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martes, 29 de diciembre de 2020

Resumen 2020 IV (Octubre-Diciembre)

Y llega el momento de ir cerrando el recorrido por lo acontecido en este 2020 con lo publicado en el blog en los últimos tres meses.

Evidentemente, estos tres meses han venido marcados por las restricciones de movilidad, que sin llegar a ser tan exigentes como el confinamiento, si han trastocado mucho el día a día de los ciudadanos.

Y en mitad de todo esto, los Villalbinos hemos sufrido una “gestión de charlotada” del tema de las restricciones y demás medidas para paliar el contagio covid. Lo que pasa es que en este caso no tiene el monopolio del desastre el ayuntamiento, pues todas las instituciones, desde la primera a la última, han estado muy por debajo de lo requerido por la situación. ¿Se acuerdan de cuando empezaron las restricciones y nos tiramos una buena temporada especulando si nos “encerraban o no”? o ¿si se haría por comunidades autónomas, municipios o áreas básicas de salud?

Pero claro, todo quedo superado por el momento en el que se decidió hacer los cierres perimetrales por zonas básicas de salud, dando lugar a situaciones kafkianas en las que dos aceras de la misma calle tenían distinta situación. Si es que había que estudiar para saber lo que se podía hacer y lo que no, no fueran a pillarte en un “paso fronterizo” y te hubieses metido en un lío sin comerlo ni beberlo.

Y una de las consecuencias derivadas de los cierres perimetrales, toque de queda y demás restricciones, ha sido el ver como a la hostelería se le apretaba un poco más el nudo de la soga. Ya hemos visto algunos cierres destacados en estos meses como del Jarana, uno de los restaurantes más conocidos del municipio, aunque no terminase de despuntar.

Y ante esta nueva situación, algunos locales han decidido redoblar su apuesta por el delivery. Un mundo con muchas sombras, pero que a algunos les está suponiendo la tabla de salvación a la que aferrarse para evitar el desastre total. Desgraciadamente no todos tienen esa opción o no es fácilmente exportable para todos los negocios y de todo eso iba la entrada publicada en el mes de noviembre.

El mes de diciembre arrancó con la triste noticia de la muerte de Maradona que, aunque no pilló de sorpresa por la vida que llevaba el astro argentino, no dejó de ser sorprendente, pues uno se resiste a ver morir a los ídolos o mitos de la infancia. Y con la muerte de “El Pelusa” como marco, traté de retratar una pequeña parte de la vida de un niño de los ochenta.


Y empecé con la labor de ir resumiendo el año, pero desgraciadamente, un acontecimiento luctuoso sacudió el municipio, la muerte de Alfonso. Una muerte que no ha hecho más que poner de manifiesto el fracaso de la sociedad que no es capaz de acoger a la gente que por uno u otro motivo, se han visto fuera del sistema en algún momento.

Una vez abordado el asunto, ya me disponía a cerrar el mes y por consiguiente el fatídico 2020 con la publicación de los respectivos resúmenes de las partes II y III. Sin embargo, fue llegando la Navidad, y con ella temas de todos los años como el del alumbrado por estas fechas. Y es que este año no tenía previsto hablar del asunto, pero el escándalo ha llegado de la mano de las luces navideñas y del incremento desmesurado del presupuesto para las mismas con un servicio más que cuestionable.

Pero finalmente 2020 llega a su fin y con este resumen dejo por finiquitado el año.

Feliz salida y entrada de año.

martes, 22 de diciembre de 2020

Resumen 2020 III (Julio - Septiembre)

Empezamos el mes de julio con una entrada en la que hablaba de que a pesar de que nos encontrábamos en la parte central del verano, parecía que en Collado Villalba nos hallábamos en pleno invierno. Nada había devuelto un ápice de ilusión a nuestro municipio, pues el Ayuntamiento no había promovido nada para dinamizar mínimamente la actividad de nuestro pueblo. Más bien al contrario, había puesto zancadillas a las pocas iniciativas que se habían planteado, algo que contrastaba con lo que se veía en los pueblos de alrededor, donde sus Ayuntamientos trataban de apoyar a sus empresarios en la desescalada y se iban programando pequeñas actividades bajo importantes controles de seguridad. Recordemos que a principios de julio la situación de la pandemia había mejorado de forma notable y nuestro Ayuntamiento no programó nada hasta casi finales de septiembre teniendo que posponerlo por culpa del mal tiempo y ya entrando de lleno en la segunda ola de la pandemia.

Posteriormente publique el resultado del sondeo sobre lo que los vecinos habían opinado sobre la incorporación de Diana Barrantes al equipo de gobierno municipal y haber dejado a un lado la opción de pactos únicamente conforme al programa presentado por la formación bajo la que se presentó.


Y por lo que quiera que fuese, este año he sentido especial curiosidad por saber que opinaban los villalbinos sobre distintos temas, así que la siguiente entrada fue el resultado del sondeo en el que intente recabar los cambios de hábitos que el confinamiento había provocado.

Y la última entrada del mes de julio fue otro sondeo, si ya sé que he estado muy preguntón este año, pero tenía curiosidad por tratar de plasmar con datos el resultado de algún que otro hilo que había visto en RRSS. Este año ha sido tremendamente duro para el sector de la hostelería y me temo que los próximos no parecen venir con mejores intenciones, al menos en el corto-medio plazo. Y dentro del sector, en nuestro municipio y dada la presencia de dos grandes centros comerciales, tienen gran importancia las franquicias y precisamente sobre ellas os pregunté. Sobre cuales eran vuestras favoritas y cuales os gustaría que se asentaran en Collado Villalba.

Así que de esta forma nos metimos en el mes en el que Villalba se para, por lo que este año no hemos sido de los más perjudicados en este sentido debido al Covid, ya que la nueva normalidad se parecía bastante a la antigua en el mes de agosto. Si me apuran, las ganas de salir a la calle tras el encierro, hacían que muchos quisiesen salir a disfrutar de la misma cuando el sol ya dejaba atrás su implacable acecho. Y precisamente, como fruto de uno de esos paseos nocturnos surgió una entrada en la que reflejé la vida de Collado Villalba en verano cuando el sol se ocultaba. Carreras de coches, corrillos sin mascarilla, cachimbas… En definitiva, un interesante descontrol para estar aún con los rescoldos candentes de la primera ola del covid.

Y tras esto, traté de recuperar un sondeo que ya realicé hace mucho tiempo y del cual perdí los datos por aquello de los alojamientos de Internet. Se trataba de conocer la opinión de los Villalbinos a la hora dehacer la compra. Un factor que también ha cambiado muchísimo a raíz del Estado de Alarma.

Y para finalizar agosto, hice un pequeño repaso a los datos de sanciones que habían publicado algunos ayuntamientos como consecuencia del no uso de mascarilla, botellones o incumplimientos horarios por parte de la hostelería. ¿A que no sabéis que municipio volvía a salir retratado para mal? 

A raíz de la compra de Supersol por parte de Carrefour, llevé a cabo un pequeño repaso a cómo ha cambiado el comercio de alimentación de nuestro municipio en las últimas cuatro décadas. El paso desde la tienda de barrio a las grandes superficies y el cambio de enseñas de algunos de los locales.

Continué con otra entrada dedicada a las pasarelas de Collado Villalba. Recordemos que Villalba es un pueblo con muchos problemas de movilidad como consecuencia de estar cortados por la autopista, las vías del tren y el rio. Y a ello habría que sumar otras travesías importantes de carreteras como la de Navacerrada o Alpedrete. Precisamente el cruce de la primera de ellas es desde un punto de vista de seguridad vial, uno de los puntos negros de Collado Villalba (desgraciadamente no es el único) y de gran dificultad para encontrar una solución. Por cierto, y hablando de pasarelas, seguimos esperando que la concesionaria del hospital pague la de acceso que tenían que haber costeado ellos.

