Llevaba un tiempo alejado de los artículos “cañeros” en mi blog en contra del equipo de gobierno local y de sus actuaciones, sin embargo el pasado lunes pude leer un articulo editorial de “La Voz de la Sierra” y no he podido reprimirme mas ante el articulo del señor Luis de la Calle.
Se trataba de un artículo relativo a las obras de la Calle Real y como no se podía esperar de otra forma, este artículo iba en clara defensa del equipo de gobierno.
Uno no es periodista y hace esto por afición y por amor a su pueblo y evidentemente este articulo no estará tan bien redactado como el del director del periódico, pero a cambio no tendrá ningún servilismo ni pago pendiente hacia nadie, por lo que voy a tratar de ser lo mas objetivo posible, algo que creo que no lo ha sido el señor que nos amenizaba las noches desde Canal7 y que ahora lo hace desde Canal8 Sierra.
Para empezar, diremos que es cierto que la Calle Real llevaba mucho tiempo sin ningún tipo de obra ni mejora mas allá de cambiar algunos bancos toques de pintura a la valla del río, etc. y que todos los peatones en los días de lluvia hemos renegado de esas baldosas huecas que han conseguido empaparnos los pies. Es por ello que creo la reforma era en cierto modo necesaria, como también lo pensaba de la de Honorio Lozano hasta que vi el proyecto.
En el artículo de la Voz de la Sierra, se atacaba duramente que haya gente que no comprenda que todas las obras generan molestias y que incluso algunos hayan llegado a comparar la Calle Real con las ruinas de Sarajevo. Desde luego la comparación no es afortunada ni mucho menos, pero tampoco se nos puede censurar a quienes queramos alzar una voz crítica al respecto. Y es que lo que el columnista no puede obviar, es que las obras de Honorio Lozano están demasiado cerca en el tiempo y la gente conserva en la memoria su desarrollo y tantas medias verdades y mentiras como se nos contaron entonces y se nos empiezan a contar ahora.
Si volvemos la vista atrás, recordaremos que la oferta de Cover en la obra de Honorio Lozano salio ganadora por ser la que se desarrollaba en un menor espacio de tiempo, cosa que no sucedió así y que además según se iba prolongando nos iba saliendo más cara. Por ello, cuando nos dicen que esta obra se esta desarrollando conforme a los plazos previstos, pero transcurridos dos meses desde el inicio y a falta de tres para su supuesta finalización solo hay signos de unas zanjas que parecen haberse hecho sin coordinación, nos resulta casi imposible creer al señor concejal de urbanismo.
Cualquiera que pase por la famosa calle puede observar como hay muchos tramos en los que aún no han comenzado los trabajos y que en los lugares donde lo han hecho, a nivel de superficie lo único que se puede ver es algún bordillo y un escarbado alrededor de los árboles que los ha dejado con las raíces al aire, lo que ha provocado que muchos de ellos estén muertos o en estado terminal, repitiéndose historias ya vividas. Y para ver eso señor Luis, solamente hay que darse un paseo rápido por la calle y tratar de contar cuantos operarios hay trabajando en la obra. Sin ir mas lejos, hoy había un único operario para hacer una arqueta debido a lo cual el acceso al “barrio vaticano” desde la Calle Real estaba cortado.
Se dijo que la calle no vería nunca cerrada la circulación rodada, sin embargo “un imprevisto” obligo a cortarla durante tres semanas, una mas incluso de las previstas en principio. A todo esto, el imprevisto no sabemos si viene nuevamente motivado de un estudio técnico anterior deficiente o demasiado simple.
Y para terminar, no le debería de extrañar al señor redactor que los comerciantes estén con algo mas que la mosca detrás de la oreja y que algunos no esperen a ver el resultado final de las obras para alzar su voz y es que visto lo que venden como espejo del mismo (esto es, una reforma en la línea de Honorio Lozano) no puede ser jamás de su agrado. Esta claro que el comercio de la zona ha quedado herido casi de muerte, sobretodo en una de sus aceras, donde los pocos peatones que pasan por la misma, lo hacen a una distancia de unos diez metros con respecto de los escaparates e incluso a distinta altura con el obstáculo añadido de una barandilla, lo que hace imposible llamar la atención de los potenciales clientes.
Por todo ello, me parece que el director del citado periódico, aún en el ejercicio de la libertad de prensa, ha osado demasiado haciendo un análisis tan sesgado de la obra de la Calle Real. El tiempo pondrá las cosas en su sitio, pero haría bien el señor director en taparse un poco mas, que dentro de poco llegará el invierno y con tanta corriente el quedarse desprotegido y a la intemperie le puede hacer cogerse un resfriado.
