Mostrando entradas con la etiqueta tragamillas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta tragamillas. Mostrar todas las entradas

miércoles, 2 de marzo de 2022

Tragamillas 2022

Por fin vuelve.

Fue el último gran evento del que pudimos disfrutar antes de que la pandemia comenzara a azotarnos allá por el mes de marzo. Recuerdo perfectamente que ya existía el run run de que se podrían empezar a suspender eventos de características similares, pero nadie era capaz de ver la que se nos venía encima.

Y por casualidades de la vida, este va a ser uno de los primeros eventos que se vuelva a desarrollar en situación de casi normalidad, a pesar de que será preciso el uso de mascarilla en la zona de salida y meta debido a la aglomeración de gente. Pero sin duda, un gran paso adelante en la reconquista de la ansiada normalidad.

Y uno no puede por menos que recordar la aquel 2 de mayo de 2020 cuando empezaron a aflojar las medidas restrictivas y nos dejaron salir a dar el paseo de las 20:00. Era increíble el ver la dehesa llena de gente, incluso la zona de la depuradora pese a su mal olor parecía la Gran Vía. Atrás queda la angustia que producía en aquellos días el salir a correr e ir cruzándote con tanta gente, el tener que mirar para otro lado si hacías una exhalación más intensa de lo habitual coincidiendo con un paso estrecho compartido con algún paseante.

No sé cuántos de los que se sumaron a la moda de la vida saludable en aquellos días vivirán su primera Tragamillas, pero sin duda son bienvenidos. Bienvenidos a la prueba de bandera del atletismo en la localidad y bienvenidos a los buenos hábitos. Y felicitarles, porque muchos fueron los que empezaron y pocos los que consolidaron esas buenas costumbres.

Pero la vuelta de La Tragamillas es algo más que la vuelta de un evento carismático del municipio, la vuelta de La Tragamillas supone una prueba de fuego para poner el termómetro de lo que puede dar de sí este pueblo.

Lejos queda aquel año 2007 en que comenzaba su andadura como un proyecto amateur salido de un grupo de amigos en la barra de un bar. En poco tiempo el evento creció apoyado en el boom del atletismo popular y bajo el cobijo de todo lo que significa el binomio “fiesta-El Castillo”.

Así, después de cinco o seis años de constante crecimiento, en el que incluso hubo que limitar las inscripciones para no masificar la carrera, llego un momento de estancamiento al que le siguió un tiempo de desgaste. Y es que el sacar un evento así año tras año con una organización amateur y a golpe de voluntarios no es una tarea fácil y más cuando te encuentras con una burbuja de eventos de este tipo que han proliferado como setas.

Así que no es de extrañar que la gente de El Castillo con Jose y Javi, cada vez menos metidos en el mundo del running, hayan decidido dejar la carrera. Es triste, pero es así, pues si al trabajo que cuesta organizar esto, le sumas desvelos y tensión, y el run run de “es que La Tragamillas ya no es lo que era”, la motivación cae.

Y ante esto yo me pregunto ¿Qué opinarían la mayoría de vecinos si La Tragamillas hubiese desaparecido del calendario? ¿Sacaríamos de nuevo el discurso destructivo de que “Villalba de asco” o volveríamos a vivir de la nostalgia de los años dorados de la ACB, El Viajazz, El CUC con jugadores del At. Madrid y otros delirios varios?

Pues sin, hemos estado a punto de perder una de las pocas cosas que atraen gente del exterior a Villalba. Y es que menos mal que la gente de Run and Run (con los hermanos Gómez Santero al frente) en un acto casi kamikaze, se liaron la manta a la cabeza y dieron el paso al frente para sacar la carrera de nuevo adelante. Una carrera que parecía inconcebible sin estar Jose Castillo y Javier Martín al frente. No se trata de una empresa fácil, pues contrariamente a lo que la gente piensa, estas carreras no son un negocio o al menos en este pueblo donde las subvenciones para este tipo de cosas son irrisorias y eso suponiendo que se obtengan (ya les anticipo que La Tragamillas este año no cuenta con partida municipal alguna).

J. M. Santero. Nuevo cabeza visible de La Tragamillas.  Foto "Aquí en la Sierra"

Todo parece indicar que la participación va a rozar los niveles prepandemicos de los últimos años, lo cual ya es un éxito dado el condicionante de Omicron durante todo el proceso de preparación de la prueba. Así que solo queda esperar que pese a que el tiempo meteorológico no va a ser tan benévolo como el de las semanas anteriores, la gente disfrute del evento, ya sea corriendo o animando, pues La Tragamillas lo necesita. Lo necesitan sus organizadores y colaboradores que necesitan ver que la gente disfruta y que el trabajo no ha sido en balde, lo agradecerá Collado Villalba, por devolver la ilusión a una población cada vez menos identificada con el pueblo y que ansía el ver algo de lustre en el mismo.

La cosa pinta bien a juzgar por lo que se ha podido ver por las RRSS y la página web, donde se ha podido observar un trabajo muy serio para modernizar la carrera. Me cuentan que se recuperaran cosas que la organización saliente ya trabajó en su momento como el acuerdo con restaurantes y la animación.

Antonio Ledesma, El Tragamillas

Así pues, todo suma para recuperar no solo la antigua normalidad, sino incluso el brillo y esplendor que en su momento tuvo Villalba. No miremos atrás, miremos al frente. Corre o anima, todo suma para volver a tener una “Villalba como la Queremos” o una “Villalba Capital de la Sierra”. A Villalba le han fallado sus políticos en estos años, pero lo que no podemos permitirnos es fallarnos a nosotros mismos.

miércoles, 8 de diciembre de 2021

Resumen 2021 (Enero - Abril)


Comienzo con esta entrada la serie dedicada a resumir este segundo año de pandemia que, si bien no ha sido tan complicado como el anterior, también ha tenido lo suyo.

Y es que hay que recordar que empezamos fuerte, que digo fuerte, muy fuerte, pues arrancamos el año con el temporal de nieve más importante que se recuerda en la localidad. Y así dividí el paso de Filomena en varias entradas, comenzando por una primera en la que analizaba los distintos escenarios de las previsiones, el amago del día anterior y las primeras horas del temporal en las que se empezaba a ver que esta vez la cosa era sería.

En la segunda narraba como fue el despertar en un pueblo incomunicado, pero con una estampa preciosa y con imágenes que si nos las llegan a contar sin haberlas visto no las habríamos creído. ¿Gente esquiando en Villalba? Que locura ¿verdad?

En la tercera entrada relataba como nos sumergíamos en la tercera jornada de temporal y empezábamos a tener algunas necesidades mientras el pueblo seguía bloqueado. Nos tocaba doblar el lomo a los vecinos para poder recuperar la normalidad lo antes posible a pesar de que la climatología no ayudaba lo más mínimo y mientras, las colas para comprar el pan parecían las colas del hambre en el tercer mundo.

En la cuarta y última entrada dedicada a Filomena, traté de analizar lo acontecido en esa difícil semana. ¿Había fallado la previsión? ¿No se tenían suficientes medios para abordar esta situación tan excepcional? ¿Se debe invertir más en el plan de inclemencias invernales? ¿Se debería trabajar en la creación de un plan de contingencia que permita al Ayuntamiento una actuación más rápida ante situaciones como esta?

Y cerraba el mes con una entrada dedicada a las antiguas salas de juegos o recreativos, que en poco se parecen a las actuales salas. Aquellas no servían bebidas, sin embargo, eran un punto de encuentro para la juventud y una de las formas más importantes que había para sociabilizar. Hubo un desarrollo tecnológico que las hizo evolucionar y hasta llegar a ser el eje sobre el que pivotaba el ocio de la juventud del momento. Tal vez esa tecnología accesible a todos fue su tumba, pues en unos años, la gran mayoría ya tenía ordenadores tan potentes como los emuladores de las salas de juegos en sus propias casas.



