El caso es que cuando dada la situación económica de las
arcas municipales nos estaban tratando de convencer de que no había otra
alternativa más que la venta del famoso polideportivo, el pasado jueves el
alcalde de Villalba nos sorprendió con unas declaraciones en el pleno que
descolocaban a todos, incluida su compañera de viaje la alcaldesa alpedreteña.
Y es que resulta que el ayuntamiento más endeudado
(Villalba) no solo se echaba atrás en la venta de su parte del pastel, sino que
anunciaba la compra de la parte de su vecino menos endeudado.
¿Qué ha cambiado en este tiempo para que a pesar de esas pérdidas
que no se podían asumir de pronto se decida no vender ni cerrar, sino hacer una
inversión sin esperar un retorno de la misma?
La alcaldesa de Alpedrete se debió de quedar de piedra cual
escultura sacada de las canteras del municipio que gobierna. Según ella, el único
acuerdo alcanzado hasta ahora por ambos consistorios es la disolución de la
mancomunidad. Vamos, que no venden su parte.
Pero a las declaraciones de la alcaldesa de Alpedrete, se
han sucedido otras de Agustín Juárez reafirmando su posición y afirmando que el
compromiso si bien no fue por escrito, si que fue en presencia de testigos y
bastante importantes al parecer.
A mí y me imagino que como a mí a otros muchos vecinos, me
da la sensación de que me he perdido algo. ¿Cómo hemos pasado de justificar la
venta por una causa exclusivamente económica a comprar la otra parte? ¿Qué ha
pasado para que la compañera de viaje muestre su desacuerdo con la postura del
regidor villalbino? ¿Por qué la alcaldesa no está ahora a favor de la venta de
su parte si con eso se quita “esa ruina” que es el polideportivo? ¿Ha vendido Agustín a su compañera de partido?
A la vista de toda esta nueva decoración, a uno se le antoja
que tal vez el componente político de la venta pesa al menos tanto como el
económico. Nadie quiere apuntarse el dudoso honor de ser quien firme la
escritura de venta del polideportivo y por algo será. ¿Por el ruido mediático?
Tal vez, pero si estaban tan seguros de que la venta era la solución, ya tenían
que estar prevenidos de que esto pasaría.
Y a todo esto, falta saber el papel que juega en toda esta película
el famoso colegio de los Agustinos que linda con el polideportivo y al cual han
tenido acceso de forma irregular durante los últimos tiempos. Recordemos que
para rizar el rizo, el citado colegio esta afincado en Guadarrama.
¿Habrá habido algún tipo de acercamiento entre el colegio y
los ayuntamientos afectados que haya provocado el cambio de posición en todo
este asunto?
Parece ser que el asunto de la venta del polideportivo va a
ser el culebrón del verano. Con permiso de Rafa Mora, claro está.
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