viernes, 10 de enero de 2020

Cabalgata y senda...


Para arrancar el año, permítanme que eche la vista atrás hacia las recién pasadas Navidades. Unas fechas que independientemente de las creencias de cada uno, marcan y mucho el día a día de todos y cada uno de los vecinos de nuestro municipio y de nuestro país pues, aunque vivamos en un país aconfesional y laico, la historia, por mucho que algunos quieran, no se puede reescribir y más cuando los intereses sobrepasan la religión.

Navidades Mágicas Torrejón de Ardoz
Recuerdo que cuando era niño, la Navidad tenía como pistoletazo de salida el famoso y celebre sorteo de la lotería. No sé si me traiciona la memoria, pero juraría haber ido al colegio y tener el soniquete de fondo de las 100.000 pesetas. Vamos, que las vacaciones escolares nos las daban bastante más tarde que ahora.

Luego descubrí que, en términos económicos, la Navidad podría empezar en el puente de la Inmaculada. Un puente (para los que gocen de él) en el que se dispara el consumo en hostelería pues empiezan las quedadas para despedir el año, las cenas de empresa y otros muchos aprovechan para hacer la última escapada del año. Paralelamente, muchos empiezan a adelantar sus compras navideñas en esos días.

Pero con la irrupción del Black Friday, la línea de salida se sitúa un par de semanas antes. ¿Por qué hago esta introducción?

Collado Villalba, independientemente de que sea o no “La Capital de la Sierra”, está claro que es la capital comercial de Torrelodones hacia arriba. Y uno tiene la percepción de que incluso ese tren se nos está escapando poco a poco a pesar de la gran ventaja que sacaba nuestro municipio gracias a las infraestructuras de comunicación de las que carecen nuestros pueblos vecinos.

Mientras veíamos los piques entre Vigo y Madrid en esa extraña “Guerra del Watio”, mientras Torrejón de Ardoz nos bombardeaba con sus “Navidades Mágicas” que han sido todo un éxito y que amenazan con convertirse en el referente de la Navidad madrileña superando incluso a las luces de la capital y sus tradicionales mercadillos de la Plaza Mayor y los chocolates con churros de San Ginés o Valor, nuestro pueblo no tenía ni las luces puestas, mientras otros pueblos de la Sierra vestían ya sus mejores galas y los belenes adornaban sus calles.

Imagen de la Plaza de Navacerrada
Solo un par de días antes del puente se pusieron las luces. Un alumbrado polémico, pues este año el castigado entorno de Los Belgas se vio “olvidado” hasta casi el último momento y a poco si se quedan sin ningún tipo de adorno. Y no es que quiera que se enciendan millones de luces a todas horas, que esa es otra, que acabó la Navidad sin que el encendido de la zona del Zoco fuese como Dios manda. Pero tal vez se debería estudiar que se iluminase durante el horario comercial el fin de semana del Black Friday y los fines de semana anteriores al puente de la Inmaculada, pasando a hacerlo más extensivo conforme nos adentramos en las fechas clave.

Pero aparte del alumbrado, no sé si coincidirán conmigo, pero este año el programa de eventos ha sido más pobre que el del último año. No ha habido un evento como el circo que hubo en el Ágora de la Biblioteca y en cuanto a los recitales de villancicos, el listón de “Los Chicos del Coro” el año pasado era insuperable.

Del evento musical de la Malvaloca poco puedo decir, pues no conocía casi a los artistas, pero viendo las RRSS, creo que algunos responsables lo conocían peor incluso que yo.

Así que buena parte del éxito de la programación navideña reposaba sobre la San Silvestre (que experimentó un crecimiento de participación que rozó el 10%), lo cual no está nada mal y la Cabalgata de Reyes. Aunque antes déjenme que me congratule por la repetición de la iniciativa del Roscón Solidario, aunque este año por lo que me dicen la asistencia fue menor que en el año pasado (sábado y por la mañana unos cuantos somos los que curramos).

Pero para finalizar, recreémonos con el momento más mágico de estas fechas, el de la ilusión y las miradas que transmiten ingenuidad y candidez. Se había hablado mucho de que este año la cabalgata iba a ser distinta, pues se había cambiado la forma de trabajar en ella y al parecer, gente que llevaba mucho tiempo en ella habían tenido que ceder parte de su protagonismo en beneficio de otras asociaciones u organizadores.

Como a muchos, me asaltaron las dudas y temí lo peor dado la destreza o más bien la falta de la misma, que desde el Ayuntamiento se ha venido mostrando en tantas y tantas cosas. Pero no menos cierto es, que por otro lado entendía que un soplo de aire nuevo no le vendría nada mal a la cabalgata igual que a muchas otras cosas en nuestro pueblo. ¿Era incompatible que la gente que tenía más experiencia, pues llevan años y años organizando el evento, trabajasen codo con codo con otras entidades del pueblo? ¿no enriquecería mucho la cabalgata el que las peñas, comercios y otras entidades locales pusiesen un pequeño granito de arena en la misma?



Al final ni desastre ni revolución, la cabalgata salió desde el Parque Peñalba y recorrió el pueblo de norte a sur encandilando a los más pequeños y devolviéndonos la sonrisa a los que ya no somos tan pequeños. Una cabalgata que podría ser mejor, pero que este año llevaba tres carrozas imponentes para sus tres Reyes y donde no faltaron los caramelos. Sin duda, por una vez todos pusieron el sentido común al servicio del pueblo y eso se notó. No sé si los reproches surtieron efecto o se impuso el dialogo, pero ojalá tomen nota de cara al futuro para este y otros eventos.

Carroza de la Cabalgata de C. Villalba. (Imagen de la AFSM)

Y ahora a por el 2020…

2 comentarios:

Luis dijo...

Arbol torcido en Pardillo Herrero desde hace meses.

Solución hoy de la "brigada de medio ambiente del ayuntamiento: talarlo.

cronicas villalbinas dijo...

Ese árbol pareció no ser querido por algunos vecinos desde el primer día. Deberían reponerlo con urgencia, antes de que alguien se sienta con derechos sobre la acera.

Eso si, son unos arboles un poco guarretes y dejan los patios "coj..."