domingo, 23 de diciembre de 2012

Examenes en las redes


En los últimos días, algunos muros de facebook han sido tomados otra vez por las incesantes guerras políticas que si bien no está de más el gozar de cierta información, si llegan a saturar a un usuario-vecino medio sin ambiciones en ese campo como es mi caso. Además, hay que tener un enorme cuidado con la información que recibes por este tipo de medios, ya que se corre el riesgo de que sea totalmente parcial y poco o nada objetiva.

El caso es que con motivo de la imputación de José Pablo González y algún otro miembro de su confianza en el famoso “Caso Villalba”, su guardia pretoriana  ha vuelto a  usar toda la artillería de la que goza en las redes sociales para tratar de poner un escudo en torno a su líder. Pero la cosa pinta muy mal tras la publicación de una copia de la factura del Hotel Grau Roig. Tal vez sea difícil comprobar la culpabilidad de los imputados legalmente. Pero en lo moral, algunos de ellos están inhabilitados para volver a tener un puesto de representación pública. Para proteger el fuerte ya no vale el séptimo de caballería, hacen falta baterías enteras de misiles patriot.

Y es que muchos nunca tragamos con ciertas cosas del equipo de José Pablo. Ahora es fácil decir los errores y los fallos de aquellos gestores con una crisis encima que nos hace ver todo gris. Pero lo que sorprende es que pese a todo, sigan existiendo incondicionales que son capaces de echar la culpa al empedrado y no asumir ni uno solo de los errores o desmanes de los doce años de “Josepablismo”. Digo errores, no hablo en ningún momento de conductas denunciables o delitos, simplemente hablo de errores y desmadres que aunque legales, no eran lógicos.

Y es que nos hemos hartado a ver comentarios en los que se nos decía eso de que José Pablo cogió un pueblo y lo transformó en ciudad. No sé donde está la frontera entre una cosa y otra y que es mejor, si un gran pueblo o una vulgar ciudad dormitorio.

Lo que creo es que cualquiera que lleve un tiempo viviendo en Collado Villalba puede llegar a la conclusión que pese a todo lo supuestamente hecho por José Pablo, las infraestructuras realmente importantes del municipio son obras que se realizaron en tiempos de Carlos Julio López, empezando por la mas importante como fue la canalización del rio y siguiendo por la ampliación del puente de la Calle Real, la construcción del puente del parque de Las Bombas, el Pabellón Kike Blas, Casa de la Cultura, implantación de la línea de autobuses urbanos... Cierto es que sus últimos años fueron un poco más oscuros y también hubo una sensación de corrupción un tanto generalizada, aunque aquellos eran principiantes visto lo visto en estos últimos tiempos.
Tras estos años en los que Collado Villalba experimenta un crecimiento vertiginoso aunque un tanto desordenado, llegó el mandato de José Luis Peñalvo y el PP. Un mandato de austeridad debido al gran déficit que acumuló el ayuntamiento en aquellos años. Pocas infraestructuras quedaron como legado, salvo la estación de Renfe, que es de todo menos funcional y que no ha logrado suplantar el hueco que dejó la antigua estación derribada con nocturnidad.  Y la estación de autobuses, donde prestan servicio un puñado de líneas de las que unen Collado Villalba con Madrid y el edificio es claramente insuficiente para alojar un volumen de usuarios como el que debería usar dicha estación.

Y tras el paso del PP con más pena que gloria por el consistorio, bien es cierto que en una situación de crisis notable aunque no tan grave como la que estamos pasando ahora, llegó el periodo de José Pablo González.
En su primera legislatura tuvo que convivir con IU en un pacto que fue el que les permitió alcanzar la mayoría absoluta, pero a partir de la segunda legislatura, todo el mandato fue 100% Josepablismo, con el toque de algunos miembros de su corporación que salpicaron su presencia en el ayuntamiento con su estilo poco diplomático.


¿Qué José Pablo hizo cosas por Collado Villalba? Eso es innegable. Además para suerte o desgracia ahí están para poder verlas un día tras otro y poder juzgar si eso fue un desmadre o una inversión inteligente. Pero antes de nada hay que decir que muchas de estas obras son fruto del plan PRISMA de inversiones de la Comunidad de Madrid, luego no son logros únicamente atribuibles a José Pablo.

La biblioteca Miguel Hernández (obra muy necesaria y que en mi opinión nació pequeña), dos centros ambulatorios (a los cuales dota de personal la CAM), varias instalaciones deportivas (algunas de las cuales no han sido homologadas por chapuzas de construcción que no se denunciaron a la constructora y otras hubo que hacer y deshacer en varias ocasiones por deficiencias varias, lo que supuso un sobrecosto indecente). Rotondas que se han hecho y deshecho varias veces ¿A alguien le parece normal lo de la rotonda de Los Valles en plena crisis? Esos parques que necesitaban un ejército para su mantenimiento…
Fíjense que he ignorado el túnel y su Vigía y contenedores soterrados que jamás funcionaran. El Viajazz y sus Elton John, Pitingos y Cía. La Clásica de Alcobendas, y esas fiestas y subvenciones a entidades lúdicas y deportivas que estaban tan por encima de las posibilidades de este municipio.

Repito, ha hecho cosas, pero con muy poca vista en el futuro, bueno tal vez si en el suyo propio, no tanto en el del colectivo de vecinos del municipio que ahora tienen que soportar una deuda elevadísima con unos recortes salvajes en algunas cosas y unas subidas de impuestos impresentables.

Difícil ha sido la tarea que se le encargó al señor Agustín Juárez, pero en el momento que él la asume, esperamos frutos y más cuando se nos exigen tantos sacrificios. Por eso nosotros como ciudadanos estamos en nuestro derecho de exigirles a ellos también ciertas cosas como son el cese total de gastos superfluos como el famoso periódico municipal y la eliminación de los cargos de confianza tan bien remunerados y que en su mayoría desempeñan trabajos que pueden hacer los empleados municipales.

Con esta entrada solo quiero dar mi opinión y hacer ver a la gente que la mayoría de los que vivimos en Villalba estamos al margen de esas guerras políticas que nos venden por las redes sociales y que afortunadamente, los recortes aún no han llegado a nuestra capacidad para analizar la realidad de nuestro día a día y que dentro de poco más de dos años, seremos nosotros los que volveremos a depositar la papeleta en la urna y decidiremos a quién queremos para manejar nuestro destino. Que no se les olvide nunca, las elecciones son una evaluación continua, no sean malos estudiantes y aplíquense desde el primer día.

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