El reloj corre que se las pela y en menos que canta un gallo
nos encontraremos con que el año se nos habrá esfumado y entraremos de lleno en
el 2019, un año electoral en el que nos tocará renovar el equipo de gobierno de
nuestro municipio.
Así que muchas de las tareas habrán quedado pendientes de
resolución para el gobierno municipal entrante (contrato de recogida de
basuras, por ejemplo). Muchas son la necesidades de nuestro pueblo, algunas de
ellas ya con el rango y categoría de históricas, por ello propongo una encuesta
para saber cual pensáis que es el mayor problema de Collado Villalba y cual es en vuestra opinión la infraestructura más necesaria del municipio
El pasado sábado se desarrollo en nuestro municipio por
segunda vez el evento “Survival Zombie”. La anterior edición data de 2014,
cuando se lanzó la propuesta de “Villalba Capital de la Sierra”. Un evento que
pretende recrear de formalo más real
posible, lo que sería un juego de mesa o rol en el que los participantes tratan
de superar pruebas esquivando los encuentros con los zombies y con los soldados
represores.
Mucho se ha hablado del evento en los días previos por
aquello de que si se había elegido nuestro pueblo (que no se elige por la
organización, sino que se pide a la misma su desarrollo en el mismo y a partir
de ahí a entrar en una larga lista de espera salvo que busques otro organizador
de los que han salido a posteriori y que no tienen la misma calidad
organizativa) por no tener que romperse la cabeza en los temas de ambientación
y atrezo.
Sin embargo, parece que con todo y con eso, la difusión no
ha sido del todo efectiva, pues la participación no alcanzó la cifra de hace
cuatro años. ¿Falta de publicidad? ¿Exceso de eventos similares a lo largo del
año en la provincia?
Pues supongo que un poco de todo. El evento ya no es tan
novedoso como hace 4 años y las pruebas han ido proliferando por todo el
territorio, por lo que el participante puede elegir el terreno de juego con más
facilidad sin tener que recurrir a tener que ir a una ciudad lejana (algo
similar a la burbuja del running y otras pruebas deportivas de carácter
popular). Sin ir más lejos, Guadarrama fue escenario de una prueba a principios
de verano y las inscripciones no son precisamente muy económicas.
Estos factores pueden haber influido en la falta de
participación. Atrás quedaron los tiempos de sorpresa y de esa afluencia de
jugadores orientales que vivimos en el 2014. Hay que tener en cuenta que la
edición Villalbina tuvo fuertes críticas entre los más fieles al evento en su
momento por su organización y por lo difícil de poder jugar en un pueblo tan
grande y con tanto tráfico. Sin embargo el juego se ha desarrollado incluso en
capitales de provincia como Ávila.
Tal vez por esas criticas, se delimitó el área de juego y no
se llevaron pruebas a zonas periféricas como Villalba Pueblo o La Laguna de El
Carrizal. Precisamente esto ha sido motivo de críticas este año, pues las
pruebas estaban demasiado juntas y se generaban importantes colas para poder
superarlas.
Pero vayamos a lo que como espectador pude presenciar.
A poco menos de media hora me encontraba en un restaurante
de la zona centro y vi como unas cuatro o cinco chicas entraron a sus baños sin
consumir y no recuerdo que estuviesen en la zona de la terraza. Empezaba a ver
la animación del evento, aunque sin tanta intensidad como en la edición de hace
cuatro años y sin rastro de los asiáticos, auténticos fanáticos de este juego.
Los chinos que se podían ver eran los de las pequeñas tiendas.
Llego a la “Zona Zero” justo en el momento en que tendría
que empezar el juego. Sin embargo la cosa esta aún un poco verde. Se anuncia que
el juego comenzará en dos minutos, pero estos se convierten en los dos minutos más
largos que uno recuerde. Con más de 15’ de retraso, los organizadores empiezan
a refrescar a los participantes las normas del juego y de paso así nos vamos
enterando un poco de que va la historia los que nos hemos acercado como
espectadores.
A diferencia de 2014, la zona de inicio del juego está
vallada y los espectadores no podemos acceder a ella. Yo he optado por subirme
a la valla de la plaza para evitar una posible estampida como paso en aquella
primera edición. Sin embargo parece que la organización toma medidas para que
esto no suceda más en sus eventos por motivos de seguridad.
Si en aquella primera edición todo empezó con una especie de
represalia por parte de los militares, en esta el detonante fue una
“insurrección” por parte de los rebeldes que sería salvajemente reprimida por
los soldados aplicándoles el escarmiento de encerrarlos en unos coches sobre
los que pasaría un tanque. Todo quedó bastante más llamativo y espectacular que
en la edición anterior. Mientras, en el centro de la plaza la primera horda de
zombies ya se dirigía hacia los participantes que aún se encontraban en el
recinto perimetrado. “No problema”, los soldados y su artillería acabarían por
controlar este primer ataque.
Así se comenzó a dar salida a los participantes por un
pasillo que atravesaba un par de tiendas de campaña para dar comienzo al juego
propiamente dicho. Se les incitaba a salir corriendo de la plaza y algunos
salían realmente descontrolados. Para su suerte, un Policía Municipal (de los
reales), controlaba el tráfico en el cruce de los juzgados y evitó incidentes
graves.