Y empezamos el mes de febrero que fue especialmente complicado en nuestro municipio, pues empezamos a enlazar cierres perimetrales de todo tipo a consecuencia de la pandemia y uno no sabía que sentir, si coraje, frustración o desilusión por ver como todo lo avanzado se iba al garete a pesar de que se estaba empezando a vacunar a nuestros mayores. ¿Tan mal lo estábamos haciendo los Villalbinos? ¿Nos había mirado un tuerto?

Y continuamos con una entrada dedicada a un importante cambio en la circulación vial en Villalba, el cambio de ubicación del semáforo de El Zoco. Un cambio motivado por la construcción de un supermercado y que ha condicionado desde entonces la forma de circular en dicho lugar, pues han aumentado los atascos y la congestión de la rotonda, si bien es cierto que yo me lo imaginé peor en su momento, pero está claro que hay más atascos y una circulación menos fluida.

Y sobre la nueva ubicación del semáforo realice una encuesta entre los visitantes del blog, cuyos resultados publique en una nueva publicación y que coincidían mayoritariamente con mi punto de vista.

Eso sí, antes llego una reflexión a raíz de una polémica carta de nuestra alcaldesa pidiendo prioridad hacia nuestro pueblo en los planes de vacunación dada la elevada Incidencia Covid que venía arrastrando nuestro pueblo por aquellas fechas. Hubo opiniones para todos los gustos y se generó un interesante debate similar al que se produciría unos meses más tarde sobre la conveniencia de vacunar a los menores de edad saltándose franjas de edad aún sin vacunar.



Y nos metimos en el mes de marzo, un mes en el que La Tragamillas ha gozado de un importante protagonismo pues tanto el blog como la popular carrera nacieron casi de forma simultánea y para quien esto escribe ha sido una experiencia muy gratificante hasta la fecha. Así que como no iba a echar de menos a nuestra Media Maratón en este difícil año (recordemos que la edición del 2020 se celebró casi sobre la bocina del confinamiento). Y es que aproveché este esperemos “parón técnico” para repasar un poco lo falto de tradiciones que está nuestro pueblo y el escaso éxito del que han gozado algunas de ellas lanzadas con gran respaldo y buena acogida en un primer momento, pero con un corto recorrido. La Tragamillas parecía ser la excepción que confirmaba la regla. El tiempo dirá.


Continuábamos el mes con una entrada política de esas que cada vez me da más pereza escribir, pero el movimiento de Diana Barrantes y su ruptura con el partido de Vecinos por Collado Villalba era un hecho noticiable. Por un lado, el PP asestaba un golpe definitivo a la oposición, pues al pasar la tránsfuga a engrosar el Equipo de Gobierno, este pasaría a tener una mayor estabilidad. Por otra la opción municipalista se veía herida de muerte, pues la falta de estructura y la herida dejada por Diana, son de muy difícil cura y más con el evidente “divorcio electoral” entre electorado y partido. Pero esto es algo de lo que ya tenemos precedentes en Collado Villalba con el caso ADEI y su líder caído en desgracia. ¿Se repetirá la historia?

Y seguimos con el dichoso Covid y la evolución de lo que en aquel momento era la tercera ola. Como estábamos bajando desde aquellas terribles cifras de cuatro dígitos, pero no conseguíamos estabilizar la curva en valores que no fuesen preocupantes. ¿Se acuerdan lo que nos costó bajar de los famosos 500?

Y Terminé el mes de marzo con una entrada que tal vez se tenía que haber escrito hace mucho más tiempo, pues la importancia del Guadarrama en nuestro municipio es clave. Factor clave para que los primeros pobladores se asentaran en este lugar y para que años después lo hiciesen algunas de las importantes empresas que llegaron y permitieron el desarrollo del pueblo. El volver a ver al rio en grandes cotas de esplendor gracias a las lluvias y a Filomena, me han facilitado el saldar la deuda pendiente.

Este año la Semana Santa se nos coló en el mes de abril y con ella llegó uno de los dulces más típicos, clásicos y universales de nuestro país, la torrija. Y aunque es un dulce que mucha gente hace en sus casas por estas fechas, en los últimos tiempos se ha convertido en un clásico en la carta de postres de muchos restaurantes (algunos con versiones que poco tienen que ver con el original y a un precio de quitar el hipo más que el hambre pese a su alto valor calórico). Y por ello me quise acercar a uno de los lugares de Villalba más mencionados en las RRSS por la calidad de su torrija y así certificar si la calidad se ajustaba a los comentarios.

Pero abril fue también un mes muy extraño, pues murieron casi sin separación temporal dos personas importantes de nuestro municipio, dos concejales que, aunque en las antípodas ideológicas, eran representantes de todos los Villalbinos en la elección de los designios de este municipio. Todo ello dentro del marco de una feroz campaña electoral por el poder en la Comunidad de Madrid que supuso el desfile por nuestro municipio de casi todos los primeros espadas de la política de la región.

Y para finalizar el mes, un año más dedique una entrada a la tradicional ruta de la tapa, que en esta ocasión tenía una gran importancia por suponer un importante respaldo para un sector tan capital y que tan mal lo ha pasado durante toda la pandemia. Aunque no la disfrute mucho, sí que puedo decir que lo que probé me gustó bastante y que en líneas generales se vio una franca mejoría con respecto a otros años. Esperemos que se consolide la línea ascendente para futuras ediciones.

domingo, 7 de marzo de 2021

Tradiciones y La Tragamillas

Cartel 1ª edición de La Tragamillas
 Ya he comentado en más de una ocasión, que Collado Villalba es un pueblo sin “Historia” con mayúsculas y que a duras penas conserva un poco de “su historia”.

El caso, es que la falta de un patrimonio histórico interesante, pues hay que reconocer que la Fuente del Caño Viejo solo tiene interés para los aborígenes, sumado a una arquitectura caótica y vulgar, hacen que nuestro pueblo no resulte especialmente atractivo al visitante.

Así que sin historia y sin patrimonio, nos quedarían las tradiciones y costumbres del lugar, de las que bien pocas se conservan y gracias la mayoría de las ocasiones a románticos como la Cofradía de San Blas.

Así pues, a lo largo de los últimos años, a las fiestas patronales se han ido tratando de sumar nuevas iniciativas que fomentasen el interés en nuestro municipio. Y las ha habido de muchos tipos, pero la mayoría de ellas han ido pereciendo o tienen una repercusión muy limitada.

En el plano cultural, tuvimos los intentos de Viacelta (Festival de música celta) de corto recorrido por lo marginal del estilo de música y la posterior competencia de su hermano mayor Viajazz, que a pesar de su nombre envolvía a un espectro musical mayor y que murió víctima de su excesiva grandeza. Algo insostenible para un municipio como este y que saltó por los aires con los cachés de grandes estrellas como Brian Wilson y especialmente Bob Dylan y Sir Elton John.


Elton John, máximo exponente del despilfarro del Viajazz

En el plano deportivo, tuvimos la famosa experiencia del Club Baloncesto Collado Villalba y su singladura por la ACB, que fue muy bonita mientras duró, pero que solo era viable por el empuje del BBVA y que en cuanto este dejó el patrocinio resultó imposible de reconducir. Hubo otras experiencias menores con clubes de baloncesto femenino, futbol sala… Pero nuevamente, una pequeña ciudad no puede dar cobijo a esos proyectos sin el apoyo privado y más con el déficit de instalaciones que presenta Collado Villalba.

