sábado, 20 de mayo de 2017

Cerveza y más mondongo...

Un día más vuelve uno de “darse una vuelta virtual” por Collado Villalba a través de las redes sociales con la sensación de si no tendremos lo que verdaderamente nos merecemos. Si al final no somos todos los que tenemos muy poca altura de miras.

Resulta que durante este fin de semana se está llevando a cabo un festival de cervezas artesanas en la zona de la plaza del Ayuntamiento. Organizado por CYE Villalba (Asociación de Comerciantes y Empresarios) y con la colaboración del Ayuntamiento y un puñado de empresas del gremio cervecero y grupos musicales.

Como todo evento primerizo seguro que el proyecto es mejorable, pero desde el famoso grupo de “Vecinos” ya se han puesto los palos en las ruedas casi antes de que el evento comience su andadura y estamos en lo de siempre. Si no se hace nada, porque no se hace y si se hace, porque se hace.

En este caso el crimen y el delito alcanza la escandalosa cifra de 2€. Las horas de dedicación para llevar a buen puerto el asunto no importan, el espectáculo de las bandas de música, demás inversiones que haya tenido que hacer la organización no importan… Estamos siempre por encima del bien y del mal y el ataque de “ombliguismo” no nos deja ver más allá de este, pero para colmo no vemos que lo tenemos sucio.

Foto de Melchor Rodriguez en el grupo Vecinos
de Collado Villalba de Facebook
Para los que a estas alturas estén ajenos a la polémica les hago una breve introducción. Al parecer para poder disfrutar del festival lo primero que tienes que hacer es comprarte un vaso conmemorativo del evento que cuesta 2€ y que es el recipiente en el que te servirán las cervezas que vayas pagando después en los distintos stands, siendo convenientemente enjuagado entre servicio y servicio.

En un primer momento puede parecer un “sacacuartos”, pero luego lo piensas y no es tan mala idea, ya que fomenta el reciclaje y se eliminan un montón de desperdicios, pues al final de la jornada lo más lógico es que te lleves tu vaso. ¿Cómo amanecen cada fin de semana los sitios de botellón? ¿Cómo amanecerá la Plaza del Ayuntamiento dentro de un mes el domingo después del día grande de las Fiestas de San Antonio? Y esta idea al parecer no ha sido una genialidad local sino que se trata de una operativa habitual en este tipo de eventos.

Otras voces han clamado por el elevado precio del líquido elemento pasando por alto que se trata de cervezas artesanales, cuyo precio es bastante más elevado de la industrial. Tanto precio de costo como precio de venta en la distribución. Comparando el precio de estas cervezas artesanales que rondan los 1.90-2.15€ en las tiendas marcas como (Cibeles o La Virgen) con las típicas Cruzcampo, Mahou, etc… Y mezclando el canal hostelería con el canal distribución. Una comparación que no se soporta lo agarres por donde lo agarres.

Los que hacen esas comparativas argumentan la precariedad de su economía, pero permítanme que por ahí no pase. Si su economía es precaria la cerveza no puede ser tenida en cuenta como una prioridad y si aún pudiéndotelo permitir te parece caro, tienes la opción de irte al “bar de cabecera” y seguir fiel a tu grifo habitual, pero no pretendas que un evento como este subvencione un bien no prioritario o de necesidad.

A todos estos les recomiendo que un día se den un paseo hasta el polígono Europolis de Las Rozas y vean cómo funciona la fábrica de Cervezas La Virgen y prueben una de sus referencias. El primer problema que se van a encontrar es que el local va a estar lleno a rebosar, preparense para una buena espera sin van en hora punta y una lucha feroz por un trozo de mesa y una silla con colas que en ocasiones salen del local y eso cuando el precio del tercio si mal no recuerdo está por encima de los 3€, es decir casi un 50% más alto de al que lo encontraras en Carrefour, pero amigo estas en el canal hostelería, no distribución. Todo ello en un polígono, nada de "City Center", sniff...




Ahora me diréis que es que en Las Rozas hay mucho pijo o que si el nivel adquisitivo de ese municipio es más alto, lo cual es cierto, pero si aceptamos esta premisa como el gran dogma no estamos haciendo más que aceptar que somos un pueblo de tercera y que no podemos aspirar más que a tomar una birras del Lidl en la Dehesa y dejar esta hecha un estercolero cada semana. ¿Qué ganas va a poder tener alguien en montar un negocio como este o de perfil similar en nuestro pueblo cuando uno ve el nivel de sus ciudadanos?


