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miércoles, 2 de marzo de 2022

Tragamillas 2022

Por fin vuelve.

Fue el último gran evento del que pudimos disfrutar antes de que la pandemia comenzara a azotarnos allá por el mes de marzo. Recuerdo perfectamente que ya existía el run run de que se podrían empezar a suspender eventos de características similares, pero nadie era capaz de ver la que se nos venía encima.

Y por casualidades de la vida, este va a ser uno de los primeros eventos que se vuelva a desarrollar en situación de casi normalidad, a pesar de que será preciso el uso de mascarilla en la zona de salida y meta debido a la aglomeración de gente. Pero sin duda, un gran paso adelante en la reconquista de la ansiada normalidad.

Y uno no puede por menos que recordar la aquel 2 de mayo de 2020 cuando empezaron a aflojar las medidas restrictivas y nos dejaron salir a dar el paseo de las 20:00. Era increíble el ver la dehesa llena de gente, incluso la zona de la depuradora pese a su mal olor parecía la Gran Vía. Atrás queda la angustia que producía en aquellos días el salir a correr e ir cruzándote con tanta gente, el tener que mirar para otro lado si hacías una exhalación más intensa de lo habitual coincidiendo con un paso estrecho compartido con algún paseante.

No sé cuántos de los que se sumaron a la moda de la vida saludable en aquellos días vivirán su primera Tragamillas, pero sin duda son bienvenidos. Bienvenidos a la prueba de bandera del atletismo en la localidad y bienvenidos a los buenos hábitos. Y felicitarles, porque muchos fueron los que empezaron y pocos los que consolidaron esas buenas costumbres.

Pero la vuelta de La Tragamillas es algo más que la vuelta de un evento carismático del municipio, la vuelta de La Tragamillas supone una prueba de fuego para poner el termómetro de lo que puede dar de sí este pueblo.

Lejos queda aquel año 2007 en que comenzaba su andadura como un proyecto amateur salido de un grupo de amigos en la barra de un bar. En poco tiempo el evento creció apoyado en el boom del atletismo popular y bajo el cobijo de todo lo que significa el binomio “fiesta-El Castillo”.

Así, después de cinco o seis años de constante crecimiento, en el que incluso hubo que limitar las inscripciones para no masificar la carrera, llego un momento de estancamiento al que le siguió un tiempo de desgaste. Y es que el sacar un evento así año tras año con una organización amateur y a golpe de voluntarios no es una tarea fácil y más cuando te encuentras con una burbuja de eventos de este tipo que han proliferado como setas.

Así que no es de extrañar que la gente de El Castillo con Jose y Javi, cada vez menos metidos en el mundo del running, hayan decidido dejar la carrera. Es triste, pero es así, pues si al trabajo que cuesta organizar esto, le sumas desvelos y tensión, y el run run de “es que La Tragamillas ya no es lo que era”, la motivación cae.

Y ante esto yo me pregunto ¿Qué opinarían la mayoría de vecinos si La Tragamillas hubiese desaparecido del calendario? ¿Sacaríamos de nuevo el discurso destructivo de que “Villalba de asco” o volveríamos a vivir de la nostalgia de los años dorados de la ACB, El Viajazz, El CUC con jugadores del At. Madrid y otros delirios varios?

Pues sin, hemos estado a punto de perder una de las pocas cosas que atraen gente del exterior a Villalba. Y es que menos mal que la gente de Run and Run (con los hermanos Gómez Santero al frente) en un acto casi kamikaze, se liaron la manta a la cabeza y dieron el paso al frente para sacar la carrera de nuevo adelante. Una carrera que parecía inconcebible sin estar Jose Castillo y Javier Martín al frente. No se trata de una empresa fácil, pues contrariamente a lo que la gente piensa, estas carreras no son un negocio o al menos en este pueblo donde las subvenciones para este tipo de cosas son irrisorias y eso suponiendo que se obtengan (ya les anticipo que La Tragamillas este año no cuenta con partida municipal alguna).

J. M. Santero. Nuevo cabeza visible de La Tragamillas.  Foto "Aquí en la Sierra"

Todo parece indicar que la participación va a rozar los niveles prepandemicos de los últimos años, lo cual ya es un éxito dado el condicionante de Omicron durante todo el proceso de preparación de la prueba. Así que solo queda esperar que pese a que el tiempo meteorológico no va a ser tan benévolo como el de las semanas anteriores, la gente disfrute del evento, ya sea corriendo o animando, pues La Tragamillas lo necesita. Lo necesitan sus organizadores y colaboradores que necesitan ver que la gente disfruta y que el trabajo no ha sido en balde, lo agradecerá Collado Villalba, por devolver la ilusión a una población cada vez menos identificada con el pueblo y que ansía el ver algo de lustre en el mismo.