Y cerramos el trimestre con la llegada de la segunda ola de contagios de coronavirus y las consiguientes restricciones de movilidad y asociación que todos ya sabemos. En aquel momento la confusión era total y nos debatíamos entre si lo mejor era el cierre perimetral de todo el municipio, de las zonas básicas de salud y alguna que otra opción más. Y como no, yo en mi línea preguntona, volví a lanzar la pregunta a mis queridos vecinos.

lunes, 14 de diciembre de 2020

Alto voltaje

 Belén de la Plaza de los Belgas
No pensaba escribir sobre el tema de las luces navideñas este año, pues fue tema ya abordado el pasado ejercicio y no quería ser repetitivo, pero el inoperante equipo de gobierno que nos desgobierna obliga a ello.

Vaya por delante, que no comparto muchas opiniones de las que leo en RRSS en torno al tema, empezando por los que ponen a parir las “cordadas” que tiran por las copas de los árboles que, aunque son muy sencillas a mí me gusta el efecto que causan sobre el global de la Calle Real, pues no son demasiado invasivas y por el contrario el “efecto pasillo” que generan me agrada.

Tampoco comparto los que se quejan de que si tal urbanización es de segunda porque no le ponen luces o que dados los impuestos que se pagan, se merecen sus luces. La colocación de las luces de Navidad no son un premio por ser buenos vecinos, sino que son una inversión para la dinamización de la actividad comercial en unas fechas tan señaladas, al menos así lo entiendo yo, por lo que deberían ser criterios comerciales los que marquen la gran mayoría de las ubicaciones de las mismas. La celebración más religiosa de la Navidad obedece a cada persona, que es libre de cantar villancicos, ir a la Misa del Gallo, comer cordero o sentar a un pobre a su mesa por estas fechas.

Por ello el año pasado critiqué la tardía colocación de la iluminación navideña en nuestro municipio pues, aunque entiendo que la factura de la luz subirá notablemente por la colocación de la misma, entiendo que su función es importante en algunas fechas marcadas previas a la Navidad propiamente dicha (Black Friday y puente de la Inmaculada o Constitución). El poner un horario racional durante esas fechas marcadas, aunque luego se apagasen hasta las fechas más próximas a la Navidad con la excepción de los fines de semana, me parece la opción más lógica e interesante. Desconozco si hay dificultades técnicas que dificulten el poder hacerlo así, pero en los tiempos de la digitalización, cuesta creer que no se pueda programar el alumbrado público.

Y es que no es cuestión baladí, pues a las fechas en las que se ha encendido la iluminación en Collado Villalba, la campaña comercial navideña ya ha vendido cerca de un 50% del global de la misma, cifra nada desdeñable cuando hablamos del mayor gasto que realizamos los españoles a lo largo de todo el año. Solo hay que fijarse en como otros municipios han volcado esfuerzos en su programación navideña en los últimos años Málaga, Vigo, Torrejón


Imagen del montaje de Torrejon del año pasado

Así que vamos a lo mollar del asunto. Este año eran muchas las voces que sugerían la desaparición de la iluminación navideña o su moderación por aquello de destinar más recursos a causas sociales. Evidentemente, esa medida nunca iba a encontrar el consenso por aquello de agraviar a unos vecinos u otros si se usaba el criterio de ubicación o si se entraba en una guerra contra el espíritu cristiano de la Navidad. Pero resulta que el consenso que se antojaba imposible ha sido logrado, pero por otro motivo. Reduciendo el número de luces y las ubicaciones de las mismas, han disparado el gasto hasta casi triplicarlo. Lo que viene siendo hacer un pan como unas hostias.

Resulta que se gastan un dineral que no tenemos y que tan preciado es para otros menesteres en estos momentos, y dejan sin luces rotondas que habían decorado otros años y calles tan emblemáticas como la Avenida Juan Carlos I.

Detalle del belén de Los Belgas

Nos van a querer vender humo con el belén que han montado en La Plaza de los Belgas, pero que alguien me corrija, pero creo que algunos elementos del mismo ya estuvieron colocados en algunas rotondas en otros años. Y aunque no fuese así, no compensa el gasto extra ni el abandono de las rotondas, que son puerta de entrada de nuestro municipio.

Y sale el concejal del ramo y dice que también se ha triplicado el gasto en cultura, lo cual estaría bien si ese gasto repercutiese en el acceso a la misma de todo el municipio, pero dado el hándicap de nuestro obsoleto teatro municipal, no hace más que ponernos en alerta sobre contratos sospechosos o poco claros, pues resulta que la obra de teatro más costosa viene por la Red de Teatros de la Comunidad de Madrid y no por vía municipal. Así que lo dicho, muchas explicaciones tendrá que dar el señor concejal para tan gran desatino y más cuando tiene tantos contactos en el mundillo de la cultura, no vaya a ser que en lugar de venir a servir a la cultura de nuestro municipio, se vaya a servir de nuestro municipio para contentar amigos y obtener recíprocos servicios. Esto son solo conjeturas mías, pero visto el pelaje de la política local, no me digan que no da que pensar. Y mira que este concejal era de los que había levantado más y mejores expectativas por su curriculum.

domingo, 13 de diciembre de 2020

Resumen 2020 II (Abril - Junio)

 A pesar de estar en lo más crítico del estado de alarma decretado por el gobierno central, decidí meter alguna entrada relativa a la actualidad de Collado Villalba. Por un lado, había necesidad de hablar de algo distinto al Covid y, por otro lado, no quería dejar de lado lo que era un tema clave en la actualidad y el futuro de Collado Villalba. Así que era momento de publicar el resultado del sondeo realizado a fin de conocer el parecer de los vecinos respecto al giro de los acontecimientos en el tema de la ubicación del mercadillo de Collado Villalba. Un cambio que recuerden, le llevaba de forma definitiva desde la ubicación de Los Belgas al Polígono P29.

Pero el Covid seguía muy presente en casi todo lo que sucedía en esas fechas y así, la siguiente entrada fue un poco melancólica, pues miraba con nostalgia hacia lo que deberían haber sido las primeras fiestas de nuestro municipio, las fiestas de El Gorronal. Pero no estaba el horno para bollos y ya se tenía claro, que el volver a tener fiestas y eventos masivos iba para largo.

El Covid, siempre el Covid… Presente en casi todo de una forma u otra durante el mes de abril. Responsable de que las obras de remodelación de la Plaza de los Belgas se retrasasen aún un poco más. Pero ya por aquel entonces y gracias a las fotos de perspectivas privilegiadas de algún vecino, podíamos tener un esbozo del resultado final que resultaría de la polémica remodelación. El número de detractores de la obra iba subiendo, pues algunos pensaban que iban a plantar allí una especie de Amazonas y vieron sus sueños frustrados y otros veían que el gran espacio de la plaza iba a quedar reducido, así como otras deficiencias en materia de accesibilidad, etc.

Entrabamos en el mes de mayo, un mes crucial para el devenir de los próximos tres años de nuestro municipio, pues en este mes se aprobaron los presupuestos municipales a pesar de la falta de consenso y las diferentes posturas de las distintas formaciones políticas. Se hacía necesario el empezar a funcionar y más con lo que tenemos encima. Otra cosa es como se ha realizado el viaje, pues al final cogieron a la “autostopista” y no solo eso, sino que le han dejado conducir sin carnet.

A raíz de la aprobación de los presupuestos y visto el desarrollo de la pandemia y la crisis económica que irremediablemente se nos venía encima, eché la vista atrás e hice un pequeño repaso de algunas de esas obras en las que nuestros dirigentes han dilapidado buenos miles de euros y lo bien que nos habrían venido para combatir al Covid.

Pero llegados a este punto en el que uno estaba continuamente amargado por el devenir de los acontecimientos, se hacía imperioso el tratar de dar un giro al blog hacia una temática más amable y de paso, si era posible, tratar de animar al pequeño empresario local.

Y para ello decidí hacer una serie de entradas dedicadas a la búsqueda de la mejor palmera de chocolate de nuestro municipio. Era una serie que ya venía trabajando desde finales del 2019, pues la cata y análisis de tanto dulce debía de hacerse minuciosamente y evitando el ingreso por un coma diabético en el hospital. Espero que disfrutaseis tanto como yo de dichas entradas, aunque para ello hayáis tenido que engordar algún kilito para contrastar vuestro parecer con el mío.

