domingo, 20 de febrero de 2022

Gran Villalbina

Imagen de El Correo
Llevo un tiempo alejado de este mundillo bloguero por varios motivos, el principal es que estoy colaborando con dos cositas que considero muy interesantes y positivas para este pueblo y por otro, que Facebook me ha puesto más difícil interactuar por aquí con vosotros. Pero sigo con mi deseo de continuar dando la matraca por aquí y más habiendo temas que en poco tiempo serán de gran importancia en nuestro querido pueblo.

Pero este parón se ve forzosamente interrumpido este fin de semana por un doble motivo. Por un lado, la constatación de que, en una gran parte, el peor enemigo de Villalba son los propios Villalbinos, desde los que nos gobiernan hasta los que van sentando cátedra de cronistas de la memoria del pueblo y no voy por el autor de un libro recientemente publicado.

Pero afortunadamente, este pueblo tiene motivos por los que sentirse orgulloso a pesar de todo. Cierto es que no tantos como gustaría, pero existir, existen.

Y es que ayer me topé con un artículo en el que se hacía mención a una chica que fue vecina de este pueblo y que ya fue triste protagonista del blog hace años. Aquella crónica estaba escrita desde la frustración y la rabia. Sin embargo, el artículo que hoy os acerco me da una gran alegría. Qué ejemplo de superación y fuerza el de nuestra vecina Wafa a la que la vida le dio un revés y al que ella le contestó poniéndose de frente y diciendo aquí estoy. Por favor tomaros cinco minutos en leerlo.

No estaría mal que alguien de nuestro Ayuntamiento se plantease realizar una muestra de su trabajo artístico. Hay grandes Villalbinos y Villalbinas por ahí sueltos. Gracias Wafa por el ejemplo de vida que una vez más nos has dado.

Reitero, no os perdáis el articulo de El Correo, porque es desgarrador a la par que humano y positivo. 

sábado, 22 de enero de 2022

Reflexión festiva

 Ya sé que es un poco tarde para recuperar el tema navideño, pero lo prometido es deuda y uno intenta cumplir su palabra como los Lannister siempre pagan sus deudas.

Y si bien hemos visto que en muchos aspectos nuestra Navidades pasadas y no me refiero solo a las últimas, eran francamente muy mejorables, hay cosas sobre las que convendría tener más información para poder poner todos los ingredientes en la balanza.

Y es que me temo que nuestros políticos aún no han dejado claro cuánto cuesta cada capítulo de los eventos que se realizan en Navidad. Porque no solo de luces vive la Navidad.

Y es que, en los últimos años hemos visto como se ha hecho un hueco fijo el mercadillo navideño, el trenecito de la Navidad, la San Silvestre y los conciertos de La Malvaloca para acompañar en el programa al concierto de villancicos de la parroquia y a la cabalgata de reyes.

¿Va todo esto incluido en la partida que todos hemos asociado única y exclusivamente con las luces? ¿Es una partida aparte? ¿O va incluida dentro de la partida de festejos?

Me parece que es un dato bastante relevante para poder valorar donde se ha inflado la burbuja si esta existe y para quien sabe si ahorrarnos alguna sesión de fusta en este ejercicio de sadomasoquismo al que nos sometemos los Villalbinos de largo recorrido al no querer renunciar a
aquellos maravillosos años
.

miércoles, 5 de enero de 2022

Oh extraña Navidad

Mercado de Las Cigüeñas
Con la cabalgata de reyes se pone punto y final a las fiestas navideñas, unas fiestas navideñas que uno no sabe muy bien como catalogar pues, si bien no han sido como las de antaño, sí que es cierto que han recuperado parte del terreno perdido el año pasado a pesar de Omicron.

Así pues, podríamos hacer un breve esbozo de lo que hemos vivido estos días en los que los ayuntamientos tienen una actividad frenética por preparar actividades y en los que saben que están expuestos a la lupa de todos sus vecinos y más desde que hace unos años se abriese la veda de ver quien pone las luces más bonitas y originales, en una competición al más puro estilo “a ver quien la tiene más grande”. En este caso, está claro que Collado Villalba esta fuera de concurso o si me apuran, es que ni se presenta. Pero de eso ya hablé suficientemente a finales de año.

Pero la Navidad es algo más que unas luces adornando las calles. Y es que me temo que con los años va cambiando la perspectiva que uno tiene de estas fechas, pero lo que es peor, me temo que las nuevas generaciones habrán perdido totalmente esta en no muchos años.

