Como la próxima cita electoral promete acaparar mucho contenido en este blog en los días venideros, he considerado oportuno poner un post un tanto más ligero en su contenido. Por ello he echado la vista atrás y he tratado de bucear en la historia de nuestro pueblo, que aunque escasa también la tiene.
A continuación os hago una composición con base al texto del mismo tema que Luis Antonio Vacas Rodríguez dedicó en su libro "Cosas de mi pueblo" publicado en el año 2004 y que podéis encontrar en librerías locales. También os reproduzco integro un poema dedicado a la fuente, que me imagino seria escrito por el mismo L.A. Vacas.
El caño viejo.
En nuestro pueblo se han llegado a conocer tres fuentes de la época de la ocupación mora de la península. Las Fuentecillas, La Fuente del Álamo y El Caño Viejo. A día de hoy solo podremos encontrar esta última, ya que las anteriores fueron sacrificadas en beneficio del progreso y quedando reducidas a las tuberías y las arquetas de conducción sin que ahora podamos saber nada de su bóveda de ladrillos y cal moruna.
De la que aún queda en pie, podemos decir que también ha cambiado bastante, por cambiar ha cambiado hasta el nombre de la calle en la que se ubica, que según la persona que mejor conoce la historia de este pueblo antes era conocida como calle de Las Fuentecillas, aunque posteriormente se paso a llamar Calle de Espinarejos, que se correspondía con una calleja por la que discurre la carretera de Manzanares. Hoy día, si buscamos la ubicación de la fuente en las diversas guías municipales o de ocio, digitales o impresas, tendremos que buscar en la Calle Caño Viejo. Aunque no se haya respetado su nombre histórico, parece claro que este nombre es más apropiado y más indicativo del lugar.
La actual estructura de la bóveda en sillería de granito parece que se podría fechar en el siglo XVI, como la iglesia parroquial, pero en la fuente del Caño Viejo parece claro según los expertos, que esa sillería trata de imitar la obra en ladrillos de la vieja fuente mora. Estaríamos hablando pues de una primera obra o reconstrucción de la misma.
En los años cincuenta esta fuente dio con su excedente el agua corriente para la barriada de Nuestra Señora del Enebral, siendo estas las primeras viviendas del municipio que contaron con dicho servicio hasta que el alcalde de Collado Mediano, aprovechando una visita de Franco pidió solución para el problema del suministro de agua y se incluyo al resto de pueblos serranos en la medida.
A continuación copio un poema dedicado a “El Caño Viejo”
Ay! Fuente rumorosa
del fino manantial del Caño Viejo
do brota bulliciosa
el agua cual espejo
donde la luna deja su reflejo.
Por el Caño Viejo
de mi lugarejo
aquesta mañana
divisé serrana
fermosa, sentada.
Miróme de fijo
después que me dijo
con guiño de cara
pidiendo dejara
fuente despejada.
Retíreme un poco
e volvióme loco
la su hermosura
e buena figura
e límea curvada.
Al pie de ese caño
sin hacerla daño
en noche cerrada
e bien estrellada
yací sobre hierba.
Encima un altillo
olor a tomillo
subí con mi amada
toda sofocada
gozosa a mi lado.
En silencio mira
e luego suspira
su cara rosada
e profunda mirada
de su amor probado
É subida el agua
sujeta la enagua
hasta ver la aurora
e cielo rosado.
E muy de mañana
regresa temprana
con el agua fina
prueba su vecina
alzando el botijo
según las consejas
que dicen las viejas
quien el agua prueba
así que la beba
aquí se nos queda.
Caño Viejo de mi pueblo
si tu pudieras hablar
explicando los romances
que tu arroyo lleva al mar.
Cuitas de alegre morilla
llantos de bella cristiana
saciar pudiste la sed
que amor la puso en el alma.
Caño Viejo de mi pueblo
si tu pudieras hablar
contando lo que tu sabes
de amor y de libertad.
Serranas bellas serranas
que lleváis cántaro al caño
andar bien vuestro camino
para que no sufra daño.
Si algún descanso tomáis
decirle al acompañante
¡Quietas las manos galán!
la fuente esta mas delante.
Caño Viejo de mi pueblo
si tu pudieras hablar
narrando las emociones
que quiere el pecho ocultar.
Noche de luna estrellada
al lado del manantial
olor de hierba y tomillos
y crujidos de percal.
Sofocos de una serrana
cuando la quieren besar
suspiros y más suspiros.
Caño Viejo de mi pueblo
si tu pudieras hablar
diciéndonos cuantas madres
vinieron aquí a lavar.
Pañales de niño chico
ropa blanca, buen percal
cesta de mimbre al costado
y banquillo de lavar
dura lancha berroqueña
fuerte para restregar.
Amplia charca, limpias aguas
donde allí puedo aclarar.
Caño Viejo de mi pueblo
si tu pudieras hablar
y decir cuantos bebieron
agua de tu manantial.
Tú bien sabes, quien la prueba
a ti siempre volverá.
Cuanto botijo estrellado
nunca más se llenará.
Promesas de amor eterno
que los amantes se dan
y para su cumplimiento
rumiando otra cosa están.
Caño Viejo de mi pueblo
si tu pudieras hablar
los amores que a ti van.