Pero tras publicar las partes II y III de dicha serie, hice un pequeño paréntesis para hacer referencia a la despedida de Domingo Gómez, el de“Casa Domingo”. Y es que la gran nota de despedida y homenaje que le escribió el amigo Jaime Fresno, que tantas y tantas veces ha inspirado entradas de mi blog, me puso en bandeja el recordar a muchas de esas personas que han formado parte de nuestro pasado por estar al frente de esos pequeños negocios desaparecidos u olvidados y a los que hemos añorado tanto en estos tiempos en los que la proximidad en el comercio se volvió tan importante.

Y para cerrar el mes de mayo, decidí hacer una entrada tratando de comparar las medidas que había tomado nuestro municipio en la lucha contra el Covid con las que me iban llegando de municipios vecinos. Una vez más, jugábamos para evitar el descenso, muy lejos de la Champions.

Y arrancamos el mes de junio con una de las grandes noticias del año, el paso al equipo de gobierno de la concejala de Vecinos por Collado Villalba, lo que dejaba al partido echo jirones y dejaba bien claro, que el papel de bisagra que se le suponía iba a tener el partido, se había convertido en anécdota, pues las decisiones a partir de ese momento iban a girar todas en un mismo sentido, el sentido del poder. Entre otras cosas, reflexione sobre lo importante que es que los dirigentes municipales hayan mamado un mínimo de la cultura popular e historia del municipio en el que pretenden gobernar, algo que no sucede con la citada concejala.

Y claro, esto llevaba a una encuesta sobre el rumbo que iba a tomar la formación “Vecinos por Collado Villalba” a la que siguió otra encuesta en la que traté de ver como habían sido los hábitos de los vecinos villalbinos durante ese periodo de tiempo en el que estuvimos confinados cuyos resultados dieron lugar a una entrada posterior.

Y tras esto el dulce colofón de la entrada que ponía fin a la serie dedicada a la búsqueda de la mejor palmera de chocolate de ColladoVillalba. Un dulce colofón que coincidía con la llegada de la “Nueva Normalidad” o el fin de la desescalada de la primera ola del Covid. Pero eso ya será tema del siguiente resumen.

martes, 8 de diciembre de 2020

Mirar para otro lado


Recuerdo la mecánica perfectamente, pues me tocó ir varias docenas de veces a comprar material al almacén de construcciones de la Viuda de Mario Capote. Lo primero era ir al edificio del lado izquierdo de la calle, donde pedias el material y lo pagabas. Luego con la nota que te daban, cruzabas la calle y allí, Alfonso o el empleado que hubiese trabajando en ese momento, te daba la mercancía. Recuerdo que era muy llamativo el ver los distintos calendarios de “tías en bolas” que colgaban de los apartados del almacén. Recordemos que, en aquellos tiempos de las películas de dos rombos, padres que te hacían acostarte casi con Casimiro y que se consideraba porno a la revista Interviú.

Con el paso de los años, el negocio fue cayendo a pesar del boom inmobiliario. En esos últimos años ya solo recuerdo a Alfonso (por aquel entonces no sabía su nombre) en la zona de carga y descarga de material. Y finalmente, por las razones que fueran, termino cerrando.

Me imagino que entonces comenzaría el largo camino que ha dado con Alfonso en la calle. Me pareció leer por ahí, que tuvo algún otro trabajo después, pero que, al no ser una persona despierta, fue víctima de los abusos de unos y otros. Pero esto es algo que yo no puedo afirmar, aunque sí que me resulta bastante probable.

En los últimos años le vi a horas muy intempestivas salir desde donde me imagino que vivía, frente a la antigua carpintería de Garrido y comenzar a deambular por la Plaza de los Belgas, que se había convertido en su hábitat natural. Ya al mediodía era fácil verlo en los alrededores de la cafetería Vai-Ven, una de las esquinas donde mejor se puede retratar lo que es el desarraigo y el estar al borde de la marginalidad. Así me lo he cruzado durante cientos de veces en los últimos años y siempre pensaba en lo mismo, este hombre tiene que tener problemas de cabeza, porque no era normal estar a las 6:00 dando tumbos con los fríos del invierno. Además, su imagen era la típica de la persona que vive aislada en su mundo.

A raíz de la pandemia, mis hábitos de desplazamiento para el trabajo han cambiado y ya no lo veía cada día como antaño. Sin embargo, no hacía mucho que lo vi. Iba acompañado de otras dos personas y el deterioro físico y mental era ya evidente. Portaba consigo un carrito con sus pertenencias, lo que hacía pensar que ya vivía en la calle y no bajo techo. Era la típica estampa que tantas veces hemos visto en las películas americanas donde el viejo héroe del Vietnam vive con la sola compañía de una botella de alcohol envuelta en papel.

No sé qué puede haber sido lo que le haya procurado ese último paso cuando ya estaba al borde del precipicio y especular más va en contra de mi forma de pensar en estos casos. Bastante sufrimiento tiene que tener la familia, para que los extraños nos pongamos a tirar vinagre en la herida.

Y por lo anteriormente expuesto no pensaba escribir sobre el tema, pero lo leído en las RRSS y las declaraciones y oportunismo de buena parte de nuestra clase política me ha revuelto las tripas por su afán en simplificar y reducir a lo absurdo problemas tan complejos.

Decir que “La Calle Mata” y que habiendo casas vacías es culpa del Ayuntamiento el que Alfonso haya muerto, es reducir el problema a unos niveles que me hacen dudar y mucho de esos defensores de los derechos sociales. ¿A caso era yo el único que se había cruzado cientos de veces con Alfonso en los últimos años? ¿Soy yo el único que ve como han dormido y duermen algunos vagabundos en los soportales de ciertos edificios al único abrigo de unas cajas de cartón y unas mantas viejas?

El dar un techo a este tipo de gente creo que no llegaría a solucionar más de un 5% de los casos, pues al final ese quedarse sin techo no es más que la cascarilla que oculta el problema de fondo que suele ser una enfermedad mental o una capacidad distinta.

Sin exculpar al Ayuntamiento de sus obligaciones, tal vez la concejala Eva Morata, que no tardo en reunir a los medios y soltar su mitin, debería ir a ver a sus amigos del Ateneo y ver que le cuentan de esa gente que va a solicitar ayuda. O mejor incluso, a la gente de Cáritas y del comedor de la Virgen del Camino, que parece que fueron los últimos en dar una mínima ayuda a Alfonso. Pero ya sabemos que a la iglesia le pedimos, pero no la reconocemos los servicios que presta.

Y es que este triste episodio me ha hecho volver a pensar en algo en lo que siempre he discrepado. Dar ayuda, pero sin pedir a cambio nada. Recuerdo los tiempos en los que a la gente de “Pan Para Todos” se les llenaba la boca de decir que ellos daban ayuda a la gente sin que esta tuviese que demostrar su situación de vulnerabilidad por aquello de no estigmatizar. Tengo claro que no tiene que ser un trago fácil y que seguramente muchos apuren su situación al máximo antes de reconocer sus problemas, pero por otro lado nos quitaríamos mucho aprovechado y los servicios sociales podrían hacer un seguimiento más efectivo de los casos extremos para poder ayudar a la gente antes de llegar a desenlaces fatales.

Y es que uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los trabajadores sociales, es el rechazo de esa gente a ser ¿ayudados, seguidos, rastreados? Usen el verbo que prefieran. Para ellos el ir a los servicios sociales se trata de un “tramite de fichar” para seguir percibiendo la ayuda. Es habitual que llamen a los padres para tratar de hacer el seguimiento de la familia y que este diga que tiene cosas más importantes que hacer que hablar de sus hijos y que ahí acabe la posibilidad de dar una ayuda más profesional. Imagínense que puede ser de esas criaturas en el futuro y evidentemente, creo que el estigma que pudiese sufrir el padre es un mal menor con relación a la posibilidad de tener una ayuda profesional a medio y largo plazo.