También en el plano deportivo, tuvimos durante unos años la presencia de la Clásica de Alcobendas. Una prueba ciclista que iba vinculada a la Vuelta Ciclista a España, pues el organizador era el mismo, Unipublic. La historia a groso modo era que, Villalba colaboraba en el mantenimiento de la prueba menor y a cambio tenia garantizadas una serie de presencias en la “Gran Ronda” Un nuevo despropósito económico insostenible para las arcas municipales que incumplían sistemáticamente sus presupuestos anuales a pesar de la enajenación de terrenos públicos.



En el ámbito cultural y social, uno de los últimos grandes intentos ha sido el de la procesión de Semana Santa del Cristo del Camino. Una propuesta que venía a tapar un hueco, pues nuestro pueblo carecía de pasos religiosos hasta hace bien poco, pero que difícilmente podía competir con otras Semanas Santas más asentadas por la zona como la de San Lorenzo de El Escorial o Galapagar.

Luego han ido surgiendo una serie de eventos que arrancaron con un cierto interés y que poco a poco se han ido diluyendo en la mayoría de los casos, como el mercado “goyesco-medieval”, la ruta de la tapa, la feria de la cerveza, etc. Cosas que en otros lugares han funcionado y siguen funcionando muy bien, pero que por unas cosas u otras en nuestro municipio no han cuajado.



Una de las pocas cosas que surgieron en los últimos años y que si ha conseguido echar raíces ha sido
La Tragamillas, que precisamente en el día de hoy debería haber celebrado su 15ª edición. Surgió como un proyecto modesto en el que pocos dentro del pueblo apostaron por él. Y en el que incluso sus principales promotores en un principio nunca pensaron que podrían llegar a meter los 800 corredores previstos para su primera edición. Una organización totalmente amateur y sin casi experiencia en la organización de nada ni medio parecido y en un mundo en el que Internet empezaba a tomar importancia mientras ellos seguían tomando comandas apuntando palotes con su lapicero sobre una agenda de bolsillo.

Javi y Jose, los culpables de todo esto

Pero las cosas con ilusión y esfuerzo salen reforzadas y ganan adeptos, como fue en el caso de este evento. Así al año siguiente la estructura organizativa se reforzó y consiguió tapar esas lagunas a la par que explotaba las virtudes que consiguieron que fuese un éxito, en especial el movimiento del voluntariado que tanto anima y da soporte a esta carrera. De esta manera, la carrera conseguía una organización que poco tenía que envidiar a las de las carreras organizadas por empresas profesionales y por el contrario gozaba de apoyo y respaldo de casi todo el pueblo, como las modestas carreras organizadas por clubes deportivos.

Una combinación que hasta ahora ha sido un éxito. Un éxito con altos y bajos, pero que ha logrado sobrevivir ya a dos crisis sin que su calidad se haya visto mermada y dando un resultado que está muy por encima de algunas pruebas con más solera o incluso de otras organizadas en municipios más potentes económicamente, con menos hándicaps o incluso buena parte de las pruebas similares de capitales de provincia.

Hay otros eventos deportivos en Collado Villalba que tal vez gocen de un mayor nivel deportivo dentro de su disciplina, pero la conexión del evento con el municipio es a día de hoy única. Gracias en gran medida a ser un evento popular y a que toma sus calles.

Lamentablemente Mariola no podrá hacer el disparo de salida de la Tragamillas 2021 y sufriremos un parón en la organización del evento. Un parón que esperemos que no vaya más allá de uno o dos años, pero que se ve amenazado por los “imponderables” que separan la antigua de la “nueva normalidad”.

Edición impresa "El Mundo"
Sin embargo y pese a que todo va a ir muy condicionado a la evolución de la crisis sanitaria, no quiero quedarme con el duelo de haber perdido esta edición de La Tragamillas, quiero quedarme con el detalle de que a lo largo de esta semana no han parado de sucederse mensajes y referencia a ella en las distintas RRSS. Incluso he tenido la percepción de mas alusiones a La Tragamillas que a las fiestas patronales o incluso a la cabalgata de reyes.

Y todo ello significa que hay un compromiso del pueblo y los vecinos con La Tragamillas y eso tiene que ser el primer ladrillo sobre el que se cimienten las futuras ediciones de uno de los pocos eventos que han llegado y se han quedado, uno de los pocos eventos “Marca Collado Villalba”.



domingo, 15 de diciembre de 2019

Resumen 2019 I

Imagen de una actividad navideña.

Pues toca empezar a resumir este año 2019 que empieza a abandonarnos. Se nos presentaba como un año muy interesante en algunas facetas, pues la agitación política en un año electoral levanta todo tipo de pasiones e ilusiones y más en una cita como la de este año con record de candidaturas.

Sin embargo, todo esto no se tradujo en un especial dinamismo en lo que a mi dinámica en cuanto a la hora de actualizar el blog y como viene siendo habitual en los últimos años, me costó mucho arrancar y no lo hice hasta el mes de marzo salvo una entrada recién pasada la navidad en la cual hice un breve repaso por varias de las actividades y eventos que tuvimos durante esas fechas que ya tenemos tan cercanas.

Y esa primera entrada a la que hacía referencia del mes de marzo, fue como una especie de ejercicio de reflexión interna y de búsqueda en mi interior de algo que me motivase para seguir con esta “vida paralela” en la que de vez en cuando me toca ir de Quijote o Don Pelayo.

Y no fue hasta casi acabado marzo cuando volví con las pilas cargadas a retomar la actividad del blog, aunque por las distintas RRSS siguiese activo. Y lo hice de la mano de una de las pocas cosas que a día de hoy me tocan la fibra para luchar por este pueblo y eso que cada equis tiempo sale alguien a tirarme chinitas a la cara o quererme enfrentar con mis compañeros de fatigas para estas lides (estas cosas son algo más que un síntoma de la enfermedad degenerativa que afecta a este pueblo).

Pero no voy a perder más tiempo en este tema, que si llegase el momento ya hablaríamos largo y tendido del asunto, porque lo realmente importante es la temática de aquella entrada. Y es que La Tragamillas ha servido este año para dar a conocer a varios artistas de los que tratan de hacerse un hueco en los escenarios y a los que casi ni conocemos en nuestro pueblo y en el cual viven. Siempre se ha dicho aquello de que es muy difícil ser profeta en tu tierra, pero en este caso, al menos se les ha dado un pequeño y modesto escaparate para poder dar a conocer su talento.




Así que tras hacer un pequeño repaso al trabajo que desinteresadamente realizaron para La Tragamillas tanto Carlos Alevito como la gente de Improvisierra, nos encontramos con el mes de abril y con la campaña electoral ya sobrevolando en todo tema candente de la vida del pueblo.

Victoria Cuadrillero. Posible olímpica guadarrameña
Aún así, empecé el mes con una entrada en la que hacía una crítica hacia el estado de salud del deporte local vistos los éxitos que cosechan los pueblos vecinos y la escasa cosecha que logran los nuestros en líneas generales. La relación entre habitantes, clubes y resultados ofrece un claro déficit en nuestra contra y en algunos casos no ofrece ni tan siquiera capacidad de réplica o debate. Algo lleva fallando muchos años en el deporte villalbino y se sigue sin medicina o alivio para los males que sufre. Todo ello agravado este año por el descenso del equipo de futbol por antonomasia del municipio (segundo en tres temporadas), que tras varios años de crisis institucional, no parece que logre hacer suelo desde el que rebotar. Un indicador muy significativo.

Ya en los últimos días de abril, tomaba protagonismo el programa de fiestas de San Jose Obrero, o de El Gorronal. Un programa de fiestas de cierto nivel para unas “fiestas chicas” como se las denominaría en otros pueblos, al no corresponderse con las del patrón del pueblo y ser por unas cosas u otras las terceras en importancia del municipio. Y como no podía ser de otra forma, la política empezaba a salpicar todo en esos días y el programa de fiestas no iba a ser una excepción y más después de la elección de un artista tan posicionado políticamente como Jose Manuel Soto como artista estrella.

