lunes, 5 de mayo de 2014

C.B. C. Villalba. Vuelve la ilusión IV (La Primera B)

Tras el descenso a 1ªB, el equipo precisó una profunda remodelación. Por un lado no se podía retener a jugadores importantes que habían estado la temporada anterior, bien por el final de sus cesiones, bien porque los contratos no estaban acordes con la nueva categoría en la que los ingresos debían ser menores, todo ello sumado a que en la nueva categoría aquel año solamente se permitía tener un jugador extranjero (comunitario o no comunitario, que aún no había pasado el señor Bosman por los tribunales con sus peticiones).

Sin embargo, ese año se produce un hecho capital para el desarrollo del club, la aparición de un sponsor y no un sponsor cualquiera, sino el Banco Bilbao (aun no se habían producido las distintas fusiones que fueron dando lugar a lo que conocemos ahora como BBVA). De esta manera el equipo pasaba a llamarse Bancobao Villalba.

En lo deportivo como ya he dicho, se inicia una profundísima revolución capitaneada por Ángel Pardo, que no pudo llegar a terminar la temporada y fue sustituido por Tirso Lorente. De esta manera se busca como armar un equipo que pudiera luchar por la vuelta a la máxima categoría y para ello se busco una mezcla de veteranía y jóvenes con buenas perspectivas de cara al futuro, especialmente descartes del Real Madrid, ya que las relaciones de parte de la directiva eran muy buenas con el club blanco. Tengamos en cuenta, que Pedro Antonio Martín Marín fue directivo del club blanco en los tiempos de Luis de Carlos.

Estas buenas relaciones propiciaron a lo largo de la historia del club, que los tratos entre ambas entidades, bien en traspasos, bien en cesiones, se sucedieran con una cierta frecuencia.

De esta forma llegaron algunos jugadores clave para el equipo como Juan Carlos Barros y Luis María Prada, que dieron esa mezcla de experiencia (Prada 18 veces internacional y con un gran palmares a sus espaldas especialmente por su paso en el Real Madrid) y Barros que era un junior de gran proyección.

Lamentablemente el rendimiento del equipo no fue todo lo bueno que se esperaba ya que  desgraciadamente se falló en el fichaje del jugador foráneo y M. Pitts hizo que se echase de menos a cualquiera de los integrantes de la dupla de extranjeros del año anterior. En aquellos tiempos los jugadores extranjeros eran los que marcaban las diferencias entre los equipos y si luego tenías la suerte de tener algún español destacado entonces el equipo pasaba a ser muy competitivo.

De todas formas, el equipo continuaba con su paso adelante en la consolidación dentro de la elite y mientras se iban incorporando nuevos jugadores de calidad, paralelamente la cantera empezó a ser una pieza clave, pues algunos junior fichados de otros equipos iban cogiendo minutos en un equipo de los más fuertes dentro de su categoría mientras disfrutaban de minutos aislados en la primera plantilla y entrenaban con ella. Si mal no recuerdo, Barros llegó en edad junior, pero era más de la primera plantilla que del equipo inferior, pero tal vez el mejor exponente de aquellos jugadores fue Gorka Rodríguez.

Este año el equipo no tuvo jugadores “autóctonos”, pero la cantera ya iba formando a un gran número de chavales nacidos del 72 en adelante con vistas al futuro, consolidándose así el trabajo de las primeras captaciones de chavales en los colegios villalbinos.



La plantilla de aquel año la conformaban los siguientes jugadores: Adolfo Segui, Luis Mari Sautu, Juan Ramón Marrero, Guillermo HernanGomez, Goenechea, Michael  Pitts, Gorka Rodríguez, Luis Mari Prada, Manolo Andivia, Joseba Gaztañaga, Javi Lorente y Andrés Valdivieso.

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