Pablo dos primeros años de legislatura del PP. Pero esto ha llevado a un nivel de saturación importante de las mismas y de la capacidad de los clubes para poder llevar a cabo el desempeño de la formación de los chavales. Y es que aquí conviene hacer otra importante pregunta ¿Debe el Ayuntamiento poner coto a estas políticas por medio de un sistema de cupos? ¿Se está confundiendo la competición con la formación?

Si seguimos así, aún con la conversión del campo de la ciudad deportiva a césped artificial, el alivio va a ser tan fugaz como el de un vaso de agua en la travesía de un desierto. ¿Se puede encauzar esta situación? Seguramente sí, pero con concienciación de todos y con herramientas como la ADS. No se puede querer que todos los niños compitan en clubes federados, además creo que no es nada positivo, pues no todos los niños tienen las mismas aptitudes y el crear carne de banquillo no termina siendo productivo para los clubes y mucho menos para los niños y su estado anímico. Hay que tener una cierta observacía sobre los proyectos deportivos y humanos de los distintos clubes y no reducir todo a números y más cuando estos no salen.

Por eso, que nadie vea la solución a los problemas del deporte local en la conversión a césped artificial, pues se requieren reformas muy profundas que implican a todos los actores del sistema que configuran la gestión del deporte en Collado Villalba. Clubes Deportivos, Concejalía de Deportes con sus técnicos y su concejal a la cabeza, socios, etc.

Esta crisis del césped si- césped no, tiene que servir para abrir los ojos de una vez y abordar la reforma necesaria del asunto y no dar más largas cambiadas ni poner todos los huevos en el cesto de la panacea en forma de “Patronato Deportivo Municipal”, que si bien funcionó hasta los primeros ochenta, hoy lo veo inviable como hemos visto en los últimos sucesos que han dejado bien a las claras que no hay unión entre los diferentes deportes y clubes como para llegar a la autogestión.

Y es que no lo puede haber cuando un club que ha representado a Collado Villalba en Campeonatos de España se ha visto privado de subvención alguna. Cuando dentro de una misma disciplina unos se llevan miles de euros y otros unas migajas solo por la historia con olor a naftalina de uno frente al otro. Cuando se conceden subvenciones de importantes sumas de dinero por organizar cosas que no tienen relevancia alguna ni control. Cuando no se vigila la canibalización de los deportes mayoritarios sobre los supuestos minoritarios.

Ojo a este último punto, pues el compartir las instalaciones los atletas con los clubes de futbol, espero que este perfectamente estudiado y que no existan riesgos de balonazos a los chicos de la escuela de atletismo mientras estos hacen uso de las pistas, cosa bastante probable si se hacen campos auxiliares en sentido transversal. Yo tengo claro que los entrenamientos de la escuela de atletismo no deben ser compartidos con los del futbol, pero doctores tiene la iglesia…

Así pues y como conclusión, todo se puede resumir en una palabra, CAOS.

Caos en la gestión de instalaciones, en la política de subvenciones, en el control sobre los clubes, en la planificación del deporte al medio – largo plazo… Caos en una concejalía donde no  repite el concejal desde donde a uno le alcanza la memoria y que por tanto carece de proyecto. Una concejalia que por desgracia ha sido ocupada (salvo en el caso de Carlos Sanz) siempre por gente ajena al mundo del deporte, con pocas inquietudes por este y poca o nula preparación.


Comprenderán pues, que pese al gran paso dado al frente la semana pasada con la aceptación de la moción del cambio del césped de la Ciudad Deportiva no sea optimista, pues la travesía es larga y los hándicaps y complicaciones muchos y muy entroncados y profundos. El tiempo dirá si me equivoco, pero esto sin consenso de todos los agentes deportivos es complicadísimo de sacar adelante y es dificilísimo alcanzar ese consenso cuando se ha llegado a este punto en buena parte por las escisiones y ambiciones de unos y otros.


lunes, 2 de noviembre de 2015

Situación del deporte I

Tenía desde hace tiempo pendiente una entrada al blog relativa a la crisis del deporte villalbino, algo que los últimos acontecimientos de la situación del campo de futbol y la pista de atletismo han precipitado. Y es que el debate sobre césped natural o artificial, no es más que la punta del iceberg de una crisis en la gestión del deporte villalbino desde tiempos que mi memoria no alcanza a recordar.

Vaya por delante que no tengo todos los cabos atados para hacer un análisis exhaustivo y profundamente documentado y mi conocimiento es el de un usuario de algunas instalaciones que ha tenido algún contacto que otro con algunos clubes deportivos y con los programas del área de deportes de algunos partidos políticos.

