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Arbol de una sola cara |
No pensaba escribir sobre el tema de actualidad en el
municipio por haberlo hecho ya en los dos años anteriores y porque al mantener
la esencia de mi línea argumental, lo único que podría resultar es reiterativo.
Pero es que la polémica ha vuelto a surgir y mucho me temo que seguirá surgiendo
año tras año, aunque nos trajesen la iluminación de la calle Larios de Málaga o
la de la mismísima Gran Vía madrileña.
Y es que por un lado siguen estando aquellos que creen que
todas las calles tienen que estar engalanadas por el simple hecho de que pagan
impuestos. Idea totalmente errónea, pues es “a todas luces”, valga la redundancia,
inviable. Inviable por el esfuerzo en recursos y por el coste y porque sería un
disparate mayúsculo.
Por otro lado, están aquellos que dicen que las luces son
feas y que ni tan siquiera se han colocado, que directamente se han tirado
sobre los arboles pelados de la Calle Real. Tal vez ellos tengan unas dotes artísticas
que les permitirían recrear obras de arte dignas de Velázquez, Sorolla o Dalí.
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El "árbol de Los Belgas" |
Y después de todo esto, muchos estaréis pensando que aplaudo
las luces de nuestro consistorio. Y nada más lejos de la realidad, pero creo
que dentro de este asunto vuelve a haber “luces y sombras”, que no todo es
blanco o negro. Y que posiblemente sea de otras luces de las que nos debamos
preocupar y más dada la cuantía del contrato.
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La triste Batalla de Bailen |
Y es que contrariamente a lo que muchos piensan, en Villalba
se han colocado muchas luces, me atrevería a decir que es el año que yo
recuerdo con más luces. Otra cosa es el tipo de luces y el criterio seguido con
las mismas.
Y es que, para establecer un criterio en la colocación de
las mismas, lo primero que hay que tener en cuenta es la función que estos
elementos ornamentales tienen. Está claro que es embellecer al pueblo, pero también
el crear ambiente en las zonas comerciales y de ocio. Por ello es un disparate
el querer tener una cadeneta en cada calle y en cada urbanización de más de un
puñado de chalets.
De un tiempo a esta parte, las luces navideñas han cobrado
especial importancia como reclamo turístico. Está claro que no se va recrear un
paisaje bucólico como si estuviésemos en la Alsacia, pero sí que se ha desatado
un cierto interés en buscar esa foto que has visto a fulanito en las redes
sociales.
Por ello veo carente de sentido el tirar kilómetros y kilómetros
de cordones de leds por todas y cada una de las rotondas que uno se encuentra
mientras bordea la dehesa. Vale que las rotondas de entrada al municipio tengan
un detalle que de “una cálida bienvenida” al visitante, ¿pero todas? Y
mientras, la Avenida Juan Carlos I solamente presenta un árbol con una cadeneta
asimétrica en la rotonda de la salida de la A6.
Así que no parece tanto un tema de cantidad como de estrategia en la
colocación.
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El oso protagonista en Planetocio
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Y, por otro lado, falta originalidad. Todo es el famoso tubo
LED de color blanco. Cierto es que este año se ha montado un gran cono en la
Plaza de los Belgas donde se montará el mercadillo navideño a partir de este
fin de semana, pero es que creo que, salvo ese elemento, el otro cono de la
biblioteca y el belén itinerante que parece que este año hará escala en la Plaza
del Ayuntamiento, todo es ese tubo blanco de luces LED y dos o tres arcos
horribles que atraviesan de lado a lado la Calle Real y Batalla de Bailen.
Echo en falta decoración en algún punto clave como la
rotonda de El Mirador, o la de los Valles y otros colores y algún elemento ornamental,
aunque no fuese luminoso, que diese color y calor a la Navidad. Ya doy por
perdidos elementos que rememoren el origen cristiano de la festividad, pero por
lo menos algo que de color. Que al final no hay un puñetero sitio donde
nuestros jóvenes puedan hacerse un selfie y soñar a ser influencer más allá de
la decoración de Planetocio, que me parece de largo lo más notable de lo visto
en nuestro pueblo.
Algunas fotos de un boulevard de Pozuelo, que sin ser increibles si que dan otra imagen.