Hace unos días, el perfil de Facebook  “Orgullo Villalbino” que nos obsequia con su archivo fotográfico de imágenes de antaño, nos mostraba algunas fotos de cómo se vivían las Navidades hace treinta años por estos lares. Nos enseñaba la imagen de un Mercado de Las Cigüeñas con sus puestos engalanados y sus dependientes disfrazados y una foto grupal de todos los que allí trabajaban en esos días y el ambiente de camaradería existente. Hoy no queda prácticamente nada de aquellos tiempos y como ya dije un día, era desolador ver la Calle Real desierta, con su comercio cerrado y sin ningún ambiente en la tarde de un sábado a las puertas de los días claves.

Será que me puede la nostalgia del niño que solo recibía juguetes una vez al año después de ir a ver la exposición que montaba el Grupo de Empresa de MADE para que sus majestades pudieran abastecerse de cara a satisfacer las necesidades de los más pequeños.

Mercado de Las Cigüeñas

Pero es que me temo que la batalla de recuperar la ilusión de estas fechas es algo casi imposible cuando desde hace años la sociedad ha renunciado a ello. Vale que estamos en una sociedad aconfesional, pero la tradición cristiana lleva entre nosotros cerca de dos mil años se quiera o no. No seré yo quien imponga los preceptos del cristianismo a quienes no estén interesados en él, pero me parece un grave error querer cepillárselos de un plumazo.

Y es que ver que en todo nuestro pueblo no se ha visto prácticamente ninguna señal de las Navidades auténticas me ha dejado meditando un poco. ¿Tanto costaba poner alguna estrella más allá de la tristona que hemos tenido en las inmediaciones de la parroquia de la Santísima Trinidad? Supongo que alguna otra se habrá puesto en las inmediaciones de los otros templos, pero se ponen de tal forma por aquello del “no molestar”, que pasan desapercibidas.

Y es que eso de que “se prohíban” las actividades referenciadas a la Natividad en los talleres y actividades extraescolares y a cambio nos quedemos con todo el envoltorio comercial, pues como que no me llena, a mí no me llena.


Imagen de la Cabalgata 2022

Continuara…

domingo, 26 de diciembre de 2021

Resumen 2021 III (Septiembre - Diciembre)

Y vamos a poner el broche final a este 2021 que se despide dejando de nuevo su impronta con el dichoso virus desbocado después de darnos unos meses estivales de tregua al amparo de una falsa seguridad aumentada por las vacunas.

Así fueron desfilando por el blog temas que entran más en lo que ha sido la línea habitual del blog a lo largo de todos estos años. Arrancando septiembre con una noticia importante de la cual a fecha de hoy no conocemos resolución, es decir, se cerró en falso a la espera de que vuelva a sangrar a la más mínima. Retomaremos el tema en una próxima entrada, pues la crisis de la agrupación local de Protección Civil y lo que de ella se pueda derivar, no es asunto menor y menos en mitad de una pandemia.

Y dejamos a un lado la actualidad para volver a momentos nostálgicos como los que nos traían los kioskos  allá cuando éramos unos niños. De aquel entonces hasta ahora, han cambiado las calles, la forma de vivir, de relacionarnos y como no, nosotros mismos.

Y cerramos septiembre con el recordatorio de una promesa incumplida por nuestro equipo de gobierno. Y es que cuando se tienen las arcas como se tienen, el ir haciendo estos favores a los amigos recuerda a la gestión de Bartomeu en el Barça. Cambien a los Umtiti y Coutinho por las pasarelas y voilá.

El mes de octubre comenzó con el resultado de la encuesta que llevé a cabo para conocer cuál era la rotonda favorita de los Villalbinos, resultando ganadora la de la mula y el perro. Y se ve que en esta época del año estuve especialmente sensible al tema artístico y por ello, la siguiente entrada fue una denuncia hacia el pésimo estado de conservación de algunas zonas de nuestro pueblo que antaño lucían de forma muy vistosa.

Y complete la trilogía con otra encuesta, pero esta vez para elegir la obra de arte más incomprendida, por decirlo de una forma más dulce, de nuestro pueblo. De esta publiqué los resultados en el mes de noviembre. Un mes de noviembre que se completó con otra entrada entre lo cultural y lo social, porque si en octubre denunciaba el abandono de las obras realizadas años atrás, un mes más tarde tocaba aplaudir la idea de la recuperación de una buena iniciativa como la de decorar con murales zonas degradadas de nuestro pueblo y más con un proyecto inclusivo.


