lunes, 30 de septiembre de 2019

Misión Imposible


Hace poco más de una semana, se presentó la agenda cultural para el último trimestre del año en nuestro municipio. Un trimestre que viene en cierto modo marcado por la presencia de las navidades, época en la que la gente suele disfrutar un poco más del tiempo libre y/o en familia.

El programa está en línea con lo que hay por otros pueblos de los alrededores. Nuevamente no hay nada por lo que ponernos la etiqueta de Capital de la Sierra, salvo que cuando saquen la programación navideña tiren la casa por la ventana, algo a lo que no nos tienen acostumbrados en este campo. 

Y es que, en lo que a teatro, música y demás artes escénicas se refiere, suele ser una programación que viene dada por lo que haya en itinerancia para la red de teatros de la Comunidad De Madrid. De ahí, que como he dicho, no haya gran diferencia entre la programación de nuestro pueblo y lo que se pueda ofertar en otros pueblos.

Sin embargo, sí que hay una gran diferencia entre Villalba y esos otros pueblos. Intente hacerse con una entrada y ahí tendrá la respuesta, pues en nuestro pueblo es casi misión imposible hacerse con una. Yo al menos ya desistí hace tiempo y cuando planeo una de mis pocas visitas anuales al teatro, busco algún pueblo cercano o alguna oferta en el centro de Madrid y ya de paso veo teatro como Dios manda.

Basta mirar este pequeño resumen que he hecho del aforo de distintos teatros de nuestra zona o pueblos equiparables a Collado Villalba. Ojo que no he tirado a la zona noble donde atan los perros con longaniza (Las Rozas, Majadahonda, Pozuelo, Aravaca, Boadilla…) y que no he realizado ningún descarte de ningún municipio para ofrecer datos ventajistas, todos los consultados están metidos en el cuadro.



Este cuadro es la triste realidad de la pobreza de recursos de nuestro municipio en cuanto a dotaciones culturales se refiere, con una Casa de la Cultura obsoleta e insuficiente a pesar del alivio que le supuso la creación de la Escuela de Música hace ya unos añitos.

Coincidirán conmigo, en que el dato de que nuestro teatro sea casi un  40% mas pequeño que el menor de los elegidos en este muestreo, deja la imagen del municipio por los suelos en lo que a cultura se refiere.

La nueva legislatura ha abierto un pequeño resquicio a la esperanza tras la elección de Pepe Colmenero para llevar la concejalía, quien fue uno de los impulsores del fallido proyecto de nuevo teatro que se trató de sacar adelante en la última legislatura socialista. No lo tiene fácil, pues se chocará de pleno con la falta de parné, pero si se lograse un teatro que al menos doble el aforo del actual y lograse la rehabilitación del edificio de La Malvaloca, el municipio ganaría mucho en un campo en el que estamos jugando en la última división regional.

Tal vez con un proyecto más cercano a la realidad de las necesidades en la reforma de la Plaza de los Belgas, habría facilitado la misión, entre tanto, seguiremos consultando las agendas de otros pueblos o las webs tipo Atrapalo.com, etc. Total, que en verano abandonados y el resto del año emigrando.
  

lunes, 16 de septiembre de 2019

Pachangas y otoño


Aunque aún estén pendientes de paso los famosos veranillos de San Miguel y del membrillo, lo cierto es que ya podemos ir poniendo el cierre al verano de este año, pues los días otoñales han decidido pasar a visitarnos antes de lo que lo venían haciendo últimamente.

Y todo bajo los coletazos aislados de los restos de la famosa Dana que tantos estragos ha generado por buena parte de la costa mediterránea. Afortunadamente, en el caso de la Sierra del Guadarrama todo ha quedado reducido a alguna lluvia intensa, pero sin ni tan siquiera llegar a tormenta.

Así el pasado domingo la lluvia puso ese color gris que a algunos les causa más depresión que escuchar los grandes éxitos de Los Secretos, pero en mi caso eso no fue lo más triste de estos días, pues he podido ver algo que ha revuelto mis recuerdos de infancia y amenaza con enterrarlos.

Estos días, en la urbanización Peñanevada I, han empezado unas obras que de momento han arrasado con la pista deportiva de la que gozaba dicha urbanización a la que tengo asociados tantos recuerdos.
Para poner en antecedentes, esta urbanización era la típica de segunda residencia de muchos madrileños que venían en invierno y los menos todos los fines de semana desde su construcción a principios de los años 70 y hasta entrados los primeros noventa. Una urbanización cuyos pisos no eran gran cosa, pero con buenos parques y jardines, así como piscina y la citada pista deportiva.


Esa pista era objeto de deseo por parte de la chavalería que vivía alrededor de la urbanización, pues estaba libre durante todo el tiempo salvo fines de semana y verano. ¿Como no acercarnos a tirar unas canastas en pleno boom del baloncesto en Villalba y evitar así arraigo de las telarañas? Si es que ni aun juntándose todos los críos de la urba conseguían formar equipo para jugar una buena pachanga. Además, los que vivían todo el año en la urbanización no solían poner pegas, pues eran nuestros amigos, aunque los fines de semana y en verano, alguno se cambiase de chaqueta y nos mirase por encima del hombro y argumentasen el famoso “bajamos al pueblo” en cuanto salían de la puerta de la urbanización, expresión que a los indígenas villalbinos nos repateaba.

