Estamos con el mes de enero ya bien avanzado y ya se han
dado a conocer las películas candidatas a la entrega de los premios Goya del
cine español y desde principios de diciembre, el goteo de estrenos de Hollywood
de películas candidatas a los Oscar no ha cesado.
Desde que los hermanos Lumiere inventaran el cine, muchas
han sido las historias narradas a través del mismo hasta el punto de alcanzar
la categoría de arte. Lo que está claro, es que el cine forma parte de la
memoria de cada uno, porque aunque no se sea un cinéfilo empedernido, todos
tenemos alguna película que nos ha marcado en algún momento.
Collado Villalba es un pueblo afortunado en cuanto al
séptimo arte se refiere, pues contamos con uno de los mejores ratios de butacas
de cine por habitante a pesar de la crisis que sufre el sector. Pero desde que
uno tiene memoria, el cine siempre ha sido uno de los motivos por los que los
habitantes de otros municipios venían a Villalba.
Desde que existía el cine Alvasan que se ubicaba en la
esquina entre las calles Juan XXIII y Francisco Martin, cientos de miles de
visitantes se han acercado a ver películas en pantalla grande. Y es que el
citado cine era realmente grande para un pueblo como Villalba, pero aún así los
llenazos se sucedían.
Para los que no vivieran esos tiempos, por poner un ejemplo,
cuando se estreno Kramer contra Kramer, la cola de la taquilla llegaba desde la
misma calle Juan XXIII hasta lo que hoy en día es el edificio del FREMAP.
¿Parece increíble verdad?
El cine Alvasan era una sala realmente grande que incluso tenía
su zona de gallinero, la preferida por los niños, ya que la inclinación de este
hacia que la visibilidad fuese mayor. Para Collado Villalba estas dimensiones
eran suficientes salvo en los grandes estrenos. Es más, ninguna de las salas
que se inauguraron después en el Zoco o el Canguro superaban el aforo de dicho
cine. Un cine en el que a lo largo de un mismo día, se exhibían distintas
películas en función del horario, por lo que las “para todos los públicos”
siempre tenían su pase a las 16:30 y era en esa sesión cuando nos ponían
películas de los Hermanos Marx, por poner un ejemplo. Otro día eran películas de
artes marciales las que copaban la cartelera o incluso las “clasificadas s” de
una época en donde la revista Interviú
era considerada pornografía.
Seguramente a muchos les pueda parecer surrealista, pero hay
que tener en cuenta que por aquellos tiempos solamente había dos cadenas y una
de ellas comenzaba su emisión a media tarde. Además, había muchos programas de
servicio público o documentales como Más Vale Prevenir, El Hombre y la Tierra, etc.… Esto hacia que
fueran muy pocas las películas que se emitiesen a lo largo de la semana en la
pequeña pantalla.
Así pues, el gastarse las 100 pesetas que podía costar la
entrada y comprarse la bolsa de palomitas Gol, era una de las mejores
inversiones que podía hacer un niño de la época.
Ahora la industria y negocio del cine ha hecho que todo haya
cambiado y ni mucho menos para bien de las nuevas generaciones que cada vez
tienen más inaccesible el séptimo arte, ya que además de tener que competir con
otras formas de ocio, los niños ya no pueden ir hasta el cine solos como íbamos
nosotros y les toca ir acompañados de los padres, lo que pone la factura por
las nubes.
Debo concluir que fui afortunado por poder disfrutar de ir
al cine con mis amigos en mi propio barrio. Tal vez no veíamos peliculones,
pero nos lo pasábamos como dudo mucho que se lo puedan pasar jugando con las
nuevas consolas.
Asi que mas cine por favor, que los sueños... cine son.
2 comentarios:
Que alegría leer este post!!! El cine Alvasan era de mi familia, aunque yo era pequeña, pase muchas tardes allí y lo recuerdo con muchísimo cariño!!! Es verdad que la mayoría de la gente joven de Villalba no sabe ni que existió, y es una pena....si quieres publicar alguna foto del cine dime un correo electrónico y te las mando. Gracias por recordar algo tan importante para nosotros.
Muchas gracias por tu comentario.
Estuve buscando y buscando pero no consegui encontrar ninguna foto. Muy gustosamente publicaré las que me cedas.
Me las puedes mandar a cronicasvillalbinas@gmail.com
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