Foto de Antonio Escuadra |
El tema del confinamiento me ha hecho variar algunos de mis hábitos
y costumbres del día a día como era el pasar todos los días por la Plaza de los
Belgas al ir y volver a trabajar. Ahora, uso transporte privado y ya veremos
cuando volveré a usar el público.
Eso me ha dejado sin poder ver la evolución de la famosa
obra de la Plaza de los Belgas, aunque una “escapada comercial” me permitió ver
una pequeña avanzadilla de cómo iba la cosa.
Mi postura sobre la dichosa obra ya quedó plasmada por aquí
hace tiempo y tras cada paso me he reafirmado más aún si cabe.
Hoy he podido observar una foto de un “vecino confinado” que
goza de buena perspectiva para ver la evolución de la misma y me vuelvo a
reafirmar más aún si cabe. Se han cargado la plaza de forma vergonzosa.
A grandes trazos y para quien no se haya querido “tragar” el
enlace de arriba, la obra me parecía un despropósito por aspectos muy claros y
concretos y la imagen lo certifica.
- Era un derroche económico para un Ayuntamiento tan endeudado y lo único que se necesitaba, era arreglar el suelo tan deteriorado por el levantamiento del mismo por las raíces de los árboles. A la vista de las fotos, ya me dirán como va a estar el mismo dentro de unos años y más con la poca separación entre los arboles a los cuales esperemos doten de un buen sistema de riego para evitar que se sequen. Que bien nos vendrían esos cientos de miles de euros tirados por la alcantarilla con la que se nos viene encima.
- . Perdíamos la mayor superficie diáfana de la que contábamos para realizar grandes eventos como el mercadillo (del que ahora ya tenemos sobradas muestras de que nunca entró en sus planes devolverlo a su lugar de origen), ferias del automóvil, conciertos, etc. Fíjense ahora la gran cagada con la perdida de aforo por el distanciamiento social. El espacio que quedaba en los planos, en la realidad es ridículo desde el pino hacia atrás, y la ubicación de las terrazas es un gran enigma ahora, pues dentro casi no tienen sitio o se lo han reducido mucho (doble reducción, una por la obra de la plaza y otra por el distanciamiento social). Y si la idea era ponerlas en la acera, ya me dirán como a partir de ahora con el tema del distanciamiento social.
- Otro detalle importante sobre el que incide nuestro vecino, es que observa que el acceso lateral hacia el DIA, no tiene rampa, que sería solo via escaleras. Si esto fuese así, es para que les quitasen la licencia a todos los expertos del proyecto. Supongo que será que aún no se ha terminado ese tramo, pero a estas alturas no nos vamos a sorprender.
- . El daño al comercio local. No quisiera verme en el pellejo de aquellos que tienen el negocio ubicado en la Plaza y alrededores, pues tendrán que enfrentar el desafío de luchar contra el Covid y contra la incompetencia de nuestros gobernantes de las diversas instituciones públicas.
Como lamento el haberme quedado corto en mis previsiones catastrofistas
y que estas se hayan visto incrementadas por el maldito virus, que ahora
servirá de cabeza de turco para la petición de clemencia de los que han
perpetrado el mayor crimen a nuestro municipio de los últimos quince años.