Así pues, solo teníamos un obstáculo para poder usar esas pistas, Andrés el conserje. Un hombre mayor y de corpulencia intimidatoria para los chavales y con el que había que estar atento si no querías llevarte alguna colleja, pues algún tirón de oreja propició el señor Andrés. Entre semana levantaba un poco la mano, pero había que estar ojo avizor, pues tenía un cierto carácter bipolar y tras unos cuantos paseíllos sin decirnos nada, podía aparecer de la nada e ir a por nosotros propiciándonos un buen susto y la correspondiente carrera asociada.

Así que entenderán que para mí se trata de algo más que una simple obra, pues en cierto modo, en los escombros de esa obra se está enterrando mi poco espíritu de James Dean. Ojalá se trate de una pequeña obra de impermeabilización de los garajes que están bajo la pista, que bien pudiera ser dado la antigüedad de la obra y puesto que está asentada sobre unos aún más antiguos depósitos de agua, pero el ver que han quitado hasta el perímetro de piedra me hace albergar mis dudas. Ya hace un tiempo cortaron las canastas de baloncesto, algo que me imagino que vendría dado o bien por no estar homologadas por temas de seguridad o bien por las molestias del ruido que provocaban por ser su tablero una chapa metálica.
Si se confirmase la perdida de las pistas en la urbanización además de la perdida de una parte de la memoria de este barrio, se produciría algo aún peor, la confirmación de su envejecimiento, algo paralelo a la lenta e inexorable muerte que está sufriendo nuestro pueblo sin que le demos ni tan siquiera una aspirina que calme sus males.

Seguro que alguno de los que ha llegado con su lectura hasta aquí, recuerda esas pachangas o los grandes partidos de fútbol sala de los mayores de la urbanización. ¿Os acordáis de “Pelé” y su camiseta de la canarinha?  



martes, 3 de septiembre de 2019

Agosto por la borda...


Se va acabando el verano y un año más, nuestro ayuntamiento nos ha obsequiado con “la nada más absoluta”. No se ceben con el actual equipo de gobierno, pues esto es algo que viene ocurriendo desde que a uno le alcanza la memoria y como ya he dicho en múltiples ocasiones, en agosto “Villalba cierra por vacaciones”.

El que esto haya sido así toda la vida no exime de culpa a los actuales mandatarios, si acaso, son si cabe más culpables en el momento en que se autoproclamaron “Capital de la Sierra”, cuando no hacemos más que sumirnos en una cada vez más preocupante mediocridad.

Y es que este año, ni tan siquiera se ha llegado a tener una sesión de cine de verano para cada sábado del mes de agosto, lo que deja el tema cultural en una situación realmente vergonzosa máxime si tenemos en cuenta que durante el resto del año la falta de espacios públicos impide hacer eventos de gran calado o mínimamente dignos en cuanto a montaje o que vayan dirigidos al gran público.

Evidentemente son muchos los pueblos que durante el mes de agosto celebran sus fiestas patronales, pero creo que Villalba se merece un mínimo de oferta cultural y de ocio para los que no salimos de vacaciones y especialmente para nuestros jóvenes o aquellas personas que disponen de menos tiempo y dinero para desplazarse o poder disfrutar de las fiestas de otros lugares.

Sigo sin entender cómo se lleva a cabo entre las fiestas de San Antonio y Santiago la semana de la música y la de la juventud, encastradas a capón con las fiestas de Los Negrales. Tal vez el concierto de los 40 Principales no haya posibilidad de moverlo por estar dentro de una ruta, pero las actuaciones del resto de grupos repartidos en los sábados o viernes de agosto darían un poco de color al pueblo. Hablando de colores, este año no se ha celebrado la famosa carrera de los colorines que se había hecho estos años de atrás (aunque con poco éxito).

¿Y cuál es el motivo de que en agosto Collado Villalba “Cierre por vacaciones”? Presupuestario no parece, pues al final bastaría con espaciar un poco la agenda y descargar de actividades la segunda quincena de junio y la primera de julio y hacer algo similar a lo que lleva haciendo Navacerrada con gran éxito los últimos veranos, donde sábado tras sábado la plaza registra un llenazo con las actividades programadas.

Hace algún tiempo, alguien importante del Ayuntamiento me argumentó que es que los funcionarios municipales también tenían derecho a vacaciones. Evidentemente, pero como en todos los lugares, con una planificación por turnos que permita que se siga desarrollando la actividad de la empresa sin repercutir en el funcionamiento. Que en los años 60 o 70 podía ser aquello de cerrar todo el mes de agosto, pero los tiempos han cambiado y la gente no pilla más de 15 días fuera de su lugar de residencia y en muchos sitios se parten las vacaciones entre invierno y verano con tres semanas en verano y el resto en otras franjas del calendario. Además, en aquellos años Villalba era localidad de veraneo, por lo que ni en aquellos tiempos era de recibo, pero por aquel entonces, la actividad privada era motor mas que suficiente para animar el pueblo, incluso en demasía.

Pero me temo que aquí el funcionariado local está en una gran parte enquistado y enrocado y es un poder factico hasta el punto que uno piensa si no llega a mandar más que el mismo equipo de gobierno, lo cual no es descabellado en determinados aspectos y dado el ingreso “Vía Digital” que hicieron muchos de ellos a su puesto de trabajo que tan poco valoran en los tiempos que corren. Y sé que generalizar es malo, pero las actuaciones que uno ve no le invitan a cambiar de parecer.

En definitiva, que un año más, la Capital de la Sierra ha tirado por la borda el mes de agosto y abandonado a sus vecinos que, si han querido amenizar su tiempo libre, han tenido que buscar actividades más allá de la frontera municipal.






Pequeño video de como estaba la plaza de Navacerrada uno de estos sábados de agosto...