Está claro que el confinamiento y todo el tema del Covid ha
cambiado mucho nuestros hábitos de compra, incluso en lo más básico y en lo que
se supone somos más fieles y rutinarios como es la compra de alimentación.
Así pues, vemos que el aumento de las compras de alimentación por internet es notable y el dato nos arroja una cifra más que importante, aunque seguramente muy afectada por el Estado de Alarma. Internet ha ganado clientes, pero la gran mayoría han vuelto a los canales tradicionales para seguir abasteciendo sus despensas. Aun así, más de un 10% de villalbinos asegura comprar, al menos parte de su cesta de alimentación por internet.
Más curioso es el dato de que casi un 15% de villalbinos
realizan parte de su compra fuera del municipio. ¿Comodidad o falta de surtido
o preferencia por comercios de fuera? Yo me inclinaría más por lo primero. Si
trabajas fuera, igual te es más cómodo hacer la compra en un lugar cerca de tu
centro de trabajo que en Villalba. Las otras opciones las veo menos probables
dado la implantación de grandes enseñas de distribución existentes en Collado
Villalba.
El siguiente dato también me parece más que importante, pues refleja que, si bien casi todos los villalbinos aseguran comprar alimentación en el pequeño comercio, el volumen que esas compras representan sobre el total de las mismas es bastante bajo. Está claro que las “compras de despensa” son ya casi imposibles y las de frescos se realizan en cuatro sitios contados.
Y dentro de estas compras de proximidad, destacan las de
frutas y verduras (seguramente tengan mucho que ver las tiendas magrebíes
implantadas estratégicamente y con precios muy competitivos), seguidas de las
carnes y aves y finalmente panadería y bollería, que siempre han sido el imán
para acercar a la gente a los comercios de alimentación.
La elección del lugar donde hacemos nuestras compras viene condicionada principalmente por lo relativo a la comodidad, ya sea proximidad o facilidad para aparcar. Siendo otros factores a tener en cuenta el surtido, la calidad de sus productos frescos y el precio. Curiosamente, la marca propia y la atención recibida no son tan determinantes a juzgar por el sondeo, aspecto este que no termino de creer, en especial el relativo a la marca propia.
Otra de las cosas que me ha dejado claro el sondeo, es que a
pesar de la gran cantidad de supermercados de distintas cadenas que existen en
nuestro pueblo, la mayoría de la gente concentra sus compras en un supermercado
y lo complementa con otras compras muy inferiores en otro par de lugares. La
gente no va de flor en flor o de folleto en folleto.
En cuanto al volumen de las compras, la gran mayoría no
sobrepasan los 500€ mensuales. Aunque esto debería estar referenciado a gasto
per cápita.
Curiosamente y pese a haber sido relegadas a un segundo nivel como factor decisorio a la hora de elegir el lugar de nuestras compras, las marcas propias son consumidas por toda o casi toda la población y además en un porcentaje masivo. Solamente un 35% de nuestros vecinos asegura que representan menos de un 25% de la compra.
En cuanto a la compra y consumo de productos procedentes de la agricultura y ganadería ecológica, el porcentaje de penetración aún tiene margen de mejora a juzgar por lo visto en otros países, pues muchos son los que aún no se han subido al carro Bio y los que lo han hecho lo hacen de forma muy tímida aún. ¿Cuestión de precios? Casi seguro que sí.
Por último y para finalizar, el pódium de los supermercados más
frecuentados y más exitosos de nuestro municipio, tiene a los mismos
protagonistas que el pódium provincial. Esto es, Mercadona, Carrefour y
Ahorramas.
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