Y cerré el mes con una primera parte de lo que era mi


Jose Manuel Soto. Artista de las pasadas fiestas de San Jose Obrero
quiniela de cara a los resultados que podíamos esperar en la cita electoral que teníamos ya a la vuelta de la esquina. Un ejercicio en el que trate de alejarme mucho de lo que se ve por las Redes Sociales y tratar de ser lo más objetivo y analítico posible. Creo que era imposible acertar, pero creo que tampoco estuve muy desencaminado.

domingo, 11 de febrero de 2018

La Mini Tragamillas



Desde este blog a lo largo de todos estos años, han sido numerosas las entradas relativas a eventos deportivos y en especial a los relacionados con el atletismo, así que el nacimiento de la nueva prueba la “Mini Tragamillas” tenía que tener su espacio en el mismo.

Por ello he decidido incluir esta entrevista con uno de los miembros de la organización.

  • ·         ¿Cuál es es el motivo que os ha impulsado a lanzaros a organizar una nueva competición en Collado Villalba?

Desde hace once años, llevamos organizando la Media Maratón de Collado Villalba y hemos pensado que era un buen momento para tratar de dar un empujoncito a la que consideramos fiesta del atletismo de nuestro pueblo.

  • ·         Ante un calendario tan saturado de carreras populares, ¿hay espacio para una prueba más, máxime cuando la participación de La Tragamillas ha venido descendiendo en los últimos años?

Creemos que sí y por eso nos hemos lanzado al ruedo. Las cifras de participación de La Tragamillas se han venido resintiendo desde hace unos años debido a la gran competencia y a ciertas particularidades propias de nuestra carrera. Por ello hemos decidido “arropar” a La Tragamillas con esta versión más corta y menos dura.

  • ·         Hablemos de esos motivos que han llevado a La Tragamillas a esa bajada de la participación mientras el auge del running no para de crecer.

Es cierto que el fenómeno del running no ha parado de crecer en los once años que han transcurrido desde que se celebró la primera Tragamillas, pero no menos cierto es que este fenómeno también ha ido cambiando.

Por un lado han aparecido innumerables carreras populares por todos los pueblos y a lo largo de todo el calendario. La Tragamillas nació en un entorno donde era una carrera fantástica para preparar el Maratón de Madrid, estábamos en el selecto grupo junto con Getafe, El Pardo, Ciudad Universitaria, Madrid y Latina, todas distribuidas en poco más de dos meses y sin otras citas destacadas en las provincias limítrofes. Ahora se han ido sumando otros pueblos a lo largo de la geografía de la Comunidad de Madrid, y eso ha provocado que esos cerca de 800-900 corredores que llegaban desde más allá del eje de la A6 se hayan visto muy mermados.

Pero por otro lado, el perfil del runner de hoy en día no es el mismo que el de hace una década. El corredor popular de hace diez años descubrió el mundo de las carreras populares y le enganchó hasta el punto de que la gran mayoría acababan con un mínimo de diez carreras al año. Sin embargo el corredor de hoy en día no busca tanto el correr carreras sino simplemente el correr y se ha hecho muy selectivo a la hora de elegir las competiciones a las que se inscribe. Por ejemplo, un corredor del centro de Madrid se encuentra con que el precio de inscripción de sus dos carreras de referencia como la San Silvestre de Madrid o el Maratón, se han disparado a más del doble de lo que costaban hace siete u ocho años, por lo que si no tiene posibilidades de aumentar su presupuesto para inscripciones, tiene que “recortar” el número de carreras a las que se apunta.

Además, La Tragamillas es una carrera un tanto singular, ya que su trazado rompe piernas y con muchos tramos de tierra la hace tener la etiqueta de “carrera dura” y precisamente los corredores que buscaban antes este tipo de carreras, ahora se han pasado al fenómeno de las “carreras de montaña” y los “trails”, quedándose La Tragamillas un poco en tierra de nadie. Demasiado dura para los asfalteros y amantes de batir sus marcas, pero sin alicientes para los que siguen esta nueva tendencia.

  • ·         ¿Y cómo se plantea la organización el defender el evento?

Desde hace años tenemos claro que el running crece en gran medida en el segmento femenino, sin embargo no hemos sido capaces de lograr traspasar este efecto a las inscripciones de La Tragamillas. Centenares de mujeres de todas las edades corren por los parques de Collado Villalba, sin embargo siguen sin verse motivadas para el desafío de La Tragamillas. En unos casos por miedo a la competición, en otros por miedo a la dureza o la distancia. Si lográsemos que empezase ese trasvase del deporte salud hacia la competición, no de ganar medallas ni trofeos, sino simplemente del afán de superación y vivir la experiencia de una carrera, habríamos dado un gran paso para la consolidación definitiva de La Tragamillas.

Con esta línea de trabajo realizamos el pasado día 26 de enero un entrenamiento guiado especialmente a este segmento de público con la presencia de dos entrenadores contrastados como Alejandro González y Marina Damlaimcourt.
Alejandro González y Marina Damlaimcourt

Este es uno de los motivos que nos han movido a organizar la Mini Tragamillas, la captación de esos corredores noveles que aún tienen miedo a la distancia y la dureza de nuestra carrera. U otros segmentos importantes como los de aquellos que han visto forzada su preparación por lesiones, trabajo u otros factores personales.

Y todo ello sin olvidar otro segmento de corredores que en los próximos años empezará a tener mucha importancia, la de aquellos que por edad ya no se vean con el ánimo de correr distancias tan largas y prefieran “bajar” a zonas de confort de menos kilometraje.

  • ·         Pero choca el que siendo la proliferación de carreras uno de los factores que han influido en el desgaste de La Tragamillas, la solución planteada sea la organización de otra carrera.

Si, parece una incongruencia, pero si lo analizamos un poco en profundidad no lo es tanto. Se va a tratar de dos carreras distintas orientadas a públicos distintos. Si antes me refería al tema de la participación de las chicas en La Tragamillas, los primeros números que manejamos para la versión Mini nos hacen ser relativamente optimistas en cuanto a haber logrado el objetivo de que muchas mujeres quieran participar de la fiesta. No es fácil lograr la participación de féminas de La San Silvestre que roza el 30%, pero sin duda mejoraremos el 12.5% que presentó el año pasado La Tragamillas.

Por otro lado, la saturación del calendario en nuestra zona de influencia más próxima, no se da hasta la segunda parte del verano, cuando muchos pueblos tienen sus tradicionales pruebas pedestres coincidiendo con el inicio de sus fiestas patronales, lo que nos dejaba un hueco. No hay tantas carreras de esta distancia en fechas próximas en las localidades de nuestro radio de acción.

  • ·         ¿Pero no hay peligro de que la gente “abandone” La Tragamillas para pasarse a la Mini y dejar muy maltrecha a la carrera “grande”? ¿Hay suficientes sinergias entre una y otra prueba?

Está claro que se producirá un trasvase de la carrera de 21km a la corta, pero pensamos que ese impacto es mucho menor de lo que podemos ganar por meter esos corredores que hasta ahora no habían podido disfrutar de nuestra carrera.

