Qué tiempos aquellos en los que, en los días previos a la
festividad de San Antonio de Padua, dedicaba una entrada en el blog a analizar
la programación de las fiestas.
Se recuerdan casi con nostalgia aquellos años. Años en los
que la gente tenía una cierta ilusión con las fiestas del lugar. No sé si es
que nos hemos vuelto “más viejos”, que lo somos. O más “cascarrabias”, que
también.
Y es que estoy un poco retirado de la “corrala” en que han
derivado los grupos de Facebook, donde todo el mundo es un magnifico presidente
del gobierno, seleccionador de fútbol, crítico gastronómico, etc.
Sin embargo, permitirme que este año vuelva por aquí con
motivo de las fiestas, porque están dando mucho que hablar y más que lo harán.
Y no me voy a parar en lo sorpresivo de la desaparición de algunas orquestas
que no hace mucho, llegaban a hacer incluso triplete, actuando en las fiestas
de El Gorronal, San Antonio y Santiago Apóstol. ¿Se ha disparado el caché de
estas orquestas y se han explorado opciones más económicas? ¿Se cansó la gente
de estos grupos o es que ya no hay padrino que facilite su llegada a los
programas de fiestas locales?
Tampoco es la noticia principal la inclusión por primera vez, de varias mujeres entre la comisión de mayordomos que organizan las fiestas. Que mira que ya de por sí la noticia tiene el suficiente peso como para ser la gran noticia después de tantos años.
Pero no, la polémica ha venido por otro lado. La ubicación
de la “Carpa Joven”. Y es que los que me siguiesen antaño, recordaran que uno
de los motivos por los que más critique a Jose Pablo González y a los gobiernos
siguientes del PP, por seguir la línea continuista del socialista, fue la
progresiva venta del suelo público, dejando sin suelo para infraestructuras al
pueblo.
Así, se ha ido vendiendo casi el 100% del suelo público
disponible en los últimos años. A duras penas si quedan unas parcelas en la
zona de Las Eras y la zona de la depuradora. Esto ha provocado que este año no
se haya encontrado un lugar donde ubicar la tan traída y llevada “Carpa Joven”.
Y es que cada cierto tiempo, las ubicaciones de los eventos de las fiestas de
San Antonio “migran” de unas fincas a otras, en función de si estas siguen
existiendo o si el propietario tiene a bien cederlas para el evento.
Y este año, la presión de algunos vecinos, ha llevado al
equipo de gobierno a cambiar “in extremis” la ubicación de la carpa a nuestra
querida Dehesa Boyal. Ya han existido precedentes en años anteriores con la
ubicación de la plaza de toros, pero el impacto de esta era menor que el de la
carpa. Pues su uso era más limitado en horario, ruido, generación de
desperdicios y afectación a la fauna autóctona.

Digo esto, porque se va a necesitar de un dispositivo
policial o de seguridad nunca visto en nuestro pueblo, para que los usuarios de
la misma no entren en zonas no autorizadas y las deterioren con desperdicios
que puedan provocar incendios (ojo a los vidrios). Se van a generar toneladas
de residuos que habrá que evitar que entren en el corazón de la dehesa. Por
otro lado, ese enclave carece de instalaciones sanitarias, por lo que el hedor
que se va a sufrir en la zona en esos días y los siguientes, va a ser
irrespirable hasta tal punto que no descarto que resucite algún muerto del vecino cementerio. ¿Habrán pensado nuestras autoridades en la contratación de unos “Baños
de Luxe” al estilo de los de Moralzarzal?
Y, por último, los ruidos. El sacar la carpa a una zona no
apantallada por edificios, va a propiciar una contaminación sonora que llegará
incluso al barrio de la estación, provocando molestias a todos los vecinos del
municipio.
No sé qué otras opciones tenía el Ayuntamiento para evitar
la ubicación de la carpa en la dehesa, pero lo que si tengo claro, es que el
equipo de gobierno se va a someter a un examen y me da que se van a presentar
sin estudiar y el temario es más que exigente.
¿Las notas? El lunes de la próxima semana.