Así pues, frases como “La Calle Mata” en boca de nuestros hipócritas políticos y sus palmeros, que han colgado enlaces de gacetas de izquierda que corrieron a cambiar el nombre de la calle Ruiz de Alarcón por la que tanto deambuló Alfonso, pero que no saben ni ubicarla, no dejan de ser eslóganes políticos, pues me temo que son ellos bastante más responsables que las calles. Y conste que repito que no exculpo al Ayuntamiento de su parte de responsabilidad, pero no comparto que ellos “hayan apretado el gatillo”. Los problemas sociales no se resuelven por dar un mendrugo de pan o propiciar un techo, pues ya sabemos cómo han acabado muchos de esos barrios de acogida y de esas viviendas sociales. La calle no ha matado a Alfonso, lo ha matado la sociedad en la que vivimos. Es un fracaso de todos.

lunes, 7 de diciembre de 2020

Resumen 2020 I (Enero-Marzo)

Comienzan aquí las entradas con las que pretendo resumir lo tratado en el blog en este año tan particular que nos ha tocado vivir y que tanto ha cambiado nuestras vidas y casi seguro que nuestro futuro, al menos el más inmediato.

Quién podía imaginar que mientras escribía sobre las pasadas Navidades y comentaba el cambio de organización de la cabalgata o el éxito de las iniciativas de otros pueblos por dinamizar su turismo o comercio, el virus que por aquel entonces nos sonaba a algo exótico y lejano, iba a cambiar nuestras vidas

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Esa lejanía geográfica de los focos de infección que conocíamos en aquellos tiempos (que luego supimos que ya habían traspasado fronteras) hacía que hablase de temas más cercanos como el suelo sobre el que pisamos. Ese suelo al que no podemos perder de vista si queremos evitar un gran tropezón.

Así que seguíamos con temas mundanos y ¿qué hay más mundano que el errar? Otra cosa es que, en una actuación premeditada y estudiada ignoremos las críticas o las objeciones planteadas por los opositores de la actuación y luego alegues desconocimiento u otras coartadas para irte de rositas. El resultado de la pavimentación con adoquín ya sabemos que tiene muchos hándicaps y en el caso de Villalba precedentes nefastos que salieron muy caros, veremos qué pasa, pero avisados estaban y se trataría de un error por obcecación.

Y nos adentramos en marzo, el mes que probablemente haya cambiado para siempre nuestras vidas o al menos en el corto y medio plazo.

Empezamos con el plan para recuperar la actividad comercial, que se presentó como contraataque de la campaña iniciada por varios comercios recordando a la alcaldesa el incumplimiento de sus promesas. Todo ello con el soniquete de fondo de la ubicación del mercadillo. De las medidas presentadas, poco que decir, pues eran un “corta y pega” de algunas ya existentes y básicamente era mover las piezas del tablero de juego. Nada especialmente ilusionante para los comerciantes de la zona.

                                                        

Así pues, resultaba interesante conocer el parecer de los vecinos al respecto del cambio de opinión con respecto a la ubicación del mercadillo. ¿O tal vez estaba todo ya más que planificado?

Casi el 80% de los vecinos consideraba que el equipo de gobierno municipal les había engañado con el asunto de la ubicación del mercadillo, mientras que un poco menos del 10% no se sentían engañados y poco más del 7% lo consideraba una sabia rectificación.

                                       

Y entramos en plena pandemia y confinamiento y así me permití el salir un poco de la temática habitual del blog para contar como estaba viviendo mi experiencia personal desde mi “trinchera” en el trabajo. Era muchísimo lo que desconocíamos del maldito virus, pero ya se iba viendo que o quienes eran nuestros mayores enemigos para luchar contra él.

Evidentemente, las historias del confinamiento dominaban todo en esos días, así que hubo una segunda entrada ya con el anuncio de la primera prorroga del Estado de Alarma. Ya nos empezábamos a oler que esto iba para más tiempo del que parecía en un principio, pero aún reíamos con los memes y salíamos a aplaudir a los sanitarios mientras la muerte ya hacia barridos por UCIS y residencias de ancianos.

Recuperé las “CrónicasVillalbinas” con la mezcla de un tema de actualidad como era la crisis de un famoso concesionario de coches que llevaba sin pagar a sus empleados por aquel entonces seis mensualidades, con el recuerdo de otro de esos sueños megalómanos que tuvo uno de nuestros alcaldes y que afortunadamente nunca vio la luz. De lo poco que se ha ejecutado por la zona, solo queda un comercio un par de concesionarios y dos fantásticos esqueletos urbanísticos que aún conservan buen aspecto, pero que terminaran sumándose a otros espacios ruinosos como el que fuera antaño una de nuestras señas de identidad más conocidas en la capital, Testa.

martes, 1 de diciembre de 2020

Todos queríamos ser Maradona

 

Imagen de David Rivas "Darife"

No era esta la entrada que estaba escribiendo, pero es que la muerte de D10S está tan presente en todos los medios que hasta me hace relacionar al “pelusa” con Villalba.

Pongámonos en situación, son los primeros ochenta y los chavales hacíamos colecciones de cromos que comprábamos donde Chani o en el resto de quioscos y estancos de la localidad a la salida de misa y que intercambiábamos. No eran cromos adhesivos aún, porque Mr. Panini todavía no arrasaba en el sector.  Santillana, Juanito, Stielike o el exótico por aquel entonces Cunningham, eran las estrellas del Real Madrid, mientras que en el Barça lo eran Simonsen, Carrasco, Schuster o Quini. Pero no olvidemos que en aquellos tiempos donde solo jugaban dos jugadores extranjeros la igualdad era mayor y así, los equipos vascos ganaron cuatro ligas de forma consecutiva. López Ufarte, Arconada, Satrustegui, Zamora, Dani, Rojo, Sarabia, Goikoetxea eran referentes en sus equipos y en la lista de la selección de Santamaria que disputaría el mundial 82.

Valencia, Zaragoza y por supuesto Atlético de Madrid entre otros, también tenían grandes equipos para brillar a gran altura.

Eran los tiempos en los que los chavales a lo más que podíamos aspirar era a que nos comprasen una camiseta de algodón de nuestro equipo en Pilmod (ubicado en Honorio Lozano al lado de la peluquería de Los Montero) o Géminis (con tienda en el Gorronal cerca de la Selecta y en la Plaza de España junto a La Gaditana). De aquellas tiendas de deportes solo queda Vidal Espinosa (y sus permanentes liquidaciones por cese de negocio) y  Deportes Daniel’s, que por aquel entonces volcaba sus esfuerzos en el Club de Atletismo y que llevaba a Josefa Cruz por todas las carreras de la comarca.

A aquellas camisetas luego nuestras madres les cosían los escudos bordados que te los vendían por separado y el número de tu jugador preferido que lo pegaban a golpe de plancha.

Eran los tiempos del “balón de reglamento” Tango Adidas y otros similares, cuyos balonazos picaban como demonios y que con el agua pesaban horrores hasta el punto de casi perder el bote. Pero en las calles todos queríamos cabecear como Santillana, tener el olfato de gol de Quini o regatear como Maradona. Y a la que nos juntásemos unos cuantos, el derbi entre barrios ya estaba servido en el Campo de la Iglesia, el Campo de la Vía, El Beauty, Los Rollos o incluso en Los Belgas si el ganado no lo impedía.

El tener un amigo con un balón de reglamento era equivalente a tener un tesoro, ya que la mayoría de las veces se jugaba con balones de goma que no pesaban casi nada y cuyo impacto era menos doloroso y causaba menos daños materiales, pues no siempre se jugaba en el campo y eran más las veces que las porterías venían marcadas por las ruedas de los coches y los bordillos o por las puertas de las casas bajas. Eso sí, la escandalera siempre estaba garantizada.

Ese paisaje cambió drásticamente en 1985 coincidiendo con la plata olímpica de Los Ángeles 84 y el desembarco del proyecto que dio lugar al Club Baloncesto Collado Villalba. A partir de entonces los balones pasaron a ser Molten o Mikasa y cualquier objeto con forma circular que se pudiese colgar en una pared valía como canasta. Pero eso ya es otra historia.