La cosa pinta bien a juzgar por lo que se ha podido ver por las RRSS y la página web, donde se ha podido observar un trabajo muy serio para modernizar la carrera. Me cuentan que se recuperaran cosas que la organización saliente ya trabajó en su momento como el acuerdo con restaurantes y la animación.

Antonio Ledesma, El Tragamillas

Así pues, todo suma para recuperar no solo la antigua normalidad, sino incluso el brillo y esplendor que en su momento tuvo Villalba. No miremos atrás, miremos al frente. Corre o anima, todo suma para volver a tener una “Villalba como la Queremos” o una “Villalba Capital de la Sierra”. A Villalba le han fallado sus políticos en estos años, pero lo que no podemos permitirnos es fallarnos a nosotros mismos.

martes, 22 de junio de 2021

Cuida tu pulmón

La Dehesa en su esplendor primaveral
Como muchos de vosotros sabréis, soy un aficionado a eso del correr que ahora llaman “running”. Y como tal y habitante de Collado Villalba, la Dehesa representa para mí un pequeño tesoro, pues es un recorrido relativamente “amable”, alejado de los peligros del tráfico y rodeado de naturaleza. Existen otros “lugares de paso” cuando corres, pero la Dehesa es el mejor lugar y casi el único donde poder practicar nuestro deporte en nuestro pueblo sin llegar a coger complejo de hámster.

Pues bien, en uno de los últimos entrenamientos que he llevado a cabo en la misma, he podido ver el deficiente estado de conservación de la misma o las necesidades de hacer algunas acciones para evitar su degradación y que todos podamos seguir usándola.

Por ejemplo, la reparación del alambrado que algunos "personajes" se dedican a levantar para facilitar el paso de sus perros al interior donde solo tienen acceso las vacas, ignorando el riesgo que so supone de que un ternero quede atrapado en esos huecos o incluso escape a través de ellos. Dentro de poco el pasto verde será un bien muy preciado por los animales y harán todo lo posible por acceder a él y el peligro se multiplica.

Otro ejemplo es lo que observo cuando entreno por los caminos interiores que son más tipo Cross, pero que te dan un plus a la vez que te permiten cambiar de aires. Y es que, aunque ya estamos abandonando la temporada alta del uso de las mesas tipo merendero que se encuentran en la dehesa, lo cierto es que son muchos los que se montan su fiesta en esas zonas, especialmente fiestas infantiles con piñatas y todas esas cosas. Entre todas esas cosas, decir que esta Semana Santa, me quedé a cuadros cuando vi hasta una banda de mariachis.

No me desagrada en absoluto el que la gente le de ese tipo de uso a la Dehesa, siempre y cuando se haga con respeto al medio ambiente y la fauna del lugar amén del uso del resto de usuarios.


Papelera rebosando

La nota triste llega cuando ves el paisaje un lunes y hay tanto rastro de bolsas, botellas, papeles y ahora también las dichosas mascarillas, que se han convertido en uno de los peores enemigos del lugar por su larga vida. Y ojo también a otro desperdicio sobre el que os pido una mayor atención y que evitéis su uso o que por favor recojáis sus restos. Se trata de los globos con los que decoráis vuestras fiestas o realizáis juegos con los más pequeños.

Esos globos al estallarse se convierten en muchos pequeños restos de plástico que tardan muchísimo en descomponerse y que por lo llamativo de sus colores acapara la atracción de muchos animales, en especial aves, que los confunden con comida y acaban engulléndolos si es que el aire no los ha terminado llevando al cauce del arroyo o a las zarzas donde se protegen los centenares de conejos que pueblan nuestra dehesa.



Pero claro, no todo el peso del mantenimiento de la Dehesa recae sobre los vecinos, pues el Ayuntamiento también tiene parte de tarea en facilitar la limpieza de la misma. Por ejemplo, pidiendo una mayor limpieza del cauce del arroyo a la Confederación Hidrográfica, pues las tormentas siempre llevan aguas abajo muchos elementos que obstruyen el cauce. Pero muy especialmente, aumentando el número de papeleras que hay en nuestro “pulmón verde”, en especial en la zona interior, allí donde la gente hace más acopio de desperdicios. Pues son pocas las que hay y en muchos casos de tamaño pequeño, por lo que no es extraño verlas rebosando y con desperdicios a su alrededor que acaban en cualquier lugar a merced del viento.


Basura alrededor de una papelera

Está claro que, si todos somos responsables, cada uno recogería su basura y se la llevaría hacia los contenedores ubicados en los parkings, pero no está de más el dar facilidades para cumplir con nuestro deber y evitar las excusas de aquellos que no lo hacen.