martes, 20 de marzo de 2018

Aguas revueltas

Foto del grupo Vecinos de Collado Villalba

Las aguas bajan revueltas por Villalba, y no me refiero a las aguas del rio Guadarrama a su paso por nuestro municipio tras las últimas lluvias, me refiero a otro tipo de aguas que si todo sigue así, podrían llegar a ser “aguas estancadas” o casi “fecales”.

Y es que queda poco más de un año para que tengamos que pasar de nuevo por los colegios electorales a elegir quien dirija los rumbos de nuestro pueblo y todos los partidos comienzan a mover ficha con el objetivo de derrocar al PP después de dos legislaturas convulsas y poco productivas.
Aún es pronto para hacer pronósticos y máxime cuando no sabemos aún como se diseñará el mapa de las opciones para depositar nuestro voto, pero si empezamos a ver movimientos muy significativos que pueden darnos una ligera idea de a lo que nos vamos a enfrentar.

En el caso de IU lo primero que habrá que saber es si concurren aliados con Podemos o si por el contrario serán listas distintas. También habrá que saber si la alianza a nivel nacional va a tener consecuencias al paso por los comicios locales. Particularmente, creo que IU Villalba está por encima de la nota que saca la coalición de izquierdas en el conjunto nacional.

En el caso de Cambiemos Villalba, habremos de estar atentos a si se confirma la noticia de que la formación de Pablo Iglesias concurrirá a las elecciones con su marca líder y abandonará las “marcas blancas” usadas en las anteriores elecciones. De concurrir con el nombre de Podemos, el futuro de la formación morada es más que incierto. No parece que sus actuaciones a nivel local hayan supuesto un gran cambio en la vida municipal, y el partido a nivel nacional está en unos extraños y complicados equilibrios que muchos de sus votantes no terminan de entender (Cataluña, derogación de la Prisión Permanente Revisable, despenalización de la venta ambulante…) Los últimos sondeos no les han sido favorables y creo que han empezado a tener un cierto desgaste.

Llegamos al partido naranja, que con tanta fuerza irrumpió en el Ayuntamiento de Villalba, hasta el punto de convertirse en juez y parte de la política local. Una gran oportunidad que perdieron desde el minuto uno, en el primer pleno en el que respaldaron las asignaciones salariales del equipo de gobierno. Desde entonces no sabemos muy bien a que han jugado Henche y sus secuaces (los que quedan tras el terremoto interno que acabó con el apartado de toda tarea ejecutiva de la concejala díscola). No creo equivocarme si avanzo que todo lo que pudiera haber ganado la formación a nivel nacional por los efectos “Arrimadas” y “voto útil de centro-derecha”, se irá por la alcantarilla en nuestro pueblo al permanecer la formación de espaldas totalmente a lo que demandan los vecinos.

Y en estas aparece una nueva formación independiente local “Vecinos por Collado Villalba”, que surgiendo con la base de la escisión de C’s y con la aspiración de recoger una buena cantidad de los votos de la casi difunta UPyD, más el descontento de PSOE y PP, podría tener algo más que una mera representación testimonial. Recordemos que ahora mismo el gobierno del PP se sustenta en una minoría de un solo concejal. Aún es pronto, porque habrá que saber si se presentan más partidos tipo Pacma o alternativas de esas “raras de última hora”, pero ellos han comenzado a caminar y poco a poco van asomando la cabeza. Cuando conozcamos mejor la candidatura podremos saber si se llegará a un “sorpasso” o quién sabe si a algo como lo de Guadarrama o Torrelodones.




Pero llegamos a la parte más jugosa del análisis, la que afecta al PSOE. Y es que hablar del Ayuntamiento de Collado Villalba y referirse al PSOE es casi uno. Por un lado por haber sido el partido que más veces ha ganado las elecciones y además en casi todas ellas por mayoría. Por otra, porque buena parte de sus trabajadores entraron a trabajar bajo los mandatos de Carlos Julio López Jiménez o José Pablo González.

Pero lo cierto es que aquel PSOE hegemónico en poco se parece a este que aún se lame las heridas de la cornada mortal del  Josepablismo tardío. Y es que a la lucha interna nacional, hay que sumar la local, donde habrá que saber hasta qué punto “Vituco” ha conseguido que todo el partido reme en la misma dirección. A tenor de la rueda de prensa del hasta ahora portavoz del grupo municipal Juan José Morales, las aguas bajan muy revueltas.

Está claro que la nueva ejecutiva ha decidido romper con la dirección del partido en los últimos años y parece que vuelve a girar otra vez 180º a recuperar la línea del último mandato que ostentaron. Incluso parece que vuelve a asomar la sombra del ínclito José Pablo por la candidatura, en una maniobra un tanto arriesgada, pues del mismo modo que buena parte de la militancia no ha olvidado a su líder y no perdonan la “traición” de Morales al asumir que hubo graves errores en los últimos tiempos de su mandato y que había que cambiar el rumbo, una buena cantidad de vecinos tienen presentes los años de derroches y la megalomanía del antiguo alcalde. Algunos aún esperan sentados un sincero “me equivoque” en algunas de sus decisiones más importantes de los últimos años, pero su ego se lo impide. Parecen ignorar que  el pueblo tiene más memoria de lo que algunos creen. Y son muchos los que conocen a alguien que tuvo que cerrar su negocio o lo vio contra las cuerdas durante las obras de Honorio Lozano, otros muchos pasan a diario por algunos de los “santo y seña” del derroche de la época dorada del Josepablismo, como la rotonda del Canguro, el Vigía del Collado ¿Alguien vio alguna vez los torrentes de agua en Romacalderas? ¿Cuantos fueron a ver a Pitingo en el último Viajazz?

Lo dicho, demasiado grave y reciente todo, como para volver a caer en los mismos errores. El PSOE tendrá que ofrecer algo distinto, mucho más nuevo e ilusionante que el viejo PSOE.

Y a todo esto, ¿qué sabemos del PP? Algunas quinielas marcan la salida de la alcaldesa por decisión propia para reincorporarse a su trabajo de médico, pero nada hay seguro al respecto. De momento ahí permanece todo quieto, para que mover nada, si la incompetencia de unos y otros sumada a la falta de dialogo para hacer un frente común contra ellos es su mejor baza electoral.

Así que todos quietos y viendo volar los sables en el resto de formaciones y  como caen los opositores antes de llegar al rin de combate. Y ellos sin mojarse ni aún en el centro del “no parking” del Hospital de Villalba. Vamos, que no se han pringado ni los bajos de los pantalones a pesar del barro que nos han traído toda esta sucesión de temporales invernales.