Una vez salieron todos los participantes me dirigí hacia la
Calle Real para ver el ambiente en otro punto. El puente sobre el rio estaba
repleto de gente que veía a los jugadores buscar pistas por la zona mientras
aparecían los primeros “Z’s” o zombies rápidos, los que eliminan a mas
jugadores, pues pueden correr y atacar de forma individual. Esto provocó varias
estampidas y situaciones complicadas, pues algunos se tiran literalmente sobre
los coches a pesar de la recriminación de los voluntarios de Protección Civil.
Foto cortesía Luis Blasco de la Cruz
Decididamente no hay el mismo ambiente de hace cuatro años,
aunque el evento sigue gozando de salud para poder repetirse de vez en cuando
para no saturar al personal y no someterlo a un desgaste prematuro. Eso sí,
sería conveniente revisar varios aspectos para mejorar tanto desde el punto de
vista del juego, como desde el punto de vista de los espectadores y especialmente
en el de la seguridad.
·Debería mejorar la comunicación sobre el evento.
No solo desde el punto de vista de promocionar la participación, sino para que
la gente que se encuentre con el evento sepa de qué se trata. Así evitaríamos el
ver gente con la sillita del bebe (a casi medianoche) metidos en una marabunta
de gente corriendo en todas las direcciones. También evitaríamos que niños
pequeños se asustasen al ver las carreras y los zombies a su lado. O mascotas
sobresaltadas por los estallidos de la pirotecnia, etc. Aunque permítanme que aquí
responsabilice más a los padres y dueños de las mascotas que a la organización,
pero claro, algunos si no meten la nariz hasta el fondo no se quedan a gusto.
·Para mí un acierto evitar la “salida-estampida”
y sacar a los participantes de forma ordenada. También un acierto el perimetrar
la zona. No nos permite interactuar tanto a los curiosos, pero se corren menos
peligros. Se debería estudiar la limitación del tráfico en los aledaños de la
Plaza de los Belgas, así como en la Calle Real desde la Estación hasta el
Canguro durante la primera hora del juego o algo así. De esa manera el juego
estaría más concentrado en ese tramo poniendo las pruebas en esas áreas al
principio, lo que facilitaría las carreras y seria más vistoso para los
espectadores. Una vez que el juego ya estuviese “más lanzado” y en un horario
con menos tráfico, los participantes podrían ir hacia zonas más periféricas sin
tanto peligro si tuviesen que pegar una carrera ante los “Z’s”
·Los que vivieron el juego más de cerca, también
se quejaron de que en la presente edición no hubo tantos zombies rápidos como
en otras ediciones de otros pueblos, pero eso ya no sé cómo valorarlo desde mi
desconocimiento.
Seguramente haya más aspectos a mejorar del juego para que
se adapte mejor a nuestro pueblo, pero creo que a groso modo, el evento es una
opción de ocio para público joven más que valida, aunque eso sí, se agradecería
el que se reforzase la seguridad para público y participantes.
Solamente unos pocos rayos de la luz del Sol conseguían abrirse
hueco entre el cielo gris y plomizo tras el Gran Estallido que dejó una gran
nube tóxica. Un paisaje desolador de vegetación arrasada y extinción de casi
toda vida (vegetal y animal) sobre la faz de la Tierra.
Solamente unas pocas especies cuyo hábitat está bajo tierra
han logrado sobrevivir y continuar con su vida gracias a su hábitat y a su
capacidad de adaptación que les permite alimentarse de carroña y sobrevivir a
la radiación.Cucarachas, ratas y otros
insectos y roedores, campan ahora en las desérticas calles sin vida inteligente
ni muchos de los animales y mascotas que estábamos acostumbrados a ver.
Sin embargo, hay gente que asegura haber visto una especie
similar al hombre que habitaba La Tierra con anterioridad al Gran Estallido.
Estos seres mutantes, viven como las ratas alimentándose de la basura y se rumorea
que practican la coprofagia e incluso el canibalismo, pues son capaces de
alimentarse de individuos de su propia especie.
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Hasta aquí la ficción que podría servir de arranque al “Survival
Zombie” del próximo sábado noche. Sin embargo uno ve el paisaje villalbino y
empieza a pensar maliciosamente, si la elección de nuestro pueblo como “tapiz
de juego”, ha sido casualidad o ha venido propiciado por sus inmejorables
atrezos con los que adornar y hacer más realista el juego.
No nos falta de nada oiga. Calles oscuras con múltiples
farolas apagadas o que no paran de ofrecer su suministro de forma intermitente.
Roña y carroña por cada esquina con sus correspondientes malos olores (para
poder disfrutar del juego con todos los sentidos). Y espacios naturales
arrasados como si hubiese caído la bomba de Chernóbil en sus alrededores. Si
han dado un paseo por la dehesa a la altura del Vázquez Díaz y prestado un mínimo
de atención a los árboles que se plantaron a bombo y platillo hace dos años,
sabrán perfectamente de que les hablo.
Total, que solo nos faltan los zombies, ¿o no? Vaya usted a
saber. El caso es que el próximo sábado tendremos el desembarco de unos cuantos
de ellos para completar la pesadilla y disfrutar de la segunda edición de este
evento en nuestro pueblo. Lástima que esta durará incluso una vez finalizado el
juego y Villalba seguirá en “Estado Zombie”.