En nuestro pueblo se han llegado a conocer tres fuentes de la época de la ocupación mora de la península. Las Fuentecillas, La Fuente del Álamo y El Caño Viejo. A día de hoy solo podremos encontrar esta última, ya que las anteriores fueron sacrificadas en beneficio del progreso y quedando reducidas a las tuberías y las arquetas de conducción sin que ahora podamos saber nada de su bóveda de ladrillos y cal moruna.
De la que aún queda en pie, podemos decir que también ha cambiado bastante, por cambiar ha cambiado hasta el nombre de la calle en la que se ubica, que según la persona que mejor conoce la historia de este pueblo antes era conocida como calle de Las Fuentecillas, aunque posteriormente se paso a llamar Calle de Espinarejos, que se correspondía con una calleja por la que discurre la carretera de Manzanares. Hoy día, si buscamos la ubicación de la fuente en las diversas guías municipales o de ocio, digitales o impresas, tendremos que buscar en la Calle Caño Viejo. Aunque no se haya respetado su nombre histórico, parece claro que este nombre es más apropiado y más indicativo del lugar.
La actual estructura de la bóveda en sillería de granito parece que se podría fechar en el siglo XVI, como la iglesia parroquial, pero en la fuente del Caño Viejo parece claro según los expertos, que esa sillería trata de imitar la obra en ladrillos de la vieja fuente mora. Estaríamos hablando pues de una primera obra o reconstrucción de la misma.
En los años cincuenta esta fuente dio con su excedente el agua corriente para la barriada de Nuestra Señora del Enebral, siendo estas las primeras viviendas del municipio que contaron con dicho servicio hasta que el alcalde de Collado Mediano, aprovechando una visita de Franco pidió solución para el problema del suministro de agua y se incluyo al resto de pueblos serranos en la medida.
A continuación copio un poema dedicado a “El Caño Viejo”
Ay! Fuente rumorosa
del fino manantial del Caño Viejo
do brota bulliciosa
el agua cual espejo
donde la luna deja su reflejo.
Por el Caño Viejo
de mi lugarejo
aquesta mañana
divisé serrana
fermosa, sentada.
Miróme de fijo
después que me dijo
con guiño de cara
pidiendo dejara
fuente despejada.
Retíreme un poco
e volvióme loco
la su hermosura
e buena figura
e límea curvada.
Al pie de ese caño
sin hacerla daño
en noche cerrada
e bien estrellada
yací sobre hierba.
Encima un altillo
olor a tomillo
subí con mi amada
toda sofocada
gozosa a mi lado.
En silencio mira
e luego suspira
su cara rosada
e profunda mirada
de su amor probado
É subida el agua
sujeta la enagua
hasta ver la aurora
e cielo rosado.
E muy de mañana
regresa temprana
con el agua fina
prueba su vecina
alzando el botijo
según las consejas
que dicen las viejas
quien el agua prueba
así que la beba
aquí se nos queda.
Caño Viejo de mi pueblo
si tu pudieras hablar
explicando los romances
que tu arroyo lleva al mar.
Cuitas de alegre morilla
llantos de bella cristiana
saciar pudiste la sed
que amor la puso en el alma.
Caño Viejo de mi pueblo
si tu pudieras hablar
contando lo que tu sabes
de amor y de libertad.
Serranas bellas serranas
que lleváis cántaro al caño
andar bien vuestro camino
para que no sufra daño.
Si algún descanso tomáis
decirle al acompañante
¡Quietas las manos galán!
la fuente esta mas delante.
Caño Viejo de mi pueblo
si tu pudieras hablar
narrando las emociones
que quiere el pecho ocultar.
Noche de luna estrellada
al lado del manantial
olor de hierba y tomillos
y crujidos de percal.
Sofocos de una serrana
cuando la quieren besar
suspiros y más suspiros.
Caño Viejo de mi pueblo
si tu pudieras hablar
diciéndonos cuantas madres
vinieron aquí a lavar.
Pañales de niño chico
ropa blanca, buen percal
cesta de mimbre al costado
y banquillo de lavar
dura lancha berroqueña
fuerte para restregar.
Amplia charca, limpias aguas
donde allí puedo aclarar.
Caño Viejo de mi pueblo
si tu pudieras hablar
y decir cuantos bebieron
agua de tu manantial.
Tú bien sabes, quien la prueba
a ti siempre volverá.
Cuanto botijo estrellado
nunca más se llenará.
Promesas de amor eterno
que los amantes se dan
y para su cumplimiento
rumiando otra cosa están.
Caño Viejo de mi pueblo
si tu pudieras hablar
los amores que a ti van.
3 comentarios:
No veas la cantidad de recuerdos que me traes. Aquellos ratos con mi madre lavando la colada en el barreño de zinc. Cargando los cántaros de barro de agua del caño para consumo en casa. Las carreras de barquitos de agua hechos con la corteza del pino del chalet de más abajo o de las monjas, por la cacera que ahora está cubierta. Que recuerdos ...
Me alegro de haberte traido recuerdos, algunos de ellos duros por lo que veo, pero sin duda parte de la historia de muchos villalbinos.
Te invito desde aqui a que profundices en el tema o en cualquier otro de este blog, porque veo que conoces el pueblo mejor incluso que este humilde servidor.
Inolvidables recuerdos de la fuente,de su arroyo,de sus zarzas y sus moras,de sus largas colas en verano para llenar los cántaros porque se agotaba el agua....
Lo mejor de mi niñez ha sido la naturaleza de mi pueblo...
Esperanza Matellano Romera.
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