martes, 25 de agosto de 2015

Muy, pero que muy torpe

Gran torpeza la de nuestra alcaldesa. Menudo notición ha colgado en Twitter. ¿Desde cuándo el mal de unos se convierte en algo bueno para otros?

Además, ¿como puede ignorar que una gran parte de villalbinos trabajan o tienen familia en "zona peligrosa".

¿Qué será lo próximo?  Supongo que esto otro también es una gran noticia para Collado Villalba, pues no tenemos ese problema.


Alguno podrá decir que este comentario no lo ha subido ella personalmente sino su community manager. Pero de ser así, también sería una gran torpeza. La torpeza de elegir como personal para esa tarea a gente que no está a la altura del cargo y mucho menos del sueldo que se llevan.


jueves, 20 de agosto de 2015

Barometro de educación para la ciudadania

Parque de Postdam
Poco a poco el verano va dando sus últimos coletazos. Cierto es que desde hace unos años la temporada estival abarca bastante más que el clásico mes de agosto de vacaciones de principio a fin. Los días ya son más cortos y la vuelta al cole ya asoma en los comercios a golpe de costosísimas campañas publicitarias. Cuidado con los Minioms, que amenazan con convertirse en plaga a partir de la semana que viene.

Años atrás, otro clásico de estas fechas era el bombardeo de los coleccionables de lo más variopintos y enciclopedias de todo tipo, pero ya sabemos cómo funciona el mundo editorial desde que tenemos este gran invento del todo gratis por internet.

Y como no, también van llegando los momentos de los propósitos de enmienda, el recuperar buenos hábitos o empezar a tenerlos como los clásicos dejar de fumar, ponerse a dieta, acudir al gimnasio, aprender inglés para encontrar trabajo o para ese viaje que deseas hacer en tus próximas vacaciones.
Pero como el calor todavía aprieta, uno tiene aún calientes los recuerdos de este verano y si me permiten, voy a traer a colación una cosa que he venido observando en los pocos viajes que he hecho en mis vacaciones a lo largo de estos años.

Afortunadamente he tenido la oportunidad de poder conocer otras culturas y otros países, sorprendiéndome con un denominador común en la mayoría de los sitios en los que he estado, el respeto por lo público. Es asombroso ver la limpieza de ciudades como Berlín o Londres, donde especialmente esta segunda, es un auténtico hervidero de gente dificilísimo de gestionar, donde la gente come en la calle, en cualquier plaza o banco o tirado en el césped. No caes en la cuenta de eso hasta que te encuentras con que no tienes papelera donde tirar esa botella de agua o el papel del currywurst que has comprado en un puesto callejero. ¿Qué hacen con los desperdicios esa gente? Pues muy sencillo, si es preciso caminar con él durante 100 metros hasta poderlo tirar en el lugar apropiado se hace y si esa papelera está llena, se espera a la siguiente. No como aquí, donde aunque se tenga la papelera al lado del banco en el que esta uno comiéndose el helado se deja el envoltorio en el suelo. Que decir de esos enemigos de la limpieza pública llamados chicles y pipas.
Como ejemplo les comentaré una anécdota vivida en Berlín. Un hombre acaba de comprarse un helado y en el primer lengüetazo la bola cae al suelo. Parece la imagen de un sketch o una comedia televisiva, pero todo alcanza mayor hilaridad cuando mi compañero de viaje y yo observamos como el hombre intenta volver a poner la bola en el cono. ¿Se la ira a comer…? Pues no, el hombre estaba retirando los restos de su helado para que nadie lo pisara y se manchase o pudiese caer. Vamos, que igualito que aquí con las dichosas caquitas perrunas.

Estos pequeños detalles hacen más humanas y habitables las ciudades, pero para eso hay que educar a las nuevas generaciones en el respeto a lo público, ya sean jardines, calles, mobiliario urbano… ¿Cómo hacerlo? Evidentemente lo más importante es la labor de cada uno en su casa con los suyos y todo ello apoyado en los colegios y con campañas que vayan más allá de la impresión de panfletos. Demos una vida alternativa a nuestros parques y calles y hagamos participes de esta vida a todos, especialmente a los más pequeños.

Claro está que tal vez me esté siendo más utópico que un discurso de Tsipras hace un par de años, pero al menos se debería intentar, pese a que sé que estoy pidiendo peras al olmo. Si no han sido capaces en estos años a la hora de hacer las nuevas calles de dotarlas de elementos de seguridad para peatones y ciclistas, solo por poner un ejemplo.


Escena típica en Amsterdam
Y para terminar y hablando de bicis, que buen barómetro es el ver el uso de la bici en las grandes ciudades europeas para comprobar el desarrollo de un país. Ver cómo la gente se mueve en el centro no solo de Ámsterdam, el paraíso ciclista, sino de otras ciudades más grandes como Berlín y saber que en Madrid la empresa que gestiona el alquiler de las mismas tiene que afrontar gastos enormes por vandalismo y hurto, pone a cada uno en su lugar y desgraciadamente el nuestro en este capítulo roza el tercermundismo.

domingo, 9 de agosto de 2015

De San Blas a Santiago

Como últimamente esta la cosa local muy agitada entre acontecimientos luctuosos y otros temas de actualidad, mejor voy a dedicar esta entrada a tratar de reflexionar sobre las fiestas patronales ahora que ya ha pasado el tiempo suficiente como para poder tener un poco de perspectiva y no valorar las cosas en caliente.

