Continuando con la entrada anterior, me dispongo a seguir analizando el ocio al que pueden acceder los ciudadanos de Collado Villalba. En la presente entrada, vamos a analizarlo con facetas que entroncan directamente con el área de educación y es que las aulas y talleres de la Casa de la Cultura dan para una entrada en exclusiva.
La actual Casa de la Cultura de Collado Villalba es el lugar donde se encuentra el teatro municipal y donde se encuentran la mayoría de los talleres y aulas de los distintos cursos que oferta la concejalía de Cultura. Se trata de un antiguo caserón rehabilitado no recuerdo bien si a finales de los ochenta o principios de los noventa. El caso es que se trata de una infraestructura que se ha quedado pequeña y obsoleta dado el crecimiento del municipio en estos años y a la aparición de nuevos cursos y en definitiva nuevas demandas.
La apertura de la Escuela de Música y de la Ciudad Deportiva han logrado mitigar en parte la saturación de la citada instalación, que pese a todo sigue estando masificada en algunos cursos y talleres, que además tienen unas aulas que recuerdan a aquellas en las que estudiábamos EGB allá por los años 80. Y todo pese al anexo del antiguo ambulatorio, donde aún se siguen dando clases de informática e idiomas si no tengo mal entendido en unas aulas sin ventanas, con una pésima ventilación, en definitiva, en unos locales no preparados para la docencia. Algo que ya comente en su momento, es que no entiendo cómo se derribó un edificio del colegio Carlos Ruiz, infinitamente mejor preparado y se siguen manteniendo estas aulas.
Pero los problemas de las infraestructuras de la Casa de la Cultura no acaban ahí, ya que el problema del espacio y la falta de material es una constante en los distintos cursos. Cuando he entrado al aula en el que se imparten los cursos de baile, me he quedado a cuadros, ya que con 10 alumnos por curso, no creo que puedan bailar nada distinto del castizo Chotis, por aquello de bailar en una baldosa. No mucho más espacio es del que gozan los alumnos del curso de fotografía, en un aula en el pese a no tener mesas y usarse sillas con brazos para escribir, el espacio sigue siendo insuficiente si se quieren hacer ciertas cosas elementales. O la falta de un ordenador en el que poder descargar las fotos que los alumnos han hecho para poder verlas, hoy en día que la fotografía es casi 100% digital.
Del nivel y la cualificación de los profesores no voy a hablar por desconocer el tema y porque no sería justo manchar a todo un colectivo en el que prevalece sobre todo una enorme voluntad de ponerse al servicio de los que se acercan a sus cursos. Sin embargo, sí que creo que la concejalía debería estar pendiente de repasar el reciclaje de los mismos para certificar la calidad de los cursos que se implanten, sobre todo en las materias que más susceptibles son de ir cambiando por la velocidad en la que aparecen novedades importantes como todo lo relacionado con la informática.
En definitiva, creo que todos coincidimos en que los cursos y aulas que oferta la concejalía son amplios y variados, pero que desgraciadamente no se dan con los medios y condiciones que se desearían. Cierto es, como ya he dicho, que en los últimos años han sido corregidas importantes deficiencias en cuanto a las instalaciones, pero no menos cierto es que seguimos sufriendo un importante déficit en las mismas y que este será un caballo de batalla para quien ostente el poder durante los próximos cuatro años.
Seguiremos pormenorizando el análisis del ocio en Collado Villalba en próximas entradas.
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