 

sábado, 7 de noviembre de 2020

Aferrarse al delivery

 

Arranco un pequeño paseo por nuestro pueblo con dirección al Bar Andaluz al que suelo ir a echar la primitiva y al que he faltado en las dos últimas semanas por culpa del confinamiento perimetral de la ZBS Sierra de Guadarrama.

Por el camino veo como el cambio horario y el Covid van causando estragos por donde quiera que pase. El burger que en tiempos y con peores medios siempre tenía unos cuantos cumpleaños de chavalería, está hoy completamente vacío. En la Plaza de los Belgas no hay más que un par de críos con sus madres y lo que es peor, los carteles de “Se Alquila” empiezan a aflorar en demasiado número para ser la zona de Collado Villalba en la que había una mayor tasa de actividad vs número de locales.

Paso por algún que otro lugar de atención al cliente y veo que ya están cerrados a cal y canto. Muchos de esos servicios han sido derivados a Call Centers que están desbordados, ahorrándose así a la persona que antes te atendía y aconsejaba. Mientras, la que está teletrabajando desde su domicilio, puede llegar a atender hasta cien llamadas diarias de clientes enormemente enojados tras esperas interminables que pueden alcanzar las dos horas.

Continuo mi camino y paso por una tienda de ropa con los precios literalmente de saldo, muy por debajo de los de las campañas de rebajas de fechas anteriores. En principio no están liquidando “por ahora”, eso es lo que me dijo la dependienta, pero tanta agresividad comercial solo puede tener dos explicaciones: genero acumulado depreciándose en almacenes o necesidad de liquidez. Sea una u otra, ninguna de ellas es un buen indicador comercial.

Llego finalmente al lugar de destino, la administración de lotería del Bar El Andaluz. Como era de esperar, la suerte me sigue siendo esquiva y hay que volver confiar en la suerte para próximas semanas. Me comentan que las dos semanas de confinamiento se han notado y que hemos sido unos cuantos los que no hemos pasado por allí en los quince días precedentes.

Me despido y continuo mi regreso a casa, pero justo al pasar por delante del Mesón Domingo, asisto a una estampa desoladora, el mesón que ahora regenta Mingui está completamente vacío. Ya es de noche y evidentemente eso repercute un poco en el ánimo para estar por la calle, pero uno no espera que poco antes de las 20:00h el ambiente sea de cierre total.


 

Así que finalmente y aunque no soy muy de bares, decido entrar a tomarme una cerveza y contribuir un poco a la recuperación del lugar, no tanto en la económica, porque poco pueden hacer un par de cañas, pero si en la anímica de ver que no tienes el local vacío.

Charlo con Mingui y me comenta que están siendo tiempos difíciles, porque ha perdido clientela y que incluso algunos de sus fieles no se encuentran con ánimos de volver a su local y ver que ya no está su padre y que eso sí que le duele de verdad, ver que aun teniendo el cariño de esos clientes que le han visto crecer, muchos de ellos no están en estos momentos en los que tanto les necesita. No les reprocha nada, pero se le ve afectado por ver como el legado de su padre pesa tanto para mantener a muchos de sus fieles.

Mientras apuro mi caña, se presenta el dueño de otro conocido local y comienzan a charlar entre ellos. Tienen miedo a volver a un nuevo confinamiento como el de marzo, pues saben que, sin restañarse aún de las heridas de aquel golpe, un nuevo revolcón podría ser fatal.

“Mingui, hay que hacer algo y probar”. Se refiere al envío a domicilio al que hasta ahora se ha mostrado reticente. Empiezo a mostrar interés por la conversación y me meto de lleno en ella. Me comentan que las comisiones de las plataformas tipo Glovo, Deliveroo, Uber Eats, son altísimas, casi de latrocinio, pues oscilan entre el 30 y el 40%. Un auténtico despropósito que obliga a volúmenes de venta estratosféricos o a servicios de valor añadido con un alto margen.

Les comento mi experiencia personal reciente. Una noche de fin de semana decidimos pedir la cena a domicilio y aquí comienzan las trabas. La primera opción no tiene dicho servicio (una semana más tarde ya si lo presta), así que pasamos a la segunda opción con casi idéntico resultado, pues el teléfono esta inoperativo. Seguramente ya tenían el cupo de pedidos que pueden aceptar a lo largo de la jornada. Así que al final a la tercera fue la vencida y nos sirvieron la cena después de pedirla por teléfono.

Así pues, son varios los hándicaps a superar por parte de la hostelería a la hora de enfrentarse a la pandemia desde el delivery.

  • Por un lado, la gente no tenemos una idea global de la oferta existente en nuestra zona y solo un porcentaje mínimo está presente en las principales plataformas. Se echa en falta ese directorio que el Ayuntamiento dijo que iba a crear para potenciar el comercio local y entendemos que también a la hostelería. Porque creo que esa fue una idea que nunca se llegó a desarrollar y si se hizo, tuvo menos éxito que Remedios Amaya en Eurovisión.
  • La dificultad para tener visibilidad en internet si no se está presente en las principales plataformas de delivery.
  • La imposibilidad de tener tu propia plantilla de riders con los flujos de caja tan irregulares pone esta opción solo al alcance de las grandes franquicias que mueven un numero alto de pedidos con regularidad. Por todo ello, te tienes que tirar a los brazos de las grandes plataformas con sus enormes comisiones que te reciben dándote el abrazo del oso.

Y ante todo esto yo me pregunto, ¿qué cometido está desempeñando CYE? ¿En qué proyectos se está destinando el dinero que el Ayuntamiento ha destinado a la reactivación de la actividad empresarial en el pueblo?


Como villalbino, me siento totalmente contrariado al ver como hay perfiles de RRSS que están siendo muy buenos catalizadores de la reactivación en otros pueblos y, sin embargo, aquí nadie ha movido un dedo ni parece que lo vayan a hacer. Si quieren ver un ejemplo de esto que les digo, les recomiendo seguir el perfil @torreocio en Instagram. Una iniciativa privada pero que está apoyada por el ayuntamiento de Torrelodones y que está dando a conocer muchas actividades y locales del municipio y alrededores.

Y por último, hacer un llamamiento a tratar de ser lo más solidarios posibles con un gremio que lo está pasando muy mal. Si no te apetece salir o tienes respeto por el virus, tienes la opción de pedir a domicilio y permitir que ese negocio siga vivo. Y recuerda, siempre que te sea posible, trata de pedir directamente al local por telefono o por su web o perfil en RRSS si te dan esa opción. Evita las plataformas que les sangran sin arriesgar ellos ni un céntimo, no crean apenas trabajo y cuyos beneficios encima no tributan en España.

domingo, 18 de octubre de 2020

Checkpoint Charly

Hace unos días, el periodista Jaime Fresno, vecino de la localidad de toda la vida y residente en la zona restringida a la que él llama de otra forma “políticamente incorrecta” entre sus amistades, nos ofrecía una radiografía de las primeras horas del confinamiento de la ZBS Sierra de Guadarrama desde su artículo en Aquí en la Sierra.

El paisaje que nos retrataba en dicho artículo era desolador y además del drama humano, económico y social, nos retrataba la ineficacia de las medidas para su objetivo final más allá de la misión de “toque de atención”.

Y ojo que como le mencioné, el drama en lo económico alcanzaría cotas de posguerra si los locales a los que él hacía referencia, no fuesen en su mayoría locales en propiedad.

Este fin de semana me he pegado una vuelta por la zona de Las Rozas, que suele ser un escenario que frecuentaba con asiduidad por ser un buen enclave de punto de encuentro cuando quedo con mis amistades y por la amplitud y variedad de su oferta de ocio y gastronómica y he visto que “la nueva normalidad” también va acumulando victimas en zona noble.

Negocios en los que antes era imposible acudir sin reserva de un par de días antes, ahora tienen el cerrojo echado y varios locales de cadena en el Heron City, han hincado la rodilla, quien sabe si de forma definitiva. Los alquileres son elevadísimos en esos sitios y no hay suficiente clientela para tanta oferta, lo que provoca una bipolaridad. Unos sitios hasta arriba y otros que tienen un aspecto como el de las catacumbas cristianas en tiempo de los romanos. Ojo, que, aunque no sean empleos de “pedigrí”, son muchos empleos en el alero.

