A lo largo del tiempo que llevo escribiendo en este blog, he
dedicado algunas entradas especificas para desgranar el estado del comercio, la
hostelería, la cultura y otra serie de cosas que forman parte de la vida de
nuestro municipio.
Y hoy me dispongo a hablar del deporte, temática que ha
surgido en varias ocasiones en diversas entradas, pues me considero una persona
medianamente deportista y seguidora de varios de ellos. Pero sobretodo, me
mueve a hacer esto, la importancia que doy a ciertos valores como el de la
superación, el compañerismo o la constancia, que van tan íntimamente ligados a
la práctica deportiva, del mismo modo que veo en el deporte la mejor de las
herramientas para alejar a la juventud de lacras tan nocivas como las drogas,
el tabaco, alcohol y otros hábitos poco saludables.
Cierto es, que la confección de esta entrada ha venido
motivada por una pequeña reflexión en la que quería que participase la persona
que mejor conoce el deporte de la localidad, porque el que esto escribe,
poquita o ninguna idea tiene de cómo está la situación en detalle. Solo
puedo ver el color de cara del paciente, pero poder evaluar el
estado de sus órganos y vísceras es aventurarme en demasía.
A la hora de hablar
del deporte, hay que diferenciar tres grandes grupos: La élite, la base y el
popular. Cada uno con sus particularidades y sus problemas.
Si entramos a desglosar cada uno de estos grupos, podríamos
decir que el deporte de élite tuvo una época gloriosa allá por los años 80, que
llegó a prorrogarse hasta principios de los 90. Fueron años que uno los mira
con nostalgia, pero que evidentemente visto con la perspectiva de los años solo
puede analizarse como una circunstancia coyuntural pasajera y un sueño de
grandeza insostenible.
Si mal no recuerdo, corría el año 1984 cuando aterrizo en
Collado Villalba el Club Baloncesto Collado Villalba, que provenía de la
sección de baloncesto del Atlético de Madrid de la cual decidieron desprenderse
por aquel entonces. Fíjense los lectores de esta entrada, que estamos hablando
de un año clave en el deporte de la canasta en España, ya que a raíz del logro
de la famosa medalla de plata olímpica este deporte se ve catapultado en
popularidad y llega incluso a ganar en la misma al hoy todopoderoso futbol.
Para que se hagan una idea, en solo un año, en este
municipio se paso de que hubiese en la liga de baloncesto escolar cadete 3
equipos, de los cuales uno de ellos era la escuela municipal que jamos llegó a
presentarse a partido alguno, a que hubiese un equipo mínimo por cada colegio
del pueblo, algunos llegaban a tener incluso dos.
Poco a poco y con la estructura del club profesional, se fue
potenciando el baloncesto de categorías inferiores por medio de operaciones
altura, etc. El club era modesto y no se podía permitir aún el fichaje de
jugadores de otros equipos para sus categorías inferiores. Pero paralelamente,
en una “orgia deportiva” en el segundo año de vida del Club Baloncesto Collado
Villalba, aquella temporada en 1ªB (hoy liga LEB), el protagonismo tuvo que ser
compartido con un equipo de División de Honor femenina de baloncesto, otro de
primera división nacional de futbol sala y no sé si también existía otro de
Voleibol en un primerísimo nivel.
Evidentemente, Collado Villalba carecía de estructura
deportiva y económica para poder aguantar tanto deporte de elite, por lo que al
año siguiente o dos años, las cosas se estabilizaron en una relativa normalidad
con la supervivencia únicamente del club de ACB gracias al importante
patrocinio del Banco de Bilbao.
Como podéis observar, los ascensos y éxitos logrados por los
equipos locales este año distan mucho de los niveles que había en los equipos
villalbinos de hace 25 años, si bien esta claro que todo hay que valorarlo en
un entorno que distorsionaba profundamente la realidad deportivo-económica de
la localidad.
Continuará…
P.D. Mientras escribo estas lineas escucho que Tirso Lorente ha fallecido tras una larga enfermedad. Se trato de uno de los primeros entrenadores que tuvo el Club Baloncesto Collado Villalba.
D.E.P.