Recorrido de la Mini Tragamillas
Una carrera de un tamaño medio como es La Tragamillas, necesita un mínimo de inscritos si se quiere que el proyecto sea viable económicamente. Hace unos años empezamos a entrar en el difícil punto de equilibrio entre ingresos y gastos llegando a ser una carrera deficitaria en alguna edición contrariamente a lo que la gente piensa. Afortunadamente se pudo aguantar el tirón y por eso sigue existiendo la carrera, pero sin duda se encendieron las alarmas, porque jugábamos en un terreno de juego distinto al de cuando empezamos allá por el año 2007. Los patrocinios son menores, las inscripciones bajan en número, no puedes subir precios y tu vocación es la de mantener unos estándares de calidad que siempre han sido santo y seña de la carrera.

La nueva carrera nos facilita más corredores y por tanto más ingresos. Muchos de los gastos son compartidos y los recursos, especialmente los humanos serán los mismos,  pero también vamos a tener nuevos  gastos como por ejemplo los premios y trofeos o en cronometraje, ya que es un servicio que hay que reforzar y la inscripción de la carrera mini a duras penas paga el coste de la bolsa del corredor. Afortunadamente hemos logrado algún nuevo patrocinador para compensar la perdida de alguno que se “ha caído”, lo que nos hará ir con las espaldas un poco más cubiertas y con el riesgo más controlado. Pero en este tipo de eventos te hace falta un mínimo de participación para cubrir gastos y nos estábamos acercando peligrosamente a él.

  • ·         ¿En qué situación estaríamos hablando de que la iniciativa habría sido un éxito? ¿Qué es lo que como organizador le da más miedo o teme que le deje alguna noche en vela?

Todo lo que fuese sobrepasar las 1200 inscripciones conjuntas estaría muy bien y alcanzar las 1300-1400 sería un éxito sin ninguna duda, ya que no solo habríamos tapado la hemorragia, sino que habríamos logrado un crecimiento de un 20-30%.  

Como organizador, los mayores miedos o nervios, vienen dados por todo lo que significa el luchar contra el factor de la novedad, especialmente en el tema del recorrido. Collado Villalba es un municipio complicado para organizar este tipo de eventos por las dificultades de movilidad.

Y en el capítulo deportivo, el que la carrera mini no provoque alteraciones en el desarrollo de la media maratón. Es decir, que los corredores no se equivoquen en los desvíos, que los más rápidos de la “mini”  se encuentren las zonas de avituallamiento limpias y no tengan que ir esquivando demasiadas botellas, ya que hay que tener en cuenta que a su velocidad requiere un esfuerzo y atención especial, así como que los adelantamientos de estos corredores más rápidos a los corredores más lentos de la media maraton, sean fluidos. En todos estos factores se centraran buena parte de nuestros esfuerzos como organizadores de aquí a la disputa de la prueba
Si conseguimos atar todos esos cabos, creo que si el tiempo acompaña, tendremos una fantástica jornada de atletismo popular en nuestro pueblo.

Desde el blog solo desear que el evento sea todo un éxito y que Collado Villalba se reafirme como referente del atletismo en toda la comarca.


martes, 22 de noviembre de 2016

Las "triunfitas" villalbinas



Hace unas semanas asistíamos al 15º aniversario del último gran fenómeno de masas de la televisión en España, algo que difícilmente se podrá igualar en el futuro pues el reparto de audiencia televisivo hace impensable esas cuotas de pantalla, aunque la proliferación de otros fenómenos “virales” vía redes sociales hace que no lo descartemos del todo.

Sí, estoy hablando de O.T. (Operación Triunfo), ese primer talent show que se coló en nuestros televisores a principios de la década pasada. Y muchos os preguntareis que carajo hago hablando del programita si la temática de este blog suele estar ceñida a lo que pasa en Collado Villalba y es muy raro que escriba algo fuera de este ámbito. Y más raro aún les parecerá a quienes me conozcan mínimamente, pues no es que yo sea un seguidor de este tipo de programas, mucho menos de los que se trata de un escaparate humano.

La música me gusta bastante, pero no soporto el que se coloque la etiqueta de gran cantante a aquel que hace gorgoritos sin venir a cuento y esos concursos en los que si quieres pasar el casting tienes que ser más flamenquito que el mismo Camarón. Así que poco puedo aportar sobre OT, pues vi muy poquito y lo poquito que vi fue ya en las últimas semanas.

Pero el motivo de esta entrada es que con motivo del reencuentro de los concursantes de la primera edición, han vuelto a la palestra algunos de esos nombres que ya han caído en el olvido y esto me ha recordado que Collado Villalba ha estado presente en OT, el mayor fenómeno televisivo de los últimos años.

Y es que todos sabemos que Edurne ha sido vecina de Collado Villalba, que ha sido una persona comprometida con ONG’S locales incluso antes de ser famosa y otras cuantas cosas más que ya comenté por aquí en una entrada que añadí a mi colección de personajes famosos de Villalba. 

Además cada año vuelve a estar en el candelero por aquello de si su novio hará mudanza o no.

Sin embargo, la relación de OT con Collado Villalba no acaba ahí, pues Verónica Romeo también tiene un pequeño nexo de unión con nuestro pueblo, ya que la cantante tiene familia en nuestro municipio y precisamente gracias a ello fue la madrina de la primera edición de La Tragamillas, una pequeña aportación que suponía mucho para la promoción de una carrera sin ninguna historia hasta ese momento y tan falta de promoción y referencias para atraer corredores de fuera. Esta misma función la cumplió Edurne un año después en la edición de 2008.

Desconozco si la cantante ha pasado por nuestro municipio en muchas o pocas ocasiones, pero supongo que en los últimos tiempos no habrá caído por aquí, pues tiene fijada su residencia más allá del Océano Atlántico.

Y así como Verónica se alejó del pequeño lazo que la unía a Collado Villalba, Mireia Montávez ha recorrido el camino contrario, pues la cantante no tenía ninguna relación con Collado Villalba cuando pasó por la academia. Sin embargo y por cosas de la vida, ha terminado fijando su residencia en nuestro municipio, donde vive desde hace años.

Así, la cantante montó un pequeño negocio de hostelería en el polígono vinculado a unas pistas de pádel (si mis informaciones no me fallan). Pero hace tiempo que dejó dicho negocio para volver a retomar su vocación y volver a los escenarios que abandonó desde el cese de actividad de Formula Abierta, el acomodo que buscó la academia para algunos de los triunfitos del primer año. Asi, primero lo intentó con una banda en la que cantaba versiones en pequeños eventos y luego a través de “La Banda de Mireia”. Y es que tras su maternidad vio un hueco en el mundo de la música infantil y ahí decidió volcar sus esfuerzos y su trabajo al más puro estilo de la alpedreteña Teresa Rabal.

Así con este grupo ya ha ido tocando por distintos lugares de la geografía española y tratando de asentarse entre los distintos grupos que intentan asaltar el trono de reyes de la infancia que ahora mismo parece desierto y que en tiempos ocuparon la Familia Aragón, Enrique y Ana, Parchís, etc… Por cierto, Edurne también estuvo en ese asalto al trono en los comienzos de su carrera con el grupo Trastos.

Resultó chocante el ver a Mireia en el reportaje del reencuentro en lugares de Collado Villalba. Seguramente muchos desconocían que la cantante era vecina de nuestro pueblo, como la gran mayoría desconocen su involucración en varios eventos sociales que se han hecho en nuestro pueblo como la campaña de “Todos con María” en beneficio de una niña con una de las catalogadas como enfermedades raras.

Y si, Mireia también tuvo relación con La Tragamillas, solo que esta no termino de cristalizar a pesar de llegar a  grabarse una maqueta que habría sido la canción oficial de aquel año.


Mirándolo así y desde esta perspectiva, OT  y Collado Villalba tienen mucha relación.



domingo, 13 de diciembre de 2015

Resumen 2015 I (Enero-Marzo)

El 2015 va dando sus últimos coletazos. Un año en el que han pasado muchas cosas en Collado Villalba a través de los 365 días que tiene el año.

