martes, 9 de abril de 2019

¿Que le pasa al deporte villalbino?

Carlos Verona  (integrante Movistar Team)

Cuando cada semana uno observa los éxitos logrados por los distintos deportistas y equipos de la Sierra, uno se pregunta qué ha pasado con el deporte en nuestro pueblo. Sin duda alguna, es un reflejo más de la decadencia a la que está sometida nuestra villa y causas hay muchas y culpables también.

Corría el ecuador de la década de los ochenta cuando Collado Villalba llegó a tener, si mal no recuerdo, un equipo en Primera División B de baloncesto (la segunda máxima categoría), otro en división de honor de futbol sala y aquí me asalta la duda ¿uno de voleibol y otro de baloncesto femenino también en la máxima o segunda categoría nacional? Datos pasmosos para un pueblo que aún no contaba ni con 30000 habitantes y que no gozaba de soporte económico para mantener esa estructura deportiva.

Evidentemente, todo aquello se logró a base de talonario y contactos, el porcentaje vaya usted a saber, pero evidentemente hubo una conjunción de ambos factores para que ese deporte de primer nivel se asentase en la que en aquellos tiempos era la Capital Económica de la Sierra, pero que no dejaba de ser un pueblo durante 10 meses al año.

El deporte español comienza por aquel entonces, su despertar hacia el profesionalismo y es una auténtica utopía inviable el poder mantener tal nivel en nuestro pueblo ni en ninguna capital destacada que no tenga un nivel de población más elevado o grandes empresas afincadas en su área de influencia. Como es lógico, ese espejismo dura solo un año, salvo el caso del equipo masculino de baloncesto que dos años más tarde y con el patrocinio del Banco de Bilbao retorna a la máxima categoría, la ACB, donde militaría unas temporadas más, sorteando las dificultades económicas que se llevaron por delante a equipos míticos como el Cotonificio, Canoe, Granollers y a buena parte de los equipos de provincias como el Granada, León, Guadalajara, etc.

Alejandro Gonzalez (5º Campeonato de España M. Maratón)
Pero dejemos a un lado el sueño utópico del deporte profesional y de la más alta élite para pasar a un peldaño inferior. De igual modo que veo casi un imposible el tener el nivel de equipos y deportistas de aquellos años, me resulta frustrante el que en los últimos 20 años,  los deportistas de nivel que han salido desde las distintas escuelas y equipos villalbinos se cuenten con los dedos de una mano.

¿Es lógico que en futbol no tengamos un equipo asentado ni en la Preferente Madrileña? ¿Qué existan tres equipos y que salvo un par de jugadores (Reguilon aparte) no hayan salido ni media docena con opciones  para jugar en segunda o segunda B? ¿Que en baloncesto, deporte histórico de Villalba desde que jugaban los Carvajal, Roberto y los hermanos Villarejo antes de la ACB los equipos muten bajo distintas siglas y cambiando de cabezas directoras, pero siempre este la sensación de que nada es estable y que no salgan jugadores? ¿Que desapareciese el equipo de balonmano o la escuela de ciclismo? ¿Que la de atletismo esté en la UVI desde hace más de una década pese a tener unas muy buenas instalaciones?

En algunos casos puede existir una falta de infraestructuras, pero me temo que ese no es el factor más influyente, pues buena parte de los clubes que más claman por ese déficit, son los que tienen más fichas federadas y no logran que sus chavales den el gran salto. Que no me refiero a tener un equipo de futbol en Segunda B o uno de baloncesto en categoría nacional. Simplemente que de vez en cuando, aunque solo fuese por el volumen de chavales que manejan, alguno debería asomar la cabecita, aunque nada más fuese por los filiales de los grandes equipos.

Que Moralzarzal y San Lorenzo forman equipos para ir a los campeonatos de España de atletismo de categorías inferiores y el equipo villalbino ya no recordamos desde cuando no forma uno y lo que es más, solo cuela un par de chavales en las listas del equipo con el que colabora (Lince Parla).

Está claro pues, que ni el dinero ni las infraestructuras aseguran el éxito y que cuando hablamos de lo segundo, la mala gestión del mismo y las luchas internas por el poder dentro de los clubes, se convierte en un gran problema de difícil solución.  Atrás quedaron los días de vino y rosas donde el dinero llegaba sin problemas hicieses lo que hicieses, justificases lo que justificases. El entorno ha cambiado y la competitividad de los rivales es mayor, mientras aquí muchos se han dedicado a mirar a la Plaza de la Constitución buscando soluciones a sus problemas.



Así que mientras esperamos la reacción por parte de todos los intervinientes en el futuro del deporte local, no queda otra que disfrutar de los éxitos de los vecinos de otros pueblos como los San Lorentinos y Cebolleros en atletismo (Lucia Rodríguez, Alex González, Hicham Serroukh, María González…  y lo que viene empujando fuerte desde más abajo), Los ciclistas de Galapagar sumándose a la realidad del gurriato Carlos Verona, la promesa olímpica de la Guadarrameña Victoria Cuadrillero en la gimnasia rítmica… y así una lista por la que deberían asomar más nombres de vecinos villalbinos o deportistas formados en las bases de clubes villalbinos.

Victoria Cuadrillero (componente equipo nacional  senior de gimnasia rítmica)

Ojala el tiempo cambie esta tendencia, pero ni el viento de cara ni los vicios adquiridos parecen invitar al optimismo.

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