Se acabaron las navidades y nos metemos de lleno en el año 2019, un año muy importante para la política municipal, pues nos toca renovar corporación.
Pero antes, déjenme que me recree en las fechas recién
pasadas y les deje unos apuntes de cosas que considero interesantes.
Desde hace mucho tiempo, llevo insistiendo en que Villalba
tiene muchos problemas que nos impiden disfrutar incluso de lo que hacemos bien
o de lo bueno que tenemos y estas navidades me han puesto a tiro un buen
ramillete de ejemplos.
A Collado Villalba le falla la comunicación. De nada sirve
que ciertos concejales estén día sí y día también en las emisoras de radio a
soltar su mitin. La información hoy en día, nos llega a los vecinos por medio
de varias fuentes y la radio es solamente una de ellas, pero me temo que no es
la principal, si bien es cierto que tiene una gran importancia, pues
posiblemente es la mecha que enciende la vela en más de una ocasión. Al final,
esa falta de comunicación hace que no podamos ni enterarnos de buena parte de
las actividades que se desarrollan en nuestro municipio.
Que Villalba perdió el paso hace tiempo es algo que creo que
reconocemos todos los que aquí vivimos desde hace más de treinta años, pero
decir que no se hace nada o que lo poco que se hace se hace mal, es algo falaz.
La navidad lleva asociada una serie de tópicos, uno de los
cuales es las luces que engalanan las calles principales para atraer a la gente
a sus comercios y embellecer el pueblo en general. Pues bien, muchas han sido
las críticas por la “pobre” iluminación de ciertos lugares, algo que no
comparto del todo. La iluminación en fiestas ha dejado de ser cosa de las
bombillas Osram de 220V y ahora en todas partes se usan iluminaciones de bajo
consumo y más sutiles. A mí personalmente me ha gustado como ha estado la Calle
Real este año, aunque yo le habría añadido un árbol de los que se llevan ahora
y que ya hubo en años anteriores o alguna decoración en el espacio de la famosa
“fuente del dispendio” siempre que no impidiese la visibilidad en la misma.
Por el contrario, algunas rotondas han sido decoradas con
motivos navideños, en especial algunas de entrada al centro del municipio. Así
pues, en mi opinión la iluminación ha estado correcta. ¿Mejorable? Seguramente,
pero no tan mal como la mayoría la han calificado.
Podemos continuar con el capítulo de lo que se hace en otras
partes y aquí no. Bueno, pues resulta que muy cerca de nosotros, en los
Negrales, se hace un belén viviente de lo más curioso. Ya saben la
particularidad del barrio de Los Negrales, que en parte es Villalba y en parte
es Alpedrete. No sé si la organización corre a cargo de los unos o de los otros
o si por el contrario, es gente cuyo único nexo de unión es la Parroquia del
Carmen.
Mi conocimiento del belén data de este verano, cuando al pasar
frente a la iglesia, uno de mis compañeros de fatigas del running comentó su
existencia. Así que este año, cuando lo vi anunciar en Aquí en la Sierra, me
decidí a acercarme. Muy posiblemente las cifras que daba el periódico estuviesen
un tanto hinchadas, pero sí que se veía que había mucho trabajo por parte de
mucha gente y mucho cariño y cuidado detrás de la iniciativa. Es una actividad
a la que recomiendo asistir a todos aquellos que tengan niños pequeños y a los
que quieran reencontrarse con el que llevan dentro y al que no de dejan
disfrutar el resto del año.
Foto de Asociación Fotográfica de la Sierra |
Dentro de ese programa, hay un clásico como es el “Villalba
canta a la Navidad”, donde este año han estado los chicos de la escuela de
Saint Marc, los famosos “Chicos del Coro” de la famosa película francesa. Algo
que de haber sabido no me habría perdido, pero nuevamente me entere a toro
pasado. Quienes pudieron disfrutar del evento, dicen que estuvo muy bien.
Así que coincidirán conmigo en que actividades ha habido y
algunas de gran calidad.
Y a estas actividades, este año ha habido que sumar la del “Roscón
Solidario”, que en este caso ha sido a beneficio de Apascovi y que ha sido todo
un éxito y que esperemos que se repita en sucesivos años, pues creo que puede
ser muy atractiva para todo el pueblo además de tener un fin solidario.
Y por último queda hacer alusión a dos de los platos fuertes
de las fiestas, La San Silvestre y La Cabalgata. La primera se ha visto
envuelta en una triste guerra de politiqueos y reivindicaciones sindicalistas,
pero pese a todo ha brillado con luz propia por sexto año y ha atraído al
pueblo a varios centenares de foráneos que por motivos de trabajo o por lo que
quiera que sea, han visto en nuestra carrera una gran alternativa a la carrera
de Vallecas. Además todo el mundo coincide en que la animación de esta carrera
la hace muy especial y eso es algo que hay que agradecer a todos los
villalbinos que esa tarde deciden salir a animar.
Y por último, el evento de entre los eventos, La Cabalgata
de Reyes, que congrega en las calles de nuestro pueblo a millares de personas y
que vuelve a humedecer los ojos de grandes y pequeños. Sin duda el momento
mágico de estas fiestas. Aunque no estaría mal que quien tenga la
responsabilidad de la organización de la misma el próximo año intente darle un
repaso, pues creo que este año ha sido un poquito más floja. O eso o es que yo
echo en falta aquellos años en que cada peña sacaba su carroza a la calle.
¿Quién no recuerda la famosa carroza del pavo?
El caso es que espero que el espíritu navideño nos dure un
poco más que de costumbre y entre todos hagamos un Villalba un poco mejor.
Seguro que entre todos lo lograremos.