miércoles, 20 de abril de 2011

¿Estamos para fiestas?

La pasada semana una intervención mía en el muro del facebook de una conocida peña local levantó ampollas en algunos sectores de la sociedad villalbina.

Como ya dije en su momento, no soy anti taurino, como tampoco soy defensor acérrimo. Tengo familiares muy a favor de la fiesta y amigos que los prohibirían. Por ello, en mi análisis más pormenorizado del asunto, no quiero que la gente vea un alegato anti taurino ni nada similar, sino solamente un ejercicio de responsabilidad y un llamamiento a que pensemos en el futuro que queremos.

En poco más de diez días, nos veremos inmersos en las fiestas de San José Obrero, las primeras de las que se celebran en la localidad, a las que sucederán las de San Antonio de Padua a mediados de Junio como antesala a las fiestas grandes de Santiago Apóstol allá por el 25 de Julio.

En un entorno económico tan difícil y complicado como se nos plantea a muchos vecinos en lo personal y al Ayuntamiento en lo colectivo, surge la duda de si estamos para fiestas. O para que tipo de fiestas estamos.

El año pasado ya hubo municipios que se vieron obligados a prescindir de las mismas y otros que metieron drásticos ajustes a las mismas.

Cuando se presentaron los presupuestos municipales, se hizo hincapié en que eran unos presupuestos muy austeros dada la situación económica por la que atravesamos. Dando por buenas las cifras presentadas (hay que tener en cuenta que los últimos dos años no se han cumplido), el recorte en festejos iba a ser de un 35%, ya que los ingresos estimados son sensiblemente inferiores, sobre un recorte de los gastos en general de algo más de un 10%.

Esas frías cifras parecen correctas, pero uno comienza a ver el avance de las próximas fiestas y piensa si aún con todo y con eso no nos estaremos pasando todavía. Y es que las previsiones económicas más recientes han dejado “chamuscados” los famosos “brotes verdes” y parece que 36000€ en subvenciones para un evento taurino son excesivas. Y como ya he dicho en anteriores ocasiones, no estoy en contra de las fiestas ni de los toros, pero la situación económica no hace más que empeorar y no se ve luz al final del túnel. Se me hizo muy difícil asimilar la cifra cuando se tienen varios familiares en paro desde hace tiempo y en un mismo día pude ver en el periódico noticias que invitaban al optimismo como “cierre de Pc City” “ERE de Telefónica” “prejubilaciones en BBVA” “ERE en Bimbo” o “la no inversión China” o intervención más que probable de varias Cajas de Ahorro (de momento CAM y Caixa Nova).

Tres fiestas parecen algo excesivo para el municipio vista la situación general de la economía española y de la municipal en concreto. De todos es sabido que hay varios empresarios a los que el Ayuntamiento debe pagos de ejercicios anteriores al 2011, que los problemas de la famosa bacteria han venido dados por los recortes que la empresa de limpieza ha tenido que llevar a cabo ante la falta de pagos del Ayuntamiento o que a la empresa encargada de la limpieza de parques y jardines se le adeuda cerca de dos millones de euros y que hace unos dos meses estuvieron a punto de la huelga (los trabajadores) y del cierre (la empresa).

Es por ello por lo que me gustaría que los responsables de organizar las fiestas optimicen al máximo los recursos que les han sido entregados y que piensen que si este año han sido menores que en años anteriores, seguramente han sido muy superiores a lo que tendrán en años próximos, donde en mi opinión habrá que ir a otro tipo de fiestas menos ostentosas y más participativas, no por ello mas deslucidas o peores.

En ese sentido, debo decir que he visto cosas curiosas en los avances de San José (Ensemble Romeritos) y de San Antonio (un amplio programa de actividades deportivas, certamen de música pop, etc.…)

No quiero terminar sin dar un último agradecimiento a todos los que de forma desinteresada trabajan lo mejor que puede o saben para confeccionar unos programas de fiestas que es imposible que agraden a todo el mundo, pero que aún así les apartan de sus familias y su tiempo libre.


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