Como cada año por estas fechas el mundo running me absorbe y
me dificulta el poder hacer actualizaciones más periódicas y variadas en el blog
sobre temas de actualidad o interés relativos a Collado Villalba.
Pero como digo, el mundo running me “infecta” una vez al año
y quién sabe si no será este año el último como consecuencia de importantes cambios
en mis horarios en un futuro inmediato que comprometerán mis posibilidades de
involucración con proyectos como La Tragamillas. Esperemos que no sea así, pero
la cosa pinta fea.
Pero como no es cuestión de pensar en La Tragamillas 2014 en
mitad de la de este año, hablemos de lo que verdaderamente interesa, “el hoy”.
A lo largo de estos años que llevo practicando este deporte
y de los que llevo en el mundillo de los gimnasios, he podido comprobar cómo la
incorporación de la mujer al deporte va ganando terreno a pesar de que siempre está
el hándicap de la maternidad y de que a muchas les cuesta retomar los hábitos
una vez son madres, tanto por lo físico como por su labor de “superwoman”.
Pero lo que sí está claro, es que las mujeres ya no se
apuntan al gimnasio solo por las clases de step y abdominales. Ya son mayoría en
las de spinning y si se me apura en breve lo serán en las de cardiobox y
similares en breve. Así que está claro que las chicas son guerreras y que les
va la caña.
Atrás quedaron los tiempos en los que corrían cuatro por aquello
de la operación bikini en la primavera. Ahora son muchas más y pueblan nuestra
dehesa cada año en busca de dorar la piel y poder lucir palmito en verano y se
cuidan no solo estéticamente sino que buscan los beneficios del “deporte-salud” y les
empieza a picar el gusanillo de lo que es ir a las carreras y su ambiente como
pudimos ver este año en la San Silvestre Vallecana donde fueron mayoría.
Una de mis vivencias más intensas como corredor popular, fue
el asistir a una “carrera de la mujer” en Caen hace ya casi cinco años. Fue increíble
el poder ver esa riada “rosa” que invadía las calles y lugares emblemáticos de
la ciudad. Este es un fenómeno cada vez más creciente y que nadie descarte el
que en un futuro no se haga una en Villalba. Si hay un canicross, ¿por qué no?
Entonces, ¿por qué no goza La Tragamillas de mayor cuota de
inscripción en féminas? Está claro que en las carreras cortas la presencia de féminas
se hace notar más. ¿Miedo a la larga distancia y a la dureza de nuestra prueba?
Más bien creo que es el miedo al desconocimiento de nuestros propios límites.
Cierto es que una media maratón no se puede correr sin una mínima
base, pero hay muchas chicas que corren tanto en frecuencia como en kms lo
suficiente como para afrontarla con garantías de finalización. Pero tal vez el
miedo a ¿quedar última? Las retrae y no se atreven al reto de probar.
Evidentemente no estoy haciendo un alegato a que nadie trate de hacer la locura
de pasar de no correr o hacer 5km a trotecillo a querer correr los 21km, pero
esa gente que corre una hora sin problemas varios días a la semana está en
disposición de poder afrontar la prueba.
Como experiencia personal, mi primera carrera fue la Media Maratón
de Madrid de 2006 y nunca había corrido más de 14-15km y tenía mucho miedo por
lo fatigado que acababa con esas distancias. Sin embargo no tuve problemas y el
objetivo de finalizar la carrera se cumplió y la sensación de subidon al entrar
en Vallehermoso fue bárbara.
¿Es La Tragamillas una carrera dura? Pues no voy a engañar y
no diré que sea fácil, pero tampoco se la puede clasificar de dura. El grafico asusta
mucho, pero si uno se fija en la escala del mismo, puede ver que en realidad no
es para tanto, no hay grandes desniveles ni largas cuestas que agoten físicamente.
Solamente hay que vigilar el no cebarse en ninguna cuesta y reservar siempre
ese poquito que te permita una recuperación entre un repecho y el siguiente. Si
se vigila esa máxima, la carrera está hecha.
Por el contrario, la Tragamillas es una carrera en la que es
muy difícil que nadie se quede solo y con mucha animación, lo que la hace ideal
desde el punto de vista de la motivación. Por ello se la recomiendo a quien
quiera saltar de los 10km a la media maratón,
porque al no existir presión por la supuesta mejora de marca personal, se puede
disfrutar de ella y los kms son muy amenos lejos de esos recorridos de rectas interminables
en calles desérticas o circuitos de varias vueltas.
Así pues, entiendo que no debería haber mucho más
impedimento que el proponérselo para dar el salto y pasar de una distancia a
otra o para empezar a correr con vistas a otros objetivos un poco más lejanos
si para este veis que no llegáis.
Y por si la opinión de un chico no os merece crédito, mejor
os dejo un par de enlaces con un video y un programa de radio de lo que un buen
grupo de mujeres bajo una buena causa
han liado. No os perdáis el programa de radio y buscar vuestras zapatillas, no esperéis
a la próxima “carrera de la mujer” y tomar las calles. A alguna ya os he pillado
la matricula y espero compartir algún km alguna tarde esta primavera para bajar
esos desayunos.
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