Hago desde aquí un llamamiento a todos esos “Vecinos” para que tengan un poco más de amplitud de miras y aceptemos cada uno nuestra parte de culpa en que nuestro pueblo haya pasado a ser un pueblo de tercera división condenado al efecto “Mondongo y Salchipapa” y no solo en el aspecto hostelería donde esto no es un hecho aislado como pudimos comprobar hace unos meses con el tema de los Food Trucks. Eventos que en otras localidades han sido imán y foco de atención y que aquí solo han servido de carnaza para los que siempre viven anclados en las polémicas.

lunes, 8 de mayo de 2017

Laxitud extrema

Hace unos días pude disfrutar de un pequeño viaje por uno de esos rincones de España al que le tenía ganas, espero que este haya sido un aperitivo de lo que pueda ser más adelante una incursión más en profundidad en una de esas comarcas de España que todos deberíamos conocer.

Y como suele suceder, el viajar además de ser un placer, te permite desconectar de tus tareas cotidianas y lo principal, enriquece a la persona culturalmente, socialmente… Y este viaje no iba a ser menos.

Cierto es que no todo es exportable ni comparable, no puedes comparar la iglesia de El Enebral con el Románico de la Abadía de San Isidoro, ni el paisaje de Peñalba de Santiago con el parque de nuestro municipio que recibe el mismo nombre.

Pero sí que es destacable el ver la limpieza de las calles de esos pueblos y ciudades del interior, donde el vecino ha nacido, crecido y respeta su patrimonio e historia. Y es que el otro día alguien lanzaba la pregunta al aire en el Facebook de si los vecinos de La Estación éramos más guarros que los del casco histórico por la diferencia en la calidad de la limpieza de uno y otro lugar.

Inmediatamente salió el argumento de que la población extranjera es mucho mayor en una zona que en otra y que eso influía. Y aunque el argumento es xenófobo, no está cargado de una cierta razón, aunque eso sí, muy limitada y que no justifica en absoluto el etiquetar a toda la comunidad extranjera del mal de la suciedad en el pueblo. Como tampoco se puede culpar a todos los dueños de los perros, pero negar la mayor va a ser que tampoco. Son varios los factores y todos suman.

Y es que retomando el argumento anterior, todos hemos visto a gente sacando basura de los contenedores y dejándola fuera en su afán por encontrar algo que poder revender como chatarra o lo que sea. Recuerdo que fue polémica la “puesta en marcha” de la ordenanza que prohibía hurgar en los contenedores, pues muchos pusieron el grito en el cielo de que bastante tenía la gente con no tener que comer. Bueno, pues no creo que nadie coma nada de un contenedor en Collado Villalba, ya que afortunadamente hay ONG’S que garantizan ese derecho básico, así como los servicios sociales municipales y por el contrario, no puede ser que en un trayecto de poco más de 10’ que es lo que tardo en ir de mi casa a la estación, me haya encontrado la basura de dos contenedores fuera de los mismos cuando estos estaban vacíos (igual que me encontré por la mañana en la dehesa una papelera a rebosar y un montón de basura al lado, mientras los contenedores de 20m más atrás estaban vacíos), mobiliario variado en dos puntos distintos y hasta 3 colchones. Habría estado bien haber podido sacar las fotos de estos decorados, pero las urgencias no me lo permitían y por desgracia es una estampa tan frecuente que todos pueden hacerse una idea de que hablo.


Imagen extraida del grupo de Facebook "Calles Limpias Collado Villalba"

Está claro que hay unos grupitos de gente (principalmente del Este de Europa) que se dedican a esto como forma de vida y como digo no quiero etiquetar a nadie, que guarros los hay y ha habido siempre y en todas partes, pero está claro que estos comportamientos se deben sancionar, como se debe abordar el extraño repunte de la mendicidad callejera que presenta nuestro pueblo antes de que se convierta en un santuario de las mafias que abusan de las miserias de los demás durante el próximo verano o el desmadre grafitero al que ya dedicaré otra entrada.



Así que si tenemos unas Ordenanzas Municipales para la convivencia, creo que va siendo hora de que se pongan a funcionar de verdad, que pasen a estar operativas en el pueblo y no se limiten a ser unas líneas en el BOCAM o donde quiera que se publiquen las Ordenanzas Municipales. Es algo que los Villalbinos (los de siempre, los que han llegado hace mucho o poco, los que vinieron de más allá de la Sierra del Guadarrama, del Cáucaso o del Atlántico) nos merecemos. Ya está bien de que no podamos levantar la vista del suelo por miedo al campo minado que es el pavimento de nuestras calles. Si de verdad queremos poder sentirnos orgullosos de nuestro pueblo, empecemos por respetarlo nosotros mismos con nuestras obligaciones como ciudadanos y exijamos a las autoridades la vigilancia en el cumplimiento de las mismas, basta ya de esta laxitud que esta acabando con nuestro pueblo.