lunes, 9 de diciembre de 2013

Resumen 2013 I (Enero - Febrero)

Empezamos a resumir el año que termina en el cual no se en que medida se habrán cumplido los deseos que cada uno puso en su particular carta a los reyes magos. Supongo que algunos se habrán cumplido y otros no, pero lo que parece claro, es que este año 2013 no ha supuesto el fin de la crisis y el inicio de la recuperación como nos vendían a mediados del año pasado. Los brotes verdes a pesar de lo llovido este año, siguen sin salir.

Y tras un pequeño inciso para introducir el último resumendel año 2012, empezamos a correr rumbo al objetivo que supone cada año para quien esto escribe, que es la Tragamillas. En este caso la entrada era para presentar la canción oficial, que en este caso corría por cuenta del grupo local RockService y que era una versión del Born to Be Wild adaptada para la ocasión.

La siguiente entrada supuso un arrebato de melancolía que se repetiría mas adelante. Y es que según estaba preparando una entrada, me comenzaron a bombardear recuerdos y más recuerdos de mi infancia dentro del barrio en el cual he vivido toda mi vida. Son muchas las cosas que han cambiado, sus gentes, sus negocios, incluso recientemente la arquitectura de sus calles. Sigue siendo mi barrio a pesar de que ya no le vea con los ojos que le veía de niño. Los cambios tan bruscos no han sido para mejor y desgraciadamente ha perdido buena parte de su identidad primitiva que le hacia un barrio confortable y lo más importante, un barrio de vecinos, no un barrio de habitantes sin más.




Avanzamos en el mes y llegamos a la que iba a ser la primera prueba de atletismo de nivel en el municipio. Se trataba de la primera edición de la Quemapolvorones. Una carrera que como otras que han ido apareciendo después, se sumo al calendario de carreras populares de nuestro municipio, donde hemos pasado de tener el Cross de la Dehesa y La Tragamillas, a tener un buen puñado de carreras, algunas de ellas demasiado parecidas y que corren el peligro de saturar al aficionado por muy de moda que este esto del running. Decidí pasarme por la dehesa a ver como pintaba la cosa y la verdad es que no estuvo mal, en especial en cuanto al nivel deportivo de la prueba, pues los pódiums fueron de autentico nivel gracias al reclamo que supusieron los premios en metálico.

Como ya he dicho, el mes de enero estuvo inundado de un cierto aire de melancolía y entre todos los recuerdos, se ganó un espacio muy especial el Cine Alvasan, pues fue el gran cine de Villalba hasta que llegaron los multicines del Zoco, hoy convertidos en el gimnasio Holiday Gym. Y es que aunque no se fuera muy cinéfilo, como era mi caso, algo que he corregido con los años, lo cierto es que todos en alguna ocasión pisamos por la sala de proyecciones de la calle Francisco Martin y degustamos las palomitas Gol. Fue un lujo tener una gran sala como lo fue el cine Alvasan, como lo es el tener varias salas en las que poder disfrutar del séptimo arte en pantalla grande. No dejemos que este privilegio de nuestro pueblo desaparezca.

Finalizamos el mes de enero con una reflexión sobre el inquietante crecimiento de los bulos sobre asuntos turbios y crónica negra, que se venían prodigando por el pueblo. ¿Por qué motivo dábamos crédito a todos esos rumores? ¿Tan difícil era contrastar la veracidad de los hechos? ¿Censuran las autoridades la existencia de noticias de esta índole? En torno a todos estos temas trate de articular la entrada que cerraba el mes antes de que febrero viniese a hacerse hueco con sus cosas.

Y febrero llego puntual como todos los años y en él dominó la temática relativa a La Tragamillas. Supongo que a algunos les resultaré un tanto pesado con este tema, pero es algo que conozco bastante bien y de lo que menos me cuesta escribir además de que indudablemente, con el paso de los años se ha ido asentando hasta convertirse en un evento digno de ser noticia por sí mismo.

Así comencé el mes con una reflexión sobre la baja participación de mujeres en la carrera a pesar del auge que el deporte popular y el atletismo en particular están adquiriendo en los últimos tiempos. Analizando recorrido y falsas ideas preconcebidas llegue a la conclusión de que solo faltaba un pequeño empujoncito para animar a las féminas a apuntarse a La Tragamillas. Seguramente la aparición de La I San Silvestre Villalbina anime a muchas a dar el salto a una distancia mayor y disfrutar de este deporte.

Como dije, el mes de febrero fue dominado por la temática de La Tragamillas y por ello tocó hacer una parada para hablar de un personaje reseñable de nuestro municipio, la triatleta olímpica Marina Damlaimcourt, que ejerció de madrina de la prueba.

Y llegamos a uno de los momentos más surrealistas de la historia del blog. Siempre he tenido la ventana abierta a que la gente me sugiriera temas y opiniones (otra cosa es que mi desconocimiento de muchas materias me impida el abordarlos), pero lo que me pidió un vecino me pareció chocante, friki o como lo queráis llamar, pero me resulto una propuesta graciosa y por ello accedí a ella. Se trataba de prestar mi apoyo a su candidatura para ganar un concurso de una conocida marca de desodorante masculino, cuyo premio era un viaje espacial. Mucho me temo que no logró el objetivo, pero seguro que alguna risa si se ha podido echar gracias a la historia.


Y cerré el mes con la cobertura de la presentación oficialde La Tragamillas 2013 y un análisis de la evolución de la carrera. Desde esa primera humilde edición con 700 participantes y con una meta con un pódium que parecía un andamio a lo que es hoy, una carrera de reconocido prestigio en toda la Comunidad de Madrid y que es elegida por corredores de fuera de la misma a pesar de que les suponga un esfuerzo adicional. Paralelamente, la carrera ha ido creciendo más allá de lo deportivo y parece que por fin la gente empieza a darse cuenta de que esto es un evento que hay que mimar y del que se puede sacar mucho provecho.

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