Se trataba de un artículo relativo a las obras de la Calle Real y como no se podía esperar de otra forma, este artículo iba en clara defensa del equipo de gobierno.
Uno no es periodista y hace esto por afición y por amor a su pueblo y evidentemente este articulo no estará tan bien redactado como el del director del periódico, pero a cambio no tendrá ningún servilismo ni pago pendiente hacia nadie, por lo que voy a tratar de ser lo mas objetivo posible, algo que creo que no lo ha sido el señor que nos amenizaba las noches desde Canal7 y que ahora lo hace desde Canal8 Sierra.
Para empezar, diremos que es cierto que la Calle Real llevaba mucho tiempo sin ningún tipo de obra ni mejora mas allá de cambiar algunos bancos toques de pintura a la valla del río, etc. y que todos los peatones en los días de lluvia hemos renegado de esas baldosas huecas que han conseguido empaparnos los pies. Es por ello que creo la reforma era en cierto modo necesaria, como también lo pensaba de la de Honorio Lozano hasta que vi el proyecto.
En el artículo de la Voz de la Sierra, se atacaba duramente que haya gente que no comprenda que todas las obras generan molestias y que incluso algunos hayan llegado a comparar la Calle Real con las ruinas de Sarajevo. Desde luego la comparación no es afortunada ni mucho menos, pero tampoco se nos puede censurar a quienes queramos alzar una voz crítica al respecto. Y es que lo que el columnista no puede obviar, es que las obras de Honorio Lozano están demasiado cerca en el tiempo y la gente conserva en la memoria su desarrollo y tantas medias verdades y mentiras como se nos contaron entonces y se nos empiezan a contar ahora.
Si volvemos la vista atrás, recordaremos que la oferta de Cover en la obra de Honorio Lozano salio ganadora por ser la que se desarrollaba en un menor espacio de tiempo, cosa que no sucedió así y que además según se iba prolongando nos iba saliendo más cara. Por ello, cuando nos dicen que esta obra se esta desarrollando conforme a los plazos previstos, pero transcurridos dos meses desde el inicio y a falta de tres para su supuesta finalización solo hay signos de unas zanjas que parecen haberse hecho sin coordinación, nos resulta casi imposible creer al señor concejal de urbanismo.
Cualquiera que pase por la famosa calle puede observar como hay muchos tramos en los que aún no han comenzado los trabajos y que en los lugares donde lo han hecho, a nivel de superficie lo único que se puede ver es algún bordillo y un escarbado alrededor de los árboles que los ha dejado con las raíces al aire, lo que ha provocado que muchos de ellos estén muertos o en estado terminal, repitiéndose historias ya vividas. Y para ver eso señor Luis, solamente hay que darse un paseo rápido por la calle y tratar de contar cuantos operarios hay trabajando en la obra. Sin ir mas lejos, hoy había un único operario para hacer una arqueta debido a lo cual el acceso al “barrio vaticano” desde la Calle Real estaba cortado.
Se dijo que la calle no vería nunca cerrada la circulación rodada, sin embargo “un imprevisto” obligo a cortarla durante tres semanas, una mas incluso de las previstas en principio. A todo esto, el imprevisto no sabemos si viene nuevamente motivado de un estudio técnico anterior deficiente o demasiado simple.
Y para terminar, no le debería de extrañar al señor redactor que los comerciantes estén con algo mas que la mosca detrás de la oreja y que algunos no esperen a ver el resultado final de las obras para alzar su voz y es que visto lo que venden como espejo del mismo (esto es, una reforma en la línea de Honorio Lozano) no puede ser jamás de su agrado. Esta claro que el comercio de la zona ha quedado herido casi de muerte, sobretodo en una de sus aceras, donde los pocos peatones que pasan por la misma, lo hacen a una distancia de unos diez metros con respecto de los escaparates e incluso a distinta altura con el obstáculo añadido de una barandilla, lo que hace imposible llamar la atención de los potenciales clientes.
Por todo ello, me parece que el director del citado periódico, aún en el ejercicio de la libertad de prensa, ha osado demasiado haciendo un análisis tan sesgado de la obra de la Calle Real. El tiempo pondrá las cosas en su sitio, pero haría bien el señor director en taparse un poco mas, que dentro de poco llegará el invierno y con tanta corriente el quedarse desprotegido y a la intemperie le puede hacer cogerse un resfriado.
2 comentarios:
No te preocupes por la redacción del artículo. Siempre será mejor que el del "pelota mayor del pueblo", que bordea el analfabetismo funcional.
Parece mentira que Luisito no sea capaz de informar con objetivdad de una obra a la puerta de su propio estudio de tv. JM
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