Como últimamente esta la cosa local muy agitada entre
acontecimientos luctuosos y otros temas de actualidad, mejor voy a dedicar esta
entrada a tratar de reflexionar sobre las fiestas patronales ahora que ya ha
pasado el tiempo suficiente como para poder tener un poco de perspectiva y no
valorar las cosas en caliente.
Vaya por delante, que todo lo relacionado con las fiestas,
siempre ha sido de lo que más interés ha generado en este blog, por encima
incluso de las elecciones locales y otro tipo de entradas de corte más político
o de seguimiento de acontecimientos tales como La Tragamillas o la San
Silvestre. Está claro que la gente se interesa por las fiestas, bien por ser
algo que hasta ahora ha sido “universal” en cuanto al público al que van
dirigidas, bien por las ganas de desconexión de otros.
Esta claro que estas fiestas han sido las fiestas de la
austeridad. Algo que a estas alturas no sé si se tiene que aplaudir o censurar
dado el alcance al que han llegado estos recortes en festejos. Bueno, en
realidad estoy mintiendo, pues yo si lo
tengo claro y lo he demandado a lo largo de todos estos años. Otros han
expresado este mismo pensamiento, pero luego no han tardado en atacar el
programa de fiestas en cuanto se presento. Cierto es, que era muy mejorable.
Pero vayamos por partes. Está claro que en las
circunstancias económicas en las que se encuentra el municipio, tenemos un
problema con las fiestas. Ya en tiempos de José Pablo me parecía un disparate
que un pueblo con un presupuesto de unos 78 millones de euros gastase uno en
fiestas. Cierto es que en los últimos años empezó un pequeño gesto de recorte,
pero claramente insuficiente para la situación del municipio. Teniendo en
cuenta que el presupuesto del ayuntamiento actualmente es de poco más de 52
millones, ¿Cuánto podemos gastarnos en fiestas y que tipo de fiestas se pueden
hacer con ese dinero? Para mi esa es la gran pregunta antes de meternos en
harinas de nombres de artistas, no vaya a ser que nos de para pipas y poco mas.
Debemos tener en cuenta las actividades que se encuentran
bajo la tutela de la concejalía de festejos, que si bien no las financia todas
al 100%, si tiene que soltar la mosca para su desarrollo.
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Fiesta
"La Luminaria" - San Sebastián: 20 de enero.
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Fiesta
de San Blas - San Blas: 3 de febrero.
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Fiestas
de "San Blasín" - San Blas: 4 de febrero.
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Matanza
Extremeña: Febrero
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Peña
Redondera: Lunes de
Pascua.
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Fiestas
del 1º de mayo - San José Obrero: 1 de mayo.
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Fiestas
de San Antonio - San Antonio de Padua: 13 de junio.
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Encuentro
de Casas Regionales: Fin de semana tras San Antonio
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Fiestas
de Los Negrales: Primer fin de semana de julio
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Fiestas
de Santiago Apóstol: 25 de julio.
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Carnavales
Aunque varias
de ellas sean de pequeña entidad, lo cierto es que hay otras que no son moco de
pavo y así tenemos 2 ferias taurinas, 4 castillos de fuegos artificiales… En
definitiva, que si te pones a sumar sale un pico y tal vez en el caso de
algunas de estas fiestas habría que olvidarse de esa grandiosidad y orientarse más
a la participación popular, pues al fin y al cabo son fiestas de barrio,
dejando las posibles actuaciones más importantes para las fiestas de Santiago,
que son las fiestas grandes del pueblo.
Estos días, se
han prodigado en internet las comparaciones con las fiestas de San Lorenzo de
El Escorial, que están repletas de pequeños eventos, pero a las que se les
criticaba que tampoco tenían artistas de caché. Ya he comentado otras veces,
que la calidad de los artistas es la que es y la capacidad de convocatoria está
reservada a unos pocos, que normalmente no actúan en recintos sin paso por
taquilla, de ahí lo complicado de lograr las famosas “tres b”.
Y por otro
lado, un medio ha dado la oportunidad a las distintas fuerzas políticas de que
ofreciesen
su programa festivo alternativo. Unos programas en los que se promocionarían
especialmente pequeñas actividades deportivas y culturales (de poco tirón para
el público de masas) y que ya me dirían como pensarían llevar a cabo, pues el
Ayuntamiento a lo largo de estos años se ha mostrado incapaz de organizar nada
en estos campos sin la ayuda de la iniciativa privada. En el caso de El
Escorial, se va a hacer en colaboración con los clubes deportivos y otras
asociaciones, pero aquí lo veo difícil dado el aburguesamiento en el que están ancladas
la mayoría de clubes y asociaciones desde los tiempos en los que el dinero fácil
llegaba a sus cuentas gracias al despropósito de una política de subvenciones
como la que tenía José Pablo González en los tiempos de bonanza. Si a eso le
sumamos que en las fechas de Santiago Apóstol los equipos no están en
competición ni con sus plantillas disponibles, se reducen las posibilidades de
hacer algo digno a mínimos.
Que no digo que
no sea esa una buena línea de trabajo a seguir, pero que para nada es tan fácil
como lo han puesto algunos en los medios de comunicación y que tampoco te
garantizan el éxito y a las pruebas me remito con patinazos organizativos en
nuestro municipio muy recientes.
Otros apuestan por la creación de festivales importantes de música al estilo del que se organiza en Gredos, pero esta opción me hace recordar mucho al Viajazz, del cual las últimas facturas de Sir Elton John salieron del despacho del concejal de hacienda no hace mucho tiempo. Además, no tardarian en salir quienes dijesen que eso no es bueno para el pueblo pues se trataria de una actividad elitista. El citado festival de Gredos tenia sus entradas mas baratas en el entorno de los 50€, que no es mucho para ese tipo de evento, pero si que provoca que el evento abandone su caracter universal.
La recuperación
del ambiente festivo en Collado Villalba no va a ser algo que venga a golpe de
talonario (con las arcas vacías) ni se va a lograr de la noche a la mañana sin
el trabajo de todos. Así que ya que tenemos cargos políticos que se llevan sus
buenos cuartos por ello, pónganse a trabajar y a justificar sus sueldos.