Empecé con una entrada resumen del año anterior con los meses que van de julio a septiembre a la que siguió otra del último trimestre para cerrar los resúmenes del año 2014.

Y tras los resúmenes entrabamos en harina con este año que se nos va y que mejor forma de hacerlo que con una entrada relativa al acontecimiento que sirvió de cierre de año en lo que a lo social y deportivo se refiere en nuestro pueblo, La San Silvestre. Una carrera que se enfrentaba a un gran desafío y que salió airosa, pues había que poner toda la carne en el asador para conseguir sobreponerse a los fallos organizativos de la primera edición. Está claro que el objetivo se logró y no solo por la venta de los 1000 dorsales que se agotaron y que seguramente se volverán a agotar en la edición de este año, sino porque el nivel tanto organizativo como deportivo fue altísimo, como promete serlo este año.

La siguiente entrada fue la número 500 del blog. Una cifra redonda y casi inimaginable cuando empecé esta andadura hace ya unos cuantos años dando rienda suelta a mi intento de sacar al periodista o narrador frustrado que llevo dentro. Una intromisión en un mundo que se tornaba especialmente peligroso tras los acontecimientos de la revista francesa Charlie Hebdo.

Pero el mes de enero nos trajo otra triste noticia, el cierre de los Cines Estrella. Unos cines que tantas tardes de ocio nos habían dado a los villalbinos y que tras su cierre hacen que la oferta de ocio de Collado Villalba se vea reducida de una forma importante y si me apuran alarmante. Todo ello acompañado de la perdida de una enseña que forma parte de la adolescencia y la niñez de muchos de los habitantes no solo de Villalba, sino de toda la comarca del Guadarrama.

Y para cerrar el mes de enero decidí sumergirme a bucear entre el archivo del blog para ver cuáles son los gustos de aquellos que me siguen o cuales han sido las entradas que han logrado un mayor favor de mis visitantes.


Diversos acontecimientos me arrasaron literalmente y me fue imposible actualizar el blog durante el mes de febrero, por lo que no hubo actualización hasta el mes de marzo. Y como no, la actualización venia de mano de La Tragamillas, a la cual volví a acudir fiel a la cita, para seguir manteniendo el pleno. Un pleno que este año ha salido caro en lo personal, pues fue la edición más sufrida de cuantas he hecho y porque me ha dejado unas secuelas a las que aún no he conseguido dar la espalda.

En lo organizativo ha sido una de las mejores ediciones con un duelo tremendo por la segunda posición, ya que el ganador ha sido Youness Ait Hadi, que con extraordinaria solvencia se alzaba con su cuarto triunfo. Mientras Rosa Teresi lograba su segundo triunfo en categoría femenina. Una edición sin incidencias salvo  que las niñas del Andraga no pudieran mostrarnos sus habilidades por culpa del viento.


Y para cerrar el trimestre me permití el salirme de la temática local para recuperar un debate que había tenido en el fin de semana en torno a la figura de los Beatles. ¿Eran tan buenos o eran solo un gran grupo? Seguro que cada uno tiene su opinión.


lunes, 15 de junio de 2015

La Reina de las pasarelas



El pasado sábado Mariola Vargas fue nombrada alcaldesa de Collado Villalba, esta vez tras ser ella la numero uno de la lista más votada. La jornada transcurrió con relativa normalidad, ya que al parecer, un pequeño grupo de antiguos trabajadores del Ayuntamiento al que se sumaron otras personas, decidieron montar algo de follón en el exterior del salón de plenos. Al parecer y según ellos, lo que se eligió el día 24 de mayo no es democrático, pero a uno ya no le sorprende nada.

Y es que si nos tenemos que sorprender por algo, podríamos hacerlo por ejemplo, por los palos recibidos por Juan José Morales y los suyos de parte de algunos que se han hecho llamar socialistas, que les criticaban el no apoyar a Cambiemos Villalba a pesar de que por un lado la lista de Cambiemos tenía menos votos que el PSOE y por otro, ese supuesto cambio de voto no habría influido para nada en la elección de Mariola como alcaldesa. Seguramente que si el PSOE hubiese votado a Cambiemos, algunos (posiblemente los mismos) les habrían tildado de flojos y sabe dios qué otras lindezas.

Pero lo realmente importante, es que ya tenemos alcaldesa. Una alcaldesa a la que ya conocemos en las formas y en el fondo, por lo que el plazo de los 100 días antes de evaluación lo podemos reducir sensiblemente a pesar de los cambios que vaya a realizar en las distintas concejalías, unos derivados de la disminución de concejales del PP y otros por el cambio de dichas personas. ¿Abrirán estos cambios las puertas a algunos de los que se han quedado con la miel en los labios para ser cargos de confianza como pudiera ser El Tragamillas como asesor de deportes? Es solo una suposición, pero a día de hoy no pongo la mano en el fuego.

De momento, lo primero que habrá que pedir a nuestra reelegida alcaldesa, es que finalicen todas esas actuaciones que empezaron a pocos días de las elecciones y que han sufrido un “sospechoso parón”, llámese reforma de la dehesa o construcción de las diversas pasarelas previstas.

Precisamente las pasarelas parece que serán el legado que Mariola nos va a dejar a los villalbinos, hasta el punto de que voy a empezar a considerarla “La Reina de las Pasarelas”. Lejos quedaron los tiempos de Elle McPherson o Claudia Schiffer, ahora reina Mariola. Y es que la alcaldesa se nos ha embarcado en la construcción de no una, sino tres pasarelas. La primera es la que unirá las piscinas con la zona del ferial. Una pasarela que ya lleva un buen retraso, pues llevamos dos años en los que se nos ha dicho que ese era el último año en que habría que cruzar la Carretera de Navacerrada sin ella, pero me da a mí que no llegan a tiempo para este año y que volveremos a tener la misma respuesta.

La segunda es la que dará acceso al hospital desde las urbanizaciones colindantes salvando el Arroyo de la Poveda. Según dicen, una vez obtenidos los permisos de la Confederación Hidrográfica del Tajo, su construcción será inminente. Otra cosa es que no se cuanta gente la va a usar, ya que yo veo bastante más gente cruzando por la zona del tanatorio que por allí.

Y finalmente, la pasarela de Honorio Lozano, que con todos mis respetos, de momento tiene todas las papeletas para convertirse en el “Mojón” del legado que nos entregará Mariola cuando un día deje de ser alcaldesa. Ahí quedará encastrada entre esos dos grandes fiascos de la época de José Pablo. La gran fuente que nunca funciona y que costó un riñón y parte del otro y el Vigía del Collado. Todo ello para ir en perfecta armonía con el famoso túnel.

Se está diciendo que la gente lo demandaba, pero lo cierto es que a nadie le he escuchado un comentario al respecto, mientras que sí que son casi unánimes los comentarios de los que una vez comenzada la obra están considerando que es un derroche y un absurdo, pues la pasarela está a poco más de 40m o incluso menos del paso de peatones de El Mirador y con la rampa esa distancia se ve reducida a escasos 20m. Y a todo esto le tienes que sumar el tener que atravesar un nuevo paso de peatones que entorpecerá la circulación en esa vía. Sin embargo, el paso de peatones de la zona de La Fragua del Rey ha quedado aún más peligroso tras la supresión de los bolardos azules que delimitaban el carril de incorporación y las bandas sonoras. Se ha perdido una ocasión perfecta para poner un badén que evitase que la gente circulase a velocidad excesiva en un punto crítico en el que tarde o temprano lamentaremos algo más gordo como ya dije por aquí.


