Escribo esto mientras SS Benedicto XVI esta en los últimos momentos de su estancia en Madrid, en una semana que ha roto con la cotidianeidad de las vidas de muchos de nosotros, para gozo de algunos, malestar de otros y trastornos de una gran mayoría.
Y es que la visita de tal cantidad de gente y la administración de tan complicada logística organizativa, ha provocado que muchos nos hayamos encontrado en situaciones casi inimaginables con autobuses y trenes abarrotados, grupos interminables de peatones a los que había que ceder el paso en los cruces y algún que otro corte de carretera provocando retrasos en la llegada a los trabajos o falta de suministro a los comercios.
Vaya por delante que no quiero enjuiciar la visita, pues tengo amigos y conocidos defensores fervientes de ambas posturas, lo cual me alegra. Desde los que se han añadido a esos grupos de FB en los que se pedía la colaboración de Sergio Ramos y Ortega Cano para la visita, a otros que han estado en algún evento e incluso que han partido sus vacaciones playeras para asistir a la vigilia de ayer sábado.
Y es que creo que este es el típico evento que nunca sabremos cuantos nos costó y cuanto nos dejó a cambio. Muchos argumentarán razones espirituales e intangibles para justificar el desembolso, mientras otros dirán que los actos han tenido altas dosis de derroche, cosa que creo que es innegable.
En lo que concierne a nuestro municipio, al final parece ser que han sido cerca de 5000 los peregrinos que provenientes sobretodo de Italia, han llenado nuestras calles con sus coloridas camisetas y mochilas. El rédito económico dejado ha sido muy escaso por lo que ha llegado hasta mis oídos, pues salvo alguna pernoctación hotelera, el que el alojamiento se produjese en colegios y pabellones y que los actos en la capital durasen hasta altísimas horas de la madrugada en algunos casos, han provocado que estos visitantes no se hayan dejado los cuartos en el municipio. Amén de que se trataba de un “turismo de batalla”.
Los restaurantes y bares asociados a la JMJ, se vieron en la tesitura de si reforzaban sus servicios para dar respuesta a una posible demanda que lo requiriese, pero salvo las multinacionales de comida rápida que si se vieron desbordadas, parece ser que al menos en nuestra localidad, se ha saldado todo con un uso testimonial de los famosos “menús del peregrino”. Pese a lo económico del menú “6,50€”, la gente ha optado por las marcas que ya conocen “Burger King” “Mc Donald´s”, etc. que si tuvieron problemas de abastecimiento. Forzando la primera el suministro el sábado de pan por parte de su proveedor, cuando no es habitual en ese día de la semana y descongelando a marchas forzadas en el caso de los segundos. Como anécdota, se rumorea que el Vip’s de La Moraleja tuvo que suspender algunas reservas, ya que se llegaron a juntar cerca de 500 peregrinos, lejos de los 50 de media que tuvo el local de la misma cadena en Villalba.
No puedo entrar mucho más en detalles, ya que no he asistido con ningún evento de las citadas jornadas y del paso de Benedicto XVI por la localidad poco puedo decir, salvo que estuvo a punto de pillarme su paso por la A6 en el puente de El Zoco, que congregaba a un pequeño número de fieles expectantes para ver el paso del pontífice.
Afortunadamente, el paso de la marea peregrina se ha saldado sin incidentes en nuestro pueblo, algo que vista la tensión reinante en algunos lugares y el exceso festivo de algunos feligreses es lo mejor que podemos decir. En una jornada que debido al altísimo calor reinante, se termino saldando con casi dos millares de atendidos por el SAMUR en el aeródromo de Cuatro Vientos pese al acopio de agua y al intenso trabajo de los bomberos por refrescar a la masa, pero el lugar es un secarral en el que se hace difícil aguantar una hora bajo esas condiciones, así que hacer una concentración de esas características era una barbaridad, fuese para la visita del Papa o para un concierto de Lady Gaga.
En los próximos días asistiremos a un bombardeo de cifras que serán imposibles de cuadrar, por cuanto los intangibles van a pesar más que todo lo que se haya podido cuantificar. Pero lo más importante es recuperar cuanto antes la normalidad y volver al trabajo, para si de verdad esta visita ha dejado algo positivo, poderlo rentabilizar cuanto antes y dejar de lado las diferencias que en nada ayudan a sacar a este país del atolladero en el que se encuentra. Dejemos de confundir debate con crispación y comencemos a caminar juntos en la dirección correcta para un futuro mejor.
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