lunes, 7 de diciembre de 2020

Resumen 2020 I (Enero-Marzo)

Comienzan aquí las entradas con las que pretendo resumir lo tratado en el blog en este año tan particular que nos ha tocado vivir y que tanto ha cambiado nuestras vidas y casi seguro que nuestro futuro, al menos el más inmediato.

Quién podía imaginar que mientras escribía sobre las pasadas Navidades y comentaba el cambio de organización de la cabalgata o el éxito de las iniciativas de otros pueblos por dinamizar su turismo o comercio, el virus que por aquel entonces nos sonaba a algo exótico y lejano, iba a cambiar nuestras vidas

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Esa lejanía geográfica de los focos de infección que conocíamos en aquellos tiempos (que luego supimos que ya habían traspasado fronteras) hacía que hablase de temas más cercanos como el suelo sobre el que pisamos. Ese suelo al que no podemos perder de vista si queremos evitar un gran tropezón.

Así que seguíamos con temas mundanos y ¿qué hay más mundano que el errar? Otra cosa es que, en una actuación premeditada y estudiada ignoremos las críticas o las objeciones planteadas por los opositores de la actuación y luego alegues desconocimiento u otras coartadas para irte de rositas. El resultado de la pavimentación con adoquín ya sabemos que tiene muchos hándicaps y en el caso de Villalba precedentes nefastos que salieron muy caros, veremos qué pasa, pero avisados estaban y se trataría de un error por obcecación.

Y nos adentramos en marzo, el mes que probablemente haya cambiado para siempre nuestras vidas o al menos en el corto y medio plazo.

Empezamos con el plan para recuperar la actividad comercial, que se presentó como contraataque de la campaña iniciada por varios comercios recordando a la alcaldesa el incumplimiento de sus promesas. Todo ello con el soniquete de fondo de la ubicación del mercadillo. De las medidas presentadas, poco que decir, pues eran un “corta y pega” de algunas ya existentes y básicamente era mover las piezas del tablero de juego. Nada especialmente ilusionante para los comerciantes de la zona.

                                                        

Así pues, resultaba interesante conocer el parecer de los vecinos al respecto del cambio de opinión con respecto a la ubicación del mercadillo. ¿O tal vez estaba todo ya más que planificado?

Casi el 80% de los vecinos consideraba que el equipo de gobierno municipal les había engañado con el asunto de la ubicación del mercadillo, mientras que un poco menos del 10% no se sentían engañados y poco más del 7% lo consideraba una sabia rectificación.

                                       

Y entramos en plena pandemia y confinamiento y así me permití el salir un poco de la temática habitual del blog para contar como estaba viviendo mi experiencia personal desde mi “trinchera” en el trabajo. Era muchísimo lo que desconocíamos del maldito virus, pero ya se iba viendo que o quienes eran nuestros mayores enemigos para luchar contra él.

Evidentemente, las historias del confinamiento dominaban todo en esos días, así que hubo una segunda entrada ya con el anuncio de la primera prorroga del Estado de Alarma. Ya nos empezábamos a oler que esto iba para más tiempo del que parecía en un principio, pero aún reíamos con los memes y salíamos a aplaudir a los sanitarios mientras la muerte ya hacia barridos por UCIS y residencias de ancianos.

Recuperé las “CrónicasVillalbinas” con la mezcla de un tema de actualidad como era la crisis de un famoso concesionario de coches que llevaba sin pagar a sus empleados por aquel entonces seis mensualidades, con el recuerdo de otro de esos sueños megalómanos que tuvo uno de nuestros alcaldes y que afortunadamente nunca vio la luz. De lo poco que se ha ejecutado por la zona, solo queda un comercio un par de concesionarios y dos fantásticos esqueletos urbanísticos que aún conservan buen aspecto, pero que terminaran sumándose a otros espacios ruinosos como el que fuera antaño una de nuestras señas de identidad más conocidas en la capital, Testa.

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