En definitiva, si hasta las más divinas resbalan en las pasarelas, nuestra reina también.


lunes, 1 de junio de 2015

Personajes V. Edurne

La actualidad de las elecciones nos ha dejado eclipsada la noticia de la participación de una vecina de nuestro municipio en el festival de Eurovisión. Cierto es que el festival ya no es lo que era en nuestro país, pero fuera del mismo, en otros países sigue siendo un acontecimiento, y que una vecina nos haya representado ya es motivo de “orgullo y satisfacción”. ¿Se imaginan por un momento que Salome  hubiese sido de Villalba en el momento de ganar el festival?

El caso es que me he decidido a incluir a Edurne en mi lista de personajes del pueblo, ya que creo que la chica ya había hecho méritos suficientes tras sus distintos proyectos musicales y televisivos, pero más aún ahora después del injusto trato que se le ha dado tras el festival de Eurovisión.

Edurne nació el 22 de diciembre de 1985, por lo que este año cumplirá los 30 años. Desde muy pequeña empezó a subirse a los escenarios, pues formo parte de un grupo infantil de cierta importancia “Trastos”, pero sin duda alguna, lo que la catapultó a la fama fue su paso por Operación Triunfo, siendo elegida en la cuarta temporada del famoso concurso, cuando ya no era oro todo lo que tocaban los triunfitos. Aún así tuvo un papel notable logrando ocupar el sexto lugar aquel año y logrando un contrato con Sony. Está claro que algo vieron en ella y visto con perspectiva ¿Cuántos de los “triunfitos” de las cuatro primeras ediciones han tenido una carrera más notable que la suya?

Ese primer disco lanzado en 2006 fue disco de oro, llegando a ser el tercero más vendido en una semana y el single “Despierta” fue número uno en las radios de Grecia. Unas cifras que no son ni buenas ni malas tal como está el panorama de la venta de discos.



Un año después saca un nuevo disco con un sesgo de música mucho más bailable, que lejos de consolidar su carrera musical la deja más “indefinida”.

En ese momento surge la oportunidad de probar su capacidad como actriz y se pasa al musical Grease, que interpretará durante dos temporadas distintas con gira por toda España incluida.

Tras el paso por los musicales, Edurne ha sacado nuevos trabajos musicales que han pasado sin pena ni gloria a pesar de que ha logrado estar siempre en el candelero gracias a otra faceta profesional en la que ha destacado, la de concursante en programas de famosos. Así en 2010 participó en “Mas que baile” donde quedó segunda finalista. Pero más repercusión tuvo su paso por “Tu cara me suena”, programa del que salió ganadora en su tercera edición gracias a sus buenas imitaciones, especialmente la de Beyoncé.




También ha sido presentadora de un programa de Prime Time en Cuatro “Todo va bien”, que tuvo que dejar al ser elegida para representar a España en Eurovisión. Buena elección la suya, pues el programa acabó cancelándose al poco tiempo.

También es imagen de varias marcas de ropa y cosmética, aunque tal vez sea más famosa por temas de “cuore” tras confirmarse su romance con David De Gea, el portero del Manchester United, al que todo el mundo coloca como próximo portero titular del Real Madrid y la selección para el próximo año. Famosa es la encerrona que le prepararon atribuyéndole unas declaraciones en las que afirmaba que Manchester era más fea que la parte de atrás de un frigorífico. Las malas lenguas dicen que tiene mucho que ver en la decisión de David de volver al fútbol nacional.

Pero como he dicho, esta parte es tal vez la que menos me importe de Edurne. La que me importa más es la de nuestra vecina que hasta ahora se ha paseado tranquilamente por nuestras calles y ha sido madrina de proyectos de ONG’S como Apascovi o la segunda edición de La Tragamillas, cuando tanto se necesitaba de que todo el mundo arrimase el hombro para poder hacer una gran carrera. Pasar una mañana entera de domingo prestándose a hacerse fotos con todo el mundo es una cosa que se agradece.

El pasado día 23 Edurne se subió a los escenarios en Viena para representarnos por muy devaluado que esté el festival para nosotros. Evidentemente para ella es su trabajo, pero no le quitemos romanticismo al tema. La chica actuó correctamente, a pesar de que la voz le traicionó en el último momento, pero raro es el cantante que en directo no tiene un fallo y más si tiene coreografías y un despliegue físico importante. Los que dicen que la canción no es buena, en mi opinión no es un megahit, pero si es una canción buena para el festival. No está de más saber que la han compuesto los mismos que lograron el exitazo de Euphoria, la antepenúltima ganadora del festival y que fue un pelotazo en todo el mundo. Y si os fijáis en la música de Amanecer, hay una gran similitud, casi peligrosa, con Frozen de Madonna. Así que la canción tampoco fue la culpable, si acaso su promoción, porque a estas alturas nadie entiende que se saque ahora en inglés en lugar de haberla sacado antes del festival para que la gente que podía votar la conociese. 


Así que podemos decir que Edurne ha sido víctima del sistema de votación instaurado en Eurovisión hace unos años y que penaliza a los países históricos lleven lo que lleven a dicho festival. ¿Qué no iba a ganar de ninguna forma? Puede ser, pero desde luego la clasificación no refleja la calidad del trabajo de nuestra vecina y mucho menos su entrega, lagrimita incluida. Seguiremos pendientes de la carrera de la chica a pesar de que su estilo no sea muy próximo a mis gustos musicales.



lunes, 9 de marzo de 2015

Tragamillas 2015.

Pues otra más y van nueve Tragamillas para la saca. Debo decir que a la vuelta de verano me propuse recuperar un poco el estado de forma que tuve tiempo atrás. Consciente de que los años no pasan en balde y de que bueno es ponerse un objetivo en lo deportivo, pero que a nivel popular tampoco es cuestión de sacrificar tantas cosas por un par de minutos en una media maratón, empecé a entrenar un poco más en serio, algo que me duró poco más de un mes y medio.

Después vino el cambio horario, la dificultad para compaginar los entrenamientos con otras actividades, el frio, la sinusitis y otras molestias físicas que me tuvieron en vilo durante un buen tiempo. Y claro, el tiempo se echó encima y hubo que volver al manual de la supervivencia y tratar de sacar el máximo rendimiento posible a vivir de las rentas y ya sabemos cómo están los tipos de interés, por los suelos.

El caso es que al menos este año contaba con el referente de la San Silvestre para recordar lo que es el ponerse un dorsal en la camiseta, que no tiene nada que ver pues son carreras muy distintas, pero al menos tenía una cierta referencia, lo que unido a un par de salidas más o menos largas por el recorrido me hizo ver cómo podía encontrarme por las calles de Collado Villalba el gran  día. Especialmente importante fue la salida del fin de semana anterior, pues se presentó el enemigo que luego tendríamos el día de la carrera, el viento.

El caso es que corregidos errores del año pasado como fue el hacer una cena más bien pobre, este año me presente en la línea de salida con un puntito de optimismo, aunque con dos hándicaps nuevos, la falta de tiradas largas de referencia y los gemelos terriblemente cargados en las últimas salidas que presagiaban lo que luego sucedió.

La mañana comenzó temprano, con los rituales ya preparados en la noche del día anterior para apurar al máximo el descanso, que esta vez ha sido mínimo en los días previos por aquello de “la otra Tragamillas”. El caso es que llego a la zona de salida y el dispositivo de la policía tiene todo tan protegido, que me las veo canutas para poder entrar, a pesar de identificarme como miembro del club organizador de la prueba. Tras dar un par de rodeos, al final accedo al lugar.

Un contratiempo de última hora surgido el viernes, nos obliga a tener que cambiar un par de detalles de la infraestructura y hay que dar las consignas oportunas a la empresa del cronometraje, pues les afectan directamente y gracias a su predisposición nos sacan del pequeño apuro.