Al que quiera profundizar en la materia, le recomiendo seguir el perfil de Facebook “Onda Deportiva Sierra”, del periodista Jaime Fresno, que aúna documentación e imparcialidad en un mundo lleno de intereses cruzados como es el del deporte.

Lo cierto es que el deporte villalbino tiene una serie de condicionantes de gran calado que le van a impedir despegar en lo que no se deshaga de ellos, tarea ardua. Y es que es difícil remangarse y trabajar desde abajo en un pueblo en el que llegaron a coincidir en un mismo año un equipo en la segunda máxima categoría del baloncesto masculino, con uno de la primera femenina y otro de la primera de futbol sala.

Evidentemente todo aquello era un espejismo y una quimera que duro eso, un año exacto. En una población tan pequeña querer mantener tanto deporte de elite era imposible tanto en aquellos tiempos como en los actuales y de todo aquello solo consiguió perdurar por unos años el equipo de baloncesto gracias a un patrocinio excepcional del Banco de Bilbao y las marcas que le siguieron.

Pero evidentemente eso no podía ser eterno y el golpe de azar que consiguió que el club de baloncesto llegase a Collado Villalba en forma de una oferta irrechazable al entonces alcalde Carlos Julio López Jiménez, no pudo mantenerse ante el boom que el baloncesto tuvo en aquellos años, algo que solo estaba al alcance de las grandes ciudades. ¿Qué quedó de todo aquello?

Pues de todo aquello lo único que quedó fue un puñado de clubes deportivos que quisieron heredar el statu quo del difunto. Hasta que llego la confluencia de la burbuja económica-inmobiliaria que se sumó a la del futbol.

No me voy a poner a desgranar la historia y los avatares de cada club a lo largo de estos años, pero sí creo conveniente conocer unas ciertas pinceladas de la política deportiva de esos años hasta nuestros días. Desde el ayuntamiento se daban pingües subvenciones a los clubes sin criterios en algunos casos y con criterios meramente políticos en otros. Esto propicio despropósitos tan destacados como el fichaje de Marcos Sequeiros por parte del C.U. Collado Villalba, un tercera división recién ascendido fichando a un jugador que un par de años antes había jugado al máximo nivel en el At. De Madrid. Y todo ello mientras el Ayuntamiento desmontaba el viejo polideportivo para construir los actuales campos, no sin polémicas, pues hubo que rehacerlos en varias ocasiones por defectos en la construcción de los mismos. Otro dineral que se iba perdiendo. Tal vez ahora que nos han dicho lo que cuesta el cambio del césped de la ciudad deportiva, tomemos constancia de la barbaridad de lo sucedido en aquellos años.

Así que por un lado el club de futbol dilapidaba el dinero y secuestraba su futuro, ya que de aquellos polvos vienen estos lodos, mientras el Ayuntamiento malgastaba el dinero en inversiones que no terminaban de satisfacer las necesidades de la demanda y encima de mala calidad. Como consecuencia de esto se produce un “Gap” de unos diez años, imposible de recuperar, que además coincidió con la época más propicia para haber hecho inversiones y  fomentar un crecimiento ordenado del deporte villalbino. Pero se apostaron fuertes sumas de dinero en algo como la clásica de Alcobendas que no alcanzo nunca una gran repercusión y sin embargo suponia un desembolso estratosferico para las arcas municipales.

Y así, el consistorio en la segunda legislatura de gobierno de José Pablo González aborda un ambicioso plan para dotar a Collado Villalba de las infraestructuras deportivas que se merece un pueblo como el nuestro.  Así da comienzo la construcción de la Ciudad Deportiva que hoy tenemos, en un proceso de varias fases. Entre los puntos más ambiciosos del plan destacan la remodelación de la piscina de verano (pasa a convertirse en una piscina de recreo) y la construcción del centro acuático y el nuevo campo de fútbol con pista de atletismo incluida. Dos obras de calado, pero con importantes deficiencias, algunas de las cuales se corrigieron y otras no. Es decir, la chapuza seguía campando a sus anchas y con total impunidad por nuestro pueblo.

El vaso de competición de la nueva piscina tuvo que deshacerse por faltarle unos centímetros para tener las dimensiones necesarias para la homologación, pero aún así alguien me comentó una vez que no se podían realizar competiciones en él por no tener la profundidad necesaria en el lugar donde se deben poner los aparatos de la salida. Es decir, se arreglaba una cosa pero la otra se dejó mal. Pero esto no iba a ser la única incidencia a destacar, pues en el campo de fútbol, se presupuestó primero una grada de capacidad casi ridicula, cosa que al final se modificó y terminó casi duplicando su aforo.