Y es que como leí en un artículo recientemente, se nos preparó para un confinamiento y no para una pandemia. Demasiado pronto salimos a aplaudir a los sanitarios por copiar a los italianos que ya llevaban unas cuantas semanas más que nosotros sufriendo al virus. Muchos lo vieron como una suerte de vacaciones y de tiempo de ocio, pero según iban cayendo las prórrogas de los Estados de Alarma, el desánimo se iba multiplicando y encima aderezado de la rabia, indignación y furia del fuego cruzado de nuestra incompetente clase política que no para de enfrentar a unos y otros.

Una incompetente clase política que decreta normas que enfrentan a vecinos por ser de un lado u otro de la línea que separa los pares de los impares de la Calle Real. Medidas que han provocado una gran confusión entre los vecinos y que tienen lagunas múltiples para el orden y la convivencia. ¿Se han parado a pensar de que supermercados dispone la zona confinada? ¿Estarían en situación de poder absorber tal hipotética demanda de su clientela? ¿Dónde están la parroquias de nuestra localidad? Que si, que estamos en un pais laico y aconfesional, pero no deja de ser algo muy arraigado entre miles de ciudadanos y no debería ser motivo de linchamiento el querer poder asistir a misa por más que algunos así lo deseen. 


¿Qué hace un confinado si tiene cuenta en el Banco Santander? ¿Y uno no confinado en Bankia? Ya sé que en estos dos últimos supuestos está permitido el paso de una zona a otra, pero si el número de excepciones supera a la norma general, ¿Qué utilidad tiene esta? ¿Montamos un muro a lo largo de toda la zona confinada con un “Checkpoint Charly” a la altura del Canguro?

Y mientras, la moral de las tropas continúa bajando y las bajas por depresión aumentaran. Vamos a fechas muy importantes tanto en lo económico como en lo afectivo o emocional. Qué difícil va a ser para la gente mayor no poder acercarse a los cementerios a escuchar la tradicional misa de Todos los Santos o tener que pedir cita previa para poder ir a limpiar la sepultura y dejar unas flores con las que honrar a sus seres queridos (no sabemos aún como lo va a organizar nuestro Ayuntamiento), igual para la jornada de Halloween publiquen la operativa de la jornada vía Twitter. Y qué decir de las Navidades sin cenas de empresa, amigos y quién sabe si con las familiares reducidas a mínimos que haya que recurrir a “sorteo” para ver quién puede ir y quién no.

Lo dicho, se avecina un largo invierno económico y emocional y convendría que los políticos se centrasen en su labor y que los ciudadanos nos pongamos un filtro de inmunidad para esquivar los proyectiles dialecticos que expulsan por sus bocas.


sábado, 10 de octubre de 2020

Gestión de charlotada

Imagen de La Voz de la Sierra.
Pasadas dos semanas desde mi última entrada al blog (pueden seguir votando en el cuestionario), la incertidumbre ahora ya sí que es un sin vivir total, una ceremonia de la confusión o un disparate sin igual digno de un monologo de Groucho Marx.

Así que voy a tratar de ser lo más objetivo posible en mi opinión sobre este asunto.

Estaba claro que se tenían que tomar medidas importantes para atajar la pandemia en nuestra comunidad autónoma y más a las puertas de un puente y con ese diferencial de casos con respecto al resto de la península. Ya que no se consigue atajar el problema de Madrid, por lo menos que este no se extienda al resto del territorio nacional. Ojo, que este Estado de Alarma decretado ayer será válido por quince días y tocará revisión a las puertas del 1 de noviembre, donde volverá a haber un puente y en fechas donde se producen más viajes aún si cabe, por la tradición de visitar los cementerios y sin perder de vista Halloween. Así que algo había que hacer. Hasta ahí creo que nadie puede argumentar algo en contra.

Ahora bien, el problema empieza en el momento en el que pese a la representación del acuerdo de la Puerta del Sol entre los gobiernos central y autonómico y con centenares de banderitas de testigo, todo salta por los aires. Siete meses después de que el Covid nos cambiase la vida, nuestros políticos siguen a lo suyo, una auténtica vergüenza que en el sector privado les habría supuesto el despido antes del verano, pero como aquí se sale con pensión asegurada y coche oficial, pues que siga la fiesta y la campaña electoral.

Y llegamos al viernes y la sensación que te queda, es que el gobierno central estaba deseando confinar Madrid para erigirse en el salvador y así dejar al de Ayuso como un auténtico incompetente. Y, por otro lado, el gobierno autonómico deseando que el central moviese ficha a través del Estado de Alarma, para ofrecerse como mártires y no tener ni que hincar la rodilla ni contradecirse en su discurso de que la cosa va bien, a pesar de que no sea así.

El problema es que nuevamente nos pilla a los ciudadanos por medio. Y los villalbinos en concreto, hemos pasado por las siguientes fases.

  • Viernes mañana: Área sanitaria “Sierra de Guadarrama” con restricciones. Es decir, los de esa zona sin poder moverse. El resto sin poder acceder a esa zona de Villalba, pero si al resto de España que no tuviese restricciones.
  • Posteriormente la rumorología dice que se confina a todo Madrid por orden ministerial. Con lo cual “todos” los villalbinos nos habríamos podido mover por todo el territorio autonómico, no así por el resto del país.
  • Sale Illa y a groso modo nos dice que la cosa sigue igual. Es decir, Villalba estaría libre de restricciones y además podríamos movernos por cualquier localidad que no tuviese restricciones.
  • Pero nos plantamos en el sábado y cambia el escenario. Finalmente, a partir del lunes se restringen los movimientos a la zona básica de salud “Sierra del Guadarrama”. Así que los villalbinos de esa zona encerraditos y el resto se pueden mover por todo el territorio nacional que no tenga restricciones.

Así que todos con la cabeza como el bombo de Manolo. Imagínense el lio que había en el trabajo con la tramitación de los salvo conductos dichosos. Por no hablar de cómo le explico yo a una octogenaria que no puede cruzar la Calle Real. Que si quiere ir a misa y vive en los impares de esa calle solo puede ir a la parroquia de Los Negrales. O como decirles a los que viven en Los Belgas, que para ir al Mercadona, Lidl o Carrefour, tienen que ir haciendo un camino que ni el comecocos del popular video juego. Pero descuiden, que no veo yo a la policía hilando tan fino para controlar hasta ese punto la movilidad.

Al final estos confinamientos solo son efectivos por lo que suponen de llamada de atención al ciudadano y no por su funcionalidad propiamente dicha.

Y, por último, querría hacer referencia a la labor informativa de nuestro Ayuntamiento para ponernos al día. (silencio…)

Han tardado más de 24h en ofrecer información y se permiten el lujo de reprocharnos que hagamos caso a bulos y “radio patios”. Que no todo el mundo tiene el tiempo necesario, medios ni conocimientos para ponerse a rebuscar entre BOE, BOCAM, etc. Y para colmo, para dar la información, nos dan una imagen con una definición que me pueden decir que es Villalba como si me dicen que es Conil de la Frontera. Menos mal que dotaron al Ayuntamiento de una concejala más para reforzar la gestión por el Covid. Pero se ve que esto le ha debido pillar de visita en algún refugio de adopción de animales. Recordemos que ahora esa señorita se embolsa más de 50000 del ala anuales y creo yo que estamos en situación de poder exigirle bastante más de lo que nos está dando hasta ahora. Porque lo de este fin de semana está siendo una auténtica charlotada.

Pero lo más desconsolador, es que la “tragicomedia de Sánchez y Ayuso” promete tener más capítulos que las novelas turcas de Nova.


martes, 29 de septiembre de 2020

¿Ser o no ser?¿Confinarse o morir?


Desayunarte cada mañana con la evolución de contagios del Covid y que te cuenten que en Europa la cosa empieza a irse de madre… Esto te hace pensar que mal de muchos, consuelo de pocos y todas esas cosas del refranero español. Piensas que no hay mucho que hacer y que estamos todos “jodidos y bien jodidos”.