Y así se llegaba al mes de diciembre, en el que busqué el poner punto y final al año con los resúmenes, pero la polémica suscitada un añomás por las dichosas luces navideñas obligaba a escribir de nuevo sobre el tema.



Espero que Crónicas Villalbinas haya resultado de interés durante este 2021 y os espero para el entrante 2022, donde deseo contar más cosas agradables a pesar de lo difícil que está siendo la salida de este 2021.

Feliz 2022

viernes, 17 de diciembre de 2021

A vueltas con las luces, again...


Arbol de una sola cara
No pensaba escribir sobre el tema de actualidad en el municipio por haberlo hecho ya en los dos años anteriores y porque al mantener la esencia de mi línea argumental, lo único que podría resultar es reiterativo. Pero es que la polémica ha vuelto a surgir y mucho me temo que seguirá surgiendo año tras año, aunque nos trajesen la iluminación de la calle Larios de Málaga o la de la mismísima Gran Vía madrileña.


Y es que por un lado siguen estando aquellos que creen que todas las calles tienen que estar engalanadas por el simple hecho de que pagan impuestos. Idea totalmente errónea, pues es “a todas luces”, valga la redundancia, inviable. Inviable por el esfuerzo en recursos y por el coste y porque sería un disparate mayúsculo.

Por otro lado, están aquellos que dicen que las luces son feas y que ni tan siquiera se han colocado, que directamente se han tirado sobre los arboles pelados de la Calle Real. Tal vez ellos tengan unas dotes artísticas que les permitirían recrear obras de arte dignas de Velázquez, Sorolla o Dalí.


El "árbol de Los Belgas"

Y después de todo esto, muchos estaréis pensando que aplaudo las luces de nuestro consistorio. Y nada más lejos de la realidad, pero creo que dentro de este asunto vuelve a haber “luces y sombras”, que no todo es blanco o negro. Y que posiblemente sea de otras luces de las que nos debamos preocupar y más dada la cuantía del contrato.

La triste Batalla de Bailen
Y es que contrariamente a lo que muchos piensan, en Villalba se han colocado muchas luces, me atrevería a decir que es el año que yo recuerdo con más luces. Otra cosa es el tipo de luces y el criterio seguido con las mismas.

Y es que, para establecer un criterio en la colocación de las mismas, lo primero que hay que tener en cuenta es la función que estos elementos ornamentales tienen. Está claro que es embellecer al pueblo, pero también el crear ambiente en las zonas comerciales y de ocio. Por ello es un disparate el querer tener una cadeneta en cada calle y en cada urbanización de más de un puñado de chalets.

De un tiempo a esta parte, las luces navideñas han cobrado especial importancia como reclamo turístico. Está claro que no se va recrear un paisaje bucólico como si estuviésemos en la Alsacia, pero sí que se ha desatado un cierto interés en buscar esa foto que has visto a fulanito en las redes sociales.

Por ello veo carente de sentido el tirar kilómetros y kilómetros de cordones de leds por todas y cada una de las rotondas que uno se encuentra mientras bordea la dehesa. Vale que las rotondas de entrada al municipio tengan un detalle que de “una cálida bienvenida” al visitante, ¿pero todas? Y mientras, la Avenida Juan Carlos I solamente presenta un árbol con una cadeneta asimétrica en la rotonda de la salida de la A6.  Así que no parece tanto un tema de cantidad como de estrategia en la colocación.

El oso protagonista en Planetocio



Y, por otro lado, falta originalidad. Todo es el famoso tubo LED de color blanco. Cierto es que este año se ha montado un gran cono en la Plaza de los Belgas donde se montará el mercadillo navideño a partir de este fin de semana, pero es que creo que, salvo ese elemento, el otro cono de la biblioteca y el belén itinerante que parece que este año hará escala en la Plaza del Ayuntamiento, todo es ese tubo blanco de luces LED y dos o tres arcos horribles que atraviesan de lado a lado la Calle Real y Batalla de Bailen.

Echo en falta decoración en algún punto clave como la rotonda de El Mirador, o la de los Valles y otros colores y algún elemento ornamental, aunque no fuese luminoso, que diese color y calor a la Navidad. Ya doy por perdidos elementos que rememoren el origen cristiano de la festividad, pero por lo menos algo que de color. Que al final no hay un puñetero sitio donde nuestros jóvenes puedan hacerse un selfie y soñar a ser influencer más allá de la decoración de Planetocio, que me parece de largo lo más notable de lo visto en nuestro pueblo.

Algunas fotos de un boulevard de Pozuelo, que sin ser increibles si que dan otra imagen.