El día se ha levantado con viento, como toda la semana que ha precedido a la prueba. Va a ser una dificultad añadida a los 21km, pero también para los que organizan la meta, pues  no hay manera de tener los arcos en pie. Alguno se declaró en rebeldía total. Pero el viento también se llevó por delante la exhibición que nos habían preparado la gente del club de gimnasia acrobática Andraga. Era imposible mantener las colchonetas en el suelo y no se podía poner en peligro la integridad física de las niñas, las cuales seguro que ya estaban en pie cuando se les comunicó que no podían llevar a cabo la exhibición. Fue un varapalo para mi, pues era una cosa que me hacia especial ilusión.

Como todos los años tras hacer mi primera fase del trabajo de voluntario en la carrera, me dispongo a ser de la partida, para lo cual me introduzco en la panza del grupo, aunque esta vez un poquito más adelante ya que como he dicho, tenía previsto tratar de forzarme un poco más. Allí vuelvo a saludar a una chica que momentos antes había atendido y le doy unas referencias del recorrido a su grupo, pues son debutantes en la carrera.

Se da el pistoletazo de salida y nos introducimos en la dehesa como todos los años, no entramos en la nueva variante que nos ofrece la obra de mejora de la misma, pues habría supuesto un cuello de botella y menor fluidez en la salida. Así que vamos hasta el parque de la bandera sin cambios, cambios que si tendremos en ese punto, pues vamos por dentro de la dehesa pasando por detrás del Vázquez Díaz. Un pequeño cambio, pero que permite ir más rápida la carrera y que no se atasque hasta pasado el nuevo puente que te devuelve al tramo original, ahí sí que había una pequeña retención, pues al estrechamiento del puente hay que sumarle el inmediato giro de 90º, pero a la altura de carrera en la que iba yo, calculo que serían máximo 3”. Seguimos por la dehesa y hay otro pequeño cambio, pues dejamos atrás el pequeño terraplén tras el kiosko, que es sustituido por la variante más suave que tenemos a nuestra izquierda. Todo esto ha hecho que la carrera haya tenido una salida más rápida, aunque también yo la haya tomado un pelín más avanzado que en ediciones anteriores, con lo que por detrás igual no se ha notado tanto.

Justo en la parte del tanatorio enlazo con el globo de 1h 50’. La idea era ir con él un tiempo para recuperar y luego si veía que las fuerzas me acompañaban, dar el resto para bajar la marca de esa cifra redonda. Algo que no era un reto hace unos años, ahora si lo es. El caso es que tras el subidón que siempre genera el salir de la dehesa arropado por toda la gente que se ha acercado a la salida, comienza la zona de asfalto y veo que el ritmo tal vez sea demasiado rápido, sospecho que el guía del globo trata de hacer una pequeña bolsa de tiempo para no machacar a la gente en el tramo entre Honorio Lozano y la zona del pueblo. Así me lo confirma y por ello y por los datos que refleja mi Garmin, me vuelvo más conservador. Es un ritmo en el que voy relativamente cómodo hasta que llego al Coto, donde empiezo a sufrir un poco el ir ese puntito por encima de mis posibilidades. Tal vez yo tenga que sacar la calculadora un poco antes de lo previsto. Como ya hice el año pasado, me he llevado un gel energético para buscar ese plus antes de la parte más dura. No era un recurso al que recurriese tiempo atras para este tipo de carreras, pero al aproximarme a las dos horas de ejercicio, es una opción a sopesar. Así que en el segundo avituallamiento me reservo la botella y una vez finalizada la subida que nos devuelve a la carretera de Galapagar, que está siendo animada por gente disfrazada como El Tragamillas, empiezo a tomármelo. He decidido dar prioridad al avituallamiento y la recuperación que a seguir al globo, al cual he decidido dejarle marchar a la espera de que con la bajada de ritmo de la subida más una posible recuperación en la dehesa me sea suficiente para entrar en meta en su compañía.

Empieza la Calle Real y se nota que hace buen día, pues hay bastante animación en la calle gracias a las charangas, grupos de música, baile, etc. La rotonda de El Mirador, estaba a rebosar. Y justo al finalizar la subida de Honorio Lozano y empezar la de Los Altos de Villalba, me empiezan a dar calambres en los gemelos. No me he roto, pero voy camino de ello y la carrera pasa a ser totalmente distinta a partir de ese momento. En otra carrera muy posiblemente habría abandonado, pero es La Tragamillas y no estoy por la labor. El calor ha facilitado que mi problema recurrente vuelva a aparecer a pesar de las medidas preventivas que había tomado como las medias de compresión. Sigo sufriendo y sufriendo y veo cada vez más difícil el terminar la prueba, pero hay que seguir. El ver a gente que iba por delante de mí tener que comenzar a andar e incluso a una de las chicas del grupo de la salida que también lo ha tenido que hacer entre lágrimas, a pesar de cómo me pasó en el puente de El Planetocio, me hacen que cierre los ojos y me pida un último esfuerzo. La rampa de bajada desde el Camino de la Fonda a El Raso, es un atentico suplicio y la gente me lo ve en la cara y trata de darme ánimos. He pasado lo peor, siempre y cuando mis gemelos acepten el trato. El pueblo también está animado y parece que aguanto otro poco, pero me da miedo cuando haya que volver a la dehesa y me tenga que enfrentar a un nuevo cambio de superficie. Pero curiosamente los calambres aunque sin desaparecer, si se van haciendo más intermitentes y puedo apretar un poco en la subida final, que esta vez hacemos por el interior de la dehesa y cuyo final estaba tomado por una gran cantidad de público que no para de animar.

Solo queda la entrada al estadio y es posible entrar en el tiempo de 1h 50’ de tiempo neto a pesar de que el globo entra cuando a mí me queda la recta final. El objetivo original se escapó por muy poco, pero el principal, que era tener una más en la saca si se ha logrado, lo cual es muy meritorio tal como se desarrollaron los acontecimientos. Lástima que parece que esta edición me va a dejar otra marca en forma de lesión en el psoas o el oblicuo a la que no di importancia ese día por todo lo sufrido con los gemelos, pero que sí parece que ha venido para quedarse.

Ya tocaba disfrutar del resto de la jornada, una jornada en la que las quinielas se cumplieron y Youness Ait Hadi recuperó su trono en el palmarés y en el que Juan Cuadrillero aunque no logró la victoria, si consiguió su cuarto pódium a pesar de que el trio de marroquíes más jóvenes que él partían con ventaja. Muy meritoria su segunda plaza en la edición en la que se vio más lucha por el pódium, aunque sigue sin superar el nivel de la edición de 2010 en cuanto a marcas.
En las chicas Rosa Teresi logró su segundo triunfo consecutivo e iguala a Beatriz Fernández Francos en el palmarés.

Mucha fiesta, alegría y una gran jornada para el pueblo, que ha vuelto a estar en boca de todos los amantes de este deporte y que nuevamente ha aprobado con muy buena nota la reválida de una nueva edición. Una edición en la que he visto familias corriendo con carritos, entre ellas una ilustre de esto como Ana Isabel Estévez, a la que su pareja iba pidiendo moderación en el ritmo, pues no era fácil transitar con el carro entre la gente y a esos ritmos e incluso a un invidente (cosa que se me antojaba un tanto complicada por los tramos de El Coto).






La próxima entrada prometo hacerla más liviana, a pesar de haberme dejado cantidad de anecdotas en el tintero,  pero es que ya sabéis como me vengo arriba con La Tragamillas. Eso sí, prepararos para la siguiente, que será la X. Pero antes os recomiendo visitar la galeria fotografica de Facebook de la asociacion fotografica de la Sierra de Madrid. de donde he sacado todas estas fantásticas fotos.