Vuelvo a uno de los últimos temas tratados en el blog y
posiblemente el que más relevancia ha tomado en los últimos tiempos no solo en
él, sino en las redes sociales y en el día a día de los vecinos, desde la cola
del pan hasta el típico encuentro en el semáforo. Toca hacer referencia a uno
de los mayores enemigos a los que se enfrenta este pueblo, los grafitis.
Y es que al parecer, en nuestro pueblo hay mucho individuo
suelto que se cree Andy Warhol y va “dejando su obra” por todas partes. Es
escudan en la supuesta libertad de expresión (que me digan que expresan unas
letras que no llegan a formar palabras, mucho menos oraciones) para ir
atentando contra toda pared que tenga un espacio libre que “enmarranar”. Da
igual que sea propiedad pública o privada, que este abandonada o en uso de sus
dueños. Incluso que pueda provocar perjuicios económicos a los dueños como
puede suceder en los comercios. Se esta pintando incluso sobre las señales de tráfico y los paneles informativos, lo que provoca que los foraneos tengán mas dificil el orientarse en nuestro pueblo.
Es más, últimamente se empiezan a dar con
demasiada asiduidad los grafitis en lugares peligrosos incluso para sus creadores
como pueden ser algunos que para poder hacerlos han tenido que caminar por tejados
de viviendas aledañas, con riesgo de caídas para ellos y de daños en los
inmuebles por los que caminan.
Como ya he dicho, se escudan en la libertad de expresión
para campar a sus anchas y destrozar todo y llegar como consecuencia de todo
esto a una impresión de ciudad sucia y abandonada. Y es que cierto es que el grafiti
es una parte de la cultura moderna, pero no todo vale. Yo por escribir estas
cuatro líneas no puedo pretender equipararme a los grandes literatos que
publican obras maestras, ni tan siquiera llegar a compararme al escritor de
libros de bolsillo. Tal vez estos “artistas” se deberían dar una vuelta por el
East-Side Gallery de Berlín, donde podrían ver lo que son obras con contenido y
motivo para existir, aunque tampoco allí todo son obras maestras ni el contexto
social de la opresión del muro es comparable.
Iconica imagen del East-Side Gallery |
Y como entre todos estos “guarreras” habrá algún artista, vería
bien el recuperar la idea que puso en marcha el Ayuntamiento hace cinco o seis
años, cuando durante la Semana de la Juventud se pintaron diversos murales bajo
el título de “Los Colores de Villalba”. Es una lástima ver como el nuevo muro
que se ha levantado para el cerramiento de la piscina municipal, es ya víctima
de estas pintadas, con lo bien que podrían quedar muros dedicados a la
naturaleza y a actividades en la misma como el deporte, la agricultura o la ganadería,
recordar a la gente el motivo de la existencia de nuestra dehesa, saber
valorarla y respetarla. Este es un ejemplo que podría extenderse con el tiempo
a otros lugares seriamente perjudicados por las “obras” de los vándalos y que permitirían
dar un aire moderno y limpio a nuestra ciudad respetando el entorno. Y todo ello
a un coste económico asumible, pues hay auténticos maestros del arte urbano en
nuestro pueblo que podrían guiar el proyecto.
El problema está ahí y el Ayuntamiento hasta ahora se ha
mostrado totalmente inoperante para hacer frente al problema, ya va siendo hora
de que muevan ficha y comiencen una lucha contra este gran problema más allá de
irse un día a grabar un video publicitario de concienciación.
1 comentario:
GRACIAS POR LA DIFUSIÓN Y POR LAS FOTOS, MOLAN BASTANTE <3
KTAS
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