La Burra del Bienestar.

Que estamos en crisis es algo que se encargan de recordarnos las noticias cada mañana que nos levantamos, incluso a los privilegiados que nos dirigimos a nuestros respectivos trabajos. Algunos tardaron más de la cuenta en bajarse de la burra y hoy esta ha muerto por llevarla por un pedregoso camino con tanta carga y además no tuvimos el detalle de bajarnos de ella para aligerar el peso cuando esta comenzó a flaquear.

Ahora pues nos toca no solo caminar, sino llevar esa carga a nosotros pobrecitos ciudadanos que depositamos nuestra confianza en esa burrita a la que llamábamos “Estado del Bienestar”. Estos señores la han “deslomado” y ahora nos tocan recortes, subidas de impuestos y otro sin fin de medidas que a algunos nos han hecho retroceder a las condiciones que no habíamos conocido antes en algunos aspectos y en lo económico a por lo menos diez años atrás. Y cruzando los dedos, que mientras escribo esto veo que es jueves y me pongo a temblar.

Así pues, creo que todos tenemos claro que ha pasado el tiempo en el que se podían prometer grandes cosas por parte de nuestros políticos y aquellos que pusieron su voto deslumbrados por las luces de próximas inauguraciones de polideportivos, teatros o por la construcción de viviendas sociales a bajo costo, me imagino que a día de hoy  sentirán una impotencia similar a la del niño que dejó escapar su globo pese a las advertencias de sus padres de que lo agarrara firmemente.

¿Y ahora qué? ¿Nos toca esperar a que nos vuelvan a llevar a la feria dentro de cuatro años a comprarnos nuevamente el globo? Pues sí y no. Los resultados de las urnas dictaron sentencia y los ciudadanos expresaron su voluntad y ahora toca respetarlos hasta la próxima cita. Pero ese respeto no implica otras cosas. Que “nuestros padres” no quieran comprarnos otro globo no significa que puedan dejar de lado sus obligaciones pues seguimos siendo sus hijos (seguimos pagando religiosamente nuestros impuestos y más ahora que nos los han subido) así que nuestras necesidades básicas tienen que ser cubiertas.

Por eso, es el momento de que el Ayuntamiento tome cartas en el asunto y en ciertas materias se comience a ver una mejora en su gestión. Por ejemplo, hasta ahora se nos ha atribuido a los ciudadanos una importante carga de culpa en que el municipio este sucio y para ello el consistorio se encargó de hacer una campaña de concienciación. Que me parece bien, pero ello no debe eximirles de sus responsabilidades. Y es que cada vez es más frecuente el ver los contenedores y papeleras rebosando. Y señores, esto debe de ser una prioridad dentro de la gestión del Ayuntamiento, pues estamos hablando de sanidad, pues si esto continua así con la llegada del verano y las altas temperaturas las molestias serán mayores pudiendo llegar incluso a encontrarnos con plagas de todo tipo.

El problema no es nuevo como podemos observar en la noticia de la que esta extraida la fotografia, pero si se denunció publicamente el incumplimiento del contrato por parte del anterior consistorio, habría que hacer lo mismo con el actual.

Así pues, señores del Ayuntamiento, con estas líneas no creo que se les este pidiendo nada que pueda salirse de los parámetros exigibles en tiempos de crisis, pero la “austeridad” no debe tocar ciertas cosas.