Vaya por delante, que todo lo relacionado con las fiestas, siempre ha sido de lo que más interés ha generado en este blog, por encima incluso de las elecciones locales y otro tipo de entradas de corte más político o de seguimiento de acontecimientos tales como La Tragamillas o la San Silvestre. Está claro que la gente se interesa por las fiestas, bien por ser algo que hasta ahora ha sido “universal” en cuanto al público al que van dirigidas, bien por las ganas de desconexión de otros.

Esta claro que estas fiestas han sido las fiestas de la austeridad. Algo que a estas alturas no sé si se tiene que aplaudir o censurar dado el alcance al que han llegado estos recortes en festejos. Bueno, en realidad estoy  mintiendo, pues yo si lo tengo claro y lo he demandado a lo largo de todos estos años. Otros han expresado este mismo pensamiento, pero luego no han tardado en atacar el programa de fiestas en cuanto se presento. Cierto es, que era muy mejorable.

Pero vayamos por partes. Está claro que en las circunstancias económicas en las que se encuentra el municipio, tenemos un problema con las fiestas. Ya en tiempos de José Pablo me parecía un disparate que un pueblo con un presupuesto de unos 78 millones de euros gastase uno en fiestas. Cierto es que en los últimos años empezó un pequeño gesto de recorte, pero claramente insuficiente para la situación del municipio. Teniendo en cuenta que el presupuesto del ayuntamiento actualmente es de poco más de 52 millones, ¿Cuánto podemos gastarnos en fiestas y que tipo de fiestas se pueden hacer con ese dinero? Para mi esa es la gran pregunta antes de meternos en harinas de nombres de artistas, no vaya a ser que nos de para pipas y poco mas.

Debemos tener en cuenta las actividades que se encuentran bajo la tutela de la concejalía de festejos, que si bien no las financia todas al 100%, si tiene que soltar la mosca para su desarrollo.

·         Fiesta "La Luminaria" - San Sebastián: 20 de enero.
·         Fiesta de San Blas - San Blas: 3 de febrero.
·         Fiestas de "San Blasín" - San Blas: 4 de febrero.
·         Matanza Extremeña: Febrero
·         Peña Redondera: Lunes de Pascua.
·         Fiestas del 1º de mayo - San José Obrero: 1 de mayo.
·         Fiestas de San Antonio - San Antonio de Padua: 13 de junio.
·         Encuentro de Casas Regionales: Fin de semana tras San Antonio
·         Fiestas de  Los Negrales: Primer fin de semana de julio
·         Fiestas de Santiago Apóstol: 25 de julio.
·         Carnavales

Aunque varias de ellas sean de pequeña entidad, lo cierto es que hay otras que no son moco de pavo y así tenemos 2 ferias taurinas, 4 castillos de fuegos artificiales… En definitiva, que si te pones a sumar sale un pico y tal vez en el caso de algunas de estas fiestas habría que olvidarse de esa grandiosidad y orientarse más a la participación popular, pues al fin y al cabo son fiestas de barrio, dejando las posibles actuaciones más importantes para las fiestas de Santiago, que son las fiestas grandes del pueblo.

Estos días, se han prodigado en internet las comparaciones con las fiestas de San Lorenzo de El Escorial, que están repletas de pequeños eventos, pero a las que se les criticaba que tampoco tenían artistas de caché. Ya he comentado otras veces, que la calidad de los artistas es la que es y la capacidad de convocatoria está reservada a unos pocos, que normalmente no actúan en recintos sin paso por taquilla, de ahí lo complicado de lograr las famosas “tres b”.

Y por otro lado, un medio ha dado la oportunidad a las distintas fuerzas políticas de que ofreciesen su programa festivo alternativo. Unos programas en los que se promocionarían especialmente pequeñas actividades deportivas y culturales (de poco tirón para el público de masas) y que ya me dirían como pensarían llevar a cabo, pues el Ayuntamiento a lo largo de estos años se ha mostrado incapaz de organizar nada en estos campos sin la ayuda de la iniciativa privada. En el caso de El Escorial, se va a hacer en colaboración con los clubes deportivos y otras asociaciones, pero aquí lo veo difícil dado el aburguesamiento en el que están ancladas la mayoría de clubes y asociaciones desde los tiempos en los que el dinero fácil llegaba a sus cuentas gracias al despropósito de una política de subvenciones como la que tenía José Pablo González en los tiempos de bonanza. Si a eso le sumamos que en las fechas de Santiago Apóstol los equipos no están en competición ni con sus plantillas disponibles, se reducen las posibilidades de hacer algo digno a mínimos.
 
Que no digo que no sea esa una buena línea de trabajo a seguir, pero que para nada es tan fácil como lo han puesto algunos en los medios de comunicación y que tampoco te garantizan el éxito y a las pruebas me remito con patinazos organizativos en nuestro municipio muy recientes.

Otros apuestan por la creación de festivales importantes de música al estilo del que se organiza en Gredos, pero esta opción me hace recordar mucho al Viajazz, del cual las últimas facturas de Sir Elton John salieron del despacho del concejal de hacienda no hace mucho tiempo. Además, no tardarian en salir quienes dijesen que eso no es bueno para el pueblo pues se trataria de una actividad elitista. El citado festival de Gredos tenia sus entradas mas baratas en el entorno de los 50€, que no es mucho para ese tipo de evento, pero si que provoca que  el evento abandone su caracter universal.




La recuperación del ambiente festivo en Collado Villalba no va a ser algo que venga a golpe de talonario (con las arcas vacías) ni se va a lograr de la noche a la mañana sin el trabajo de todos. Así que ya que tenemos cargos políticos que se llevan sus buenos cuartos por ello, pónganse a trabajar y a justificar sus sueldos.