Mientras la pista de atletismo retrasaba la inauguración de la obra supuestamente porque el tartán debía ser fijado en condiciones de alta temperatura para un mejor acabado. Pues bien, si aceptamos esa hipótesis (ríete de ella cuando Finlandia tiene como deporte rey sin discusión el atletismo) se conoce que no esperaron los suficiente y el suelo de la pista entre los tacos de los futbolistas y demás, no aguantó ni un año, tiempo en el que le llego su primer parcheado a pesar de su poco uso. Pero esa no es la única deficiencia, pues no olvidaré el día de la inauguración, cuando un vecino preguntó a Fermín Cacho que opinaba de nuestras instalaciones y este le comentó que estaban bien, pero que el foso del martillo había sido ubicado al revés y que no se podría usar. Ojo a este dato, pues es de relevancia con la polémica actual y es el motivo por el que han tenido que realizarse las competiciones de lanzamientos en otra sede en todos los campeonatos de atletismo que ha acogido nuestro municipio desde entonces. Supongo que eso es más o menos lo que podría pasar con la jabalina a la que en estos días han convertido en el deporte nacional, algo que solamente sucede en Finlandia.

Continuará…


domingo, 1 de noviembre de 2015

Calabazas contra buñuelos

Esta es la transcripción de mi colaboración en Cadena Ser Madrid Sierra del pasado viernes.

"Permítanme que me asome a la ventana y les cuente lo que veo por ella.

Es viernes y en Los Belgas está nuestro tradicional mercadillo, ese que uno tiene asociado a su infancia cuando iba con su madre a comprar la fruta, verdura, calzado o algún “trapito”.

A este mercadillo se ha sumado uno de libros antiguos que deja la acera de la Calle Real en la mínima expresión. A duras penas puedo pasar sorteando a la gente, especialmente cuando se han encontrado con un conocido y se paran a hablar. Resulta un espacio incomodo tanto para el vendedor como para el posible comprador  que a duras penas puede moverse por el perímetro del puesto. No digamos ya para el viandante.

Podríamos hablar de la calidad de la oferta, que es bastante cuestionable y parece sacada de desvanes viejos, con sus tapas medio rotas y descoloridas en su gran mayoría. Me sorprendió precisamente el buen estado en el que se encontraba un ejemplar de la revista Interviú, cuando en tiempos esa revista era sobada y resobada en los kioscos antes de encontrar comprador. Por no hablar de lo que sufrían una vez caian en el domicilio de este. Pero se ve que hasta en eso han cambiado los tiempos.

Y es que, si bien el mercadillo tradicional de Los Belgas sigue gozando de buena salud y sigue siendo un motor de vida para el pueblo, esos otros mercadillos importados sin criterio en los últimos años no aportan casi nada a la vida del municipio e incluso en algunos casos generan el enojo de los comerciantes que ven como sus negocios quedan ocultos tras esos puestos, cuando no entran en competencia directa con estos.

No sé si se trata de errores conceptuales o de ejecución, pero está claro que esta apuesta no es ganadora y más cuando se lleva a cabo a contrapié como ha pasado este año con los mercadillos Medieval y Goyesco, que coincidieron con el Olé Moral y las fiestas de este mismo pueblo, lo que provocó que no alcanzasen la importancia de años anteriores y muchísimas menos visitas, cosechando incluso un gran fracaso en el caso del segundo.

No basta con copiar si la originalidad nos ha abandonado, hay que saber dar el toque propio a las ideas y saber adaptarlas a tus circunstancias. Unas circunstancias cambiantes en un mundo donde Halloween gana terreno, la calabaza se come  a los huesos de santo y las representaciones teatrales del Don Juan han quedado relegadas ante el  empuje del Black Friday que llegará a finales del próximo mes, en un calendario cuidadosamente estudiado para no dar respiro al bolsillo en una maquinaria perfectamente engrasada por las grandes firmas y donde el pequeño comercio tiene muy difícil abrirse hueco.

Por cierto, me resulta curioso que buena parte de aquellos que se quejan del consumismo serán los que hagan cola en las tiendas pasadas las diez de la noche por este “penúltimo invento” del Black Friday. Como se quejaran de Halloween otros tantos que consideran cosas como el día de los Santos algo anacrónico con nuestros tiempos. Mal vamos para remontar el vuelo si despreciamos nuestra historia y tradiciones y a cambio compramos zarandajas importadas de Wall Street.

Menos calabazas y más huesos de santo. Menos comprar en horarios fuera de lugar y más cultura. Eso es lo que necesita este pueblo."