Pero mira tú por donde, que empiezas a parar y a escuchar con un poco de detenimiento y te quedas con la copla de que, en cinco distritos alemanes han empezado a tomar medidas restrictivas severas porque han superado la cifra de 50 contagios por cada 100000 habitantes. Una décima parte de lo que se ha planteado el Gobierno Español como tope y que decir de la Comunidad Autónoma de Madrid que lo ha fijado por encima de mil.

Está claro que en España se están haciendo las cosas mal por culpa de los políticos que tomaron las decisiones demasiado tarde y que se han metido en unas guerras de las cuales han hecho participes a todos los ciudadanos. Todo ello muy lejos de remar todos a una en la misma dirección e impulsar más la pedagogía de la lucha contra el virus.

De todo aquello ya saben lo que salió. España en todos los tops negativos de los índices que miden la pandemia: contagios, mortandad, ingresos hospitalarios, pacientes críticos, etc. Y todo ello propició que el pico subiese hasta cotas en las que doblar la famosa curva era el dibujo de una montaña rusa. Entraron las prisas y ante el riesgo de perder la campaña veraniega de turismo, de la cual depende tanto la economía española, iniciamos una desescalada rápida e inconclusa, lo que propició que el nivel de contagios mínimo registrado en estos tiempos, era el nivel con el que en otras partes del mundo se empieza a actuar.

Y en estas había que volver al colegio y a la cruda realidad. Los que me sigan con frecuencia, se acordaran de mi queja ante la falta de previsión para la vuelta al cole allá por principios de verano. Ya dije que les pillaría el toro y que mucho cuidado porque los niños condicionan el ritmo de vida de la sociedad y más en una como la nuestra en la que queda tanto por hacer en materia de conciliación.

Total, que la suma de todas estas cosas y alguna más, nos ha puesto a los pies de los caballos en la entrada del otoño y viendo como nuestros políticos siguen en las mismas y sin actuar de forma consensuada en beneficio de los ciudadanos.

En el caso de Collado Villalba, hemos vivido en un “sin vivir” durante las dos últimas semanas a la espera de si nos confinaban o no y del tipo de confinamiento que sufriríamos en el caso de llevarse a cabo. Al final hemos salvado la primera bola de set, pero el partido continua y creo que iremos a cinco sets y quién sabe si “al mejor de dos” en el último.

Ante esta situación, ¿Qué medida creéis que se debería aplicar en Collado Villalba en este momento a la vista del número de contagios que registramos actualmente?




martes, 22 de septiembre de 2020

¿Más pasarelas?


Mientras escribo esta entrada, me siento como se deben sentir los jefes de redacción de los periódicos en la hora del cierre, con la más que probable sospecha de que habrá que parar las rotativas (expresión hecha que no sé qué vigencia tendrá hoy en día en el mundo digital), porque una noticia de impacto está al caer. Y es que, sin duda un nuevo confinamiento sobre nuestro municipio o incluso sobre toda la comunidad autónoma se avecina.

Pero de momento y en lo que se confirma la noticia, vayamos con otra “crónica” de actualidad.

Y es que se ha puesto de actualidad y ha tenido mucha repercusión en los medios, la petición de un vecino a través de la plataforma “Change.org” de la construcción de pasos peatonales o pasarelas en la “Carretera de Alpedrete” y “Carretera de Navacerrada” a la altura del tanatorio, para facilitar el paso de ciclistas y peatones desde nuestra dehesa a la de Alpedrete. De momento la iniciativa está teniendo bastante éxito a nivel popular y lleva bastantes más firmas de las que que obtuve en su momento con la petición de la colocación de badenes en la Avenida de Honorio Lozano en el cruce de “La Fragua del Rey”. Pero también hay que destacar que no es la primera vez que una propuesta similar salta a la palestra.

Y claro está, hablar de pasos peatonales y pasarelas en Collado Villalba es algo que nos suena muy familiar gracias a la condición de “Reina de las Pasarelas” de nuestra alcaldesa. Por cierto, ¿alguien sabe cómo va el tema del pago de la de acceso al hospital que adelantó nuestro Ayuntamiento cuando debería ser costeada por la empresa adjudicataria de la gestión?

Lo cierto es que, en este caso nuestra alcaldesa a lo más que podría llegar es a apoyar la propuesta y presentarla a la Comunidad de Madrid, pues el Ayuntamiento carece de competencias en esos lugares, así que no puede hacerse muchas ilusiones en cuanto a poderse hacer la foto cortando la cinta inaugural.

Del mismo modo, tampoco creo que los promotores de esta idea puedan hacerse muchas más ilusiones, pues se trataría de dos infraestructuras que, sin ser de un coste inabordable, si sería bastante importante y técnicamente muy complicada en el caso de la que salvaría la carretera de Navacerrada. Y en ambos casos, el impacto paisajístico sería tremendo. No hace falta más que ver el resultado de la que se ha realizado para unir la dehesa con el ferial. ¿Se imaginan dos “estafermos” similares alrededor del tanatorio?



Así pues, las posibilidades quedarían acotadas a “pintar” pasos de peatones o la colocación de semáforos con pulsador en ambas ubicaciones. Creo que serían las opciones más viables y económicas para dar respuesta positiva a la demanda que, si bien la veo muy interesante como usuario de esos pasos para facilitar los accesos y mejorar la seguridad, la sigo viendo con un cierto recelo pues generará importantes retenciones de tráfico en la Carretera de Navacerrada a poco que el nuevo Mercadona sea un mínimo éxito. Pero también es cierto que la peligrosidad también puede aumentar a la par que el tráfico por el mismo motivo.

En otro municipio estoy seguro de que a la hora de conceder la licencia de apertura del nuevo supermercado ya se habría tenido en cuenta el tema de los accesos, como ocurrió con el Hipercor de Pozuelo y la construcción de la estación de El Barrial por parte de El Corte Inglés, pero en este caso, permítanme que les recuerde que vivimos en Villalba y lo sucedido con el hospital.

De momento seguiremos cruzando como ganado por esas carreteras de Dios.

martes, 15 de septiembre de 2020

De Aljoma a Carrefour, pasando por Supersol

Hace unos días se daba la noticia de que Carrefour compraba la cadena Supersol. Una noticia que con lo que está aconteciendo no pasa de ser un relleno de las páginas de economía. Pero en el caso de Collado Villalba, al menos a mí, me hace volver la vista atrás y tratar de recordar tiempos pasados.

Para quien no lo sepa, el Supersol de Batalla de Bailen, que si mal no recuerdo se inauguró allá por los años 80, es uno de los supermercados más longevos de nuestro municipio y en su momento fue el buque insignia de los supermercados villalbinos.

Era el primero que se abría con vocación de dar servicio a algo más que una barriada, si bien es cierto que ya estaba su hermano mayor de Honorio Lozano. Gigante abriría también por aquella época.

Vayamos por partes y hagamos una pequeña parada antes de abordar la noticia en sí, para referirnos a esos dos comercios tan emblemáticos de la "historia reciente", pero cada vez más lejana, de Collado Villalba.

                                                         

Para quienes me seguís por Instagram, allá por el mes de julio publiqué una imagen de una bolsa de los supermercados Hernández y Aljoma. El primero estaba ubicado en la calle Honorio Lozano, justo al lado de lo que ahora es la oficina de Santa Lucia. Era un local amplio para lo que se gastaba en aquellos tiempos y tenía dos plantas, lo cual era “tela marinera” en la época de los 70, que me imagino que sería cuando se inauguró el local. En la planta superior estaba la pastelería Hernández, la papelería donde comprar periódicos, libros y cromos y si mal no recuerdo, puede ser que hubiese algo de artículos de regalo, al estilo de lo que hasta hace muy poco comercializaba VIPS en sus tiendas. Todo ello muy enfocado a poder explotar la parte superior del local en domingos y festivos (recordemos que antes no se abría estos días en el comercio) y solo abrían panaderías, pastelerías y prensa. Mientras el supermercado en su planta inferior permanecía cerrado.

Ese supermercado funcionó bastante bien durante años, pues hay que tener en cuenta, que ya se habían construido algunos de los bloques de viviendas que ahora presiden los primeros metros de dicha calle con la confluencia de la Calle Real, así como otros en la Calle de la Fuente. Del mismo modo, se había empezado a desarrollar urbanísticamente el barrio de Pradillo Herrero, incluida Peñanevada I.

Recordemos que aún no se había construido el Canguro y que el comercio local estaba sustentado por el mercadillo, el Mercado Municipal y el mercado de Las Cigüeñas junto con unas pocas carnicerias, pescaderias y algún ultramarinos de la Calle Real para los productos frescos, mientras que la “alimentación seca”, droguería y demás productos de despensa, eran patrimonio de los súper de barrio como los Peláez, Antón, El Teide, etc. Así que la irrupción de un supermercado de una cierta entidad ya era un gran avance en un mundo en el que la proximidad lo era todo a la hora de comprar, pues en muchas familias no había coche o como mucho había uno.

Ubicación del Supermercado Hernandez
Ubicación Supermercado Hernández

                                            

Una vez puesto en valor lo que significaron “Los Hernández” y “Aljoma”, toca analizar un poco la evolución y lo que puede ser el comercio en los próximos años.

¿Se acuerdan cuando a principios de siglo se nos hablaba de que se iba a montar un Corte Ingles en los terrenos de la ITV o un complejo comercial al estilo del Plaza 2 o el Carralero, donde tendríamos Zara y de todas las marcas habidas y por haber? Ya por aquellos tiempos, dije que ese tren, si alguna vez lo hubo, ya pasó. Estaba claro que las grandes empresas plegaban velas con la crisis y que la irrupción del comercio por Internet agudizaba esta tendencia.

Con este paisaje, el escenario hasta la aparición del Covid, era que los operadores “Non Food” estaban siendo muy minuciosos y escrupulosos a la hora de planificar nuevas aperturas, por lo que la implantación de nuevas marcas en nuestro municipio se antoja algo muy complicado, aunque en el Planetocio puedan surgir opciones juntando varios locales, si bien esta opción perdió peso con la implantación de “Urban Planet”.

                                                   

En cuanto a los operadores con base “alimenticia”, la cosa está mucho más abierta y más tras lo visto con el Covid. Por un lado, aunque en Villalba estén casi todos los grandes operadores, solamente faltaría el grupo Auchan por posicionarse en nuestro municipio, parece que si hay más movimiento. Pero por otro, es algo más que factible el que haya movimientos de concentración entre grandes cadenas, pues claramente Caprabo está en venta y DIA aún tiene mucho de lo que desprenderse para sanearse tras la grave crisis que ha supuesto un terremoto interno y su venta al magnate ruso.

Está la incógnita de las tiendas del grupo de El Corte Inglés que pudiesen verse implicadas en otro posible recorte. Pero, por otro lado, existen operadores regionales interesados en el “bocado madrileño” como Consum, Coviran, etc. que podrían seguir los pasos de BM o Froiz.

Opciones habrá, pero deberán ser calibradas con mucho cuidado, pues la saturación empieza a existir y a buen seguro tomarán nota de lo sucedido en DIA antes de iniciar una expansión descontrolada, pues a mayor número de puntos de venta, estas aumentan, pero la rentabilidad se ve muy deteriorada. Hace unos días me comentaban que Mercadona iba a cerrar la tienda de Los Arroyos para abrir una en San Lorenzo de El Escorial, una maniobra comercial bastante lógica.

Interesa la proximidad más que nunca, tanto por las ventas como por su importancia ante el desarrollo del comercio electrónico de alimentación que claramente ha suspendido en lo más duro de la pandemia. Hoy por hoy no es negocio la venta de alimentación por Internet, pero ya ninguna cadena se pone de espaldas ante él y ve la necesidad de estar preparados por lo que pudiese suceder y estar bien posicionado.

En clave local, ¿cómo condicionará el reparto del pastel la nueva apertura del BM en las proximidades del Zoco y el cambio de Supersol a Carrefour Express?

En principio las dos son ubicaciones muy buenas para arrasar entre los compradores de proximidad y en mi opinión, en ambos casos los perjudicados serán las tiendas DIA, así como algunos comercios explotados por ciudadanos orientales que van a ver competidores muy fuertes en sus proximidades. Pero todo va a depender también de las políticas de precios que sigan las cadenas en estos locales, pues normalmente son un poco más caras, pero con los tiempos que se avecinan y la feroz competencia, creo que veremos una guerra de precios más que interesante para nuestros bolsillos.

Seguiremos atentos a la evolución del mercado, pero sin duda el mapa seguirá cambiando como ya lo hizo hace más de treinta años con Aljoma y ahora con el cambio de Supersol a Carrefour Express. ¿Veremos tiendas Amazon o Google? La respuesta seguro que estará más cerca de lo que pensamos.

 

viernes, 21 de agosto de 2020

Publicidad y multas

 

Estamos agotando ya el mes de agosto y acabamos de cumplimentar el quinto mes de convivencia reconocida con el virus. Lo anterior parece ser que fueron “fogosos encuentros esporádicos” o en eso lo dejaremos, pues no vamos a seguir con la matraca y más cuando está claro que la verdad de esto no la conoceremos nunca o al menos hasta dentro de unos cuantos años.

Sin embargo, lo que no tenemos ya ninguna duda, es de que va a tocar convivir con el virus durante un tiempo considerable si es que no lo es “hasta que la muerte nos separe”. Y esto conlleva unas ciertas nuevas normas que no son del agrado de nadie, pero que no hay más remedio que acatar por el bien de todos.

A nadie le gusta el tener que estar ocho horas trabajando con la mascarilla, pero es lo que hay y el que se indigne por tener que ponérsela un rato cuando sale, que se vaya mentalizando de que hay que aguantarse, que hay cosas bastante peores y aunque ahora mismo nos dé la impresión de que los contagios no son peligrosos, tenemos que ser cautos, pues dentro de no mucho tiempo, el virus volverá a tener el terreno más abonado con las patologías propias del otoño y el invierno y con el número de contagios actual, esto puede ser un coctel mortal.

Así que creo que está claro, hay unas normas y hay que cumplirlas. Y para ello es necesario dos cosas: que tengamos claro el beneficio de cumplirlas y, por otro lado, mano dura para aquellos que se las saltan.

Y a este segundo aspecto es al que quiero llegar. Si las autoridades relajan la obligatoriedad del cumplimiento de estas normas, estas poco a poco se dejarán de cumplir. Como ocurre con tantas y tantas leyes, normas y ordenanzas. Basta ver el tema de llevar los perros atados y recoger sus caquitas.

Aquí entra en juego nuestro Ayuntamiento y la Policía Municipal. Y es que hace unos días el Ayuntamiento anunció algunos datos del trabajo de la misma en estos tiempos.

Unos números que como suele ocurrir, son fríos y aunque reales, sujetos a interpretación. En mi caso y antes de que ya lo hiciesen otros por las RRSS, los comparé con los datos que han ido ofreciendo otros Ayuntamientos. Recordar que ya hice una entrada en la que analizaba el trabajo de nuestro consistorio comparándolo con el de otros municipios vecinos. Esto ayuda bastante a poner en contexto las cifras. ¿No les parecen realmente modestas?

Y a todo esto hay que sumar que Collado Villalba es un municipio de dimensiones muy reducidas, nada que ver con el enorme término municipal de Las Rozas o Galapagar. Además, creo que todos sabemos muy bien los “puntos calientes” a vigilar, pues llevan siéndolo desde hace muchos años.

Nuestro Ayuntamiento tiene mucho trabajo por delante para revertir una situación que ya se les ha ido de las manos. Algo que no debe sorprendernos, pues son como los malos estudiantes que estudian en la noche del día anterior al examen conformándose con el aprobado raspado, lo que raras veces consiguen.

Y nosotros como ciudadanos tenemos que ser responsables con nuestra conducta y ser críticos y analizar los datos que nos ofrecen desde las administraciones en sus notas de prensa antes de criticarlas o aplaudirlas, pues entre esas notas y la publicidad hay una delgada línea que marca la diferencia y en algunas ocasiones ni eso.

Y recuerda, ponte la máscara...