En la anterior entrada hablábamos de que por fin teníamos presupuestos,
unos presupuestos que como es lógico dado como han visto la luz, sufrirán muchas
modificaciones que esperemos se ajusten a la legalidad y a las necesidades imperiosas
que van a surgir por la “nueva normalidad”, para ello se supone que está la
oposición, para vigilar el cumplimiento de la misma.
El consenso general de los expertos, es que en esta crisis
habrá que endeudarse y que hay que tratar de salvar al máximo posible todo el
tejido económico, desde las grandes empresas a las pequeñas y medianas y por
supuesto a los autónomos. Que hay que tratar de ayudar a sectores que lo van a
pasar especialmente mal debido a las inversiones que tendrán que hacer frente
para poder funcionar bajo las nuevas circunstancias o aquellas cuyo horizonte
es muy oscuro por la incompatibilidad de las nuevas condiciones con la línea de
negocio.
Hasta ahí todo más o menos correcto, pero el problema es
¿Hasta dónde se va a permitir endeudarse a los que ya están hasta las cejas? Y me
refiero a nuestro Ayuntamiento. Nuevamente partimos en desventaja, pues
recuerden que nuestras cuentas aún estaban bajo supervisión supramunicipal por
nuestro elevado endeudamiento al que no merece la pena volver a buscarle su
origen, pues de todos es sabido lo pasado en los últimos 20 años. Así que me
imagino que se podrá endeudar un poco más nuestro Ayuntamiento, pero no a los
niveles que otros con economías más saneadas, por lo que cobra mayor
importancia aún el hacer un uso responsable de los recursos municipales.
Qué pena de “Vigía del Collado”, “Pasarela de Honorio Lozano”,
“Reforma de la Plaza de los Belgas” y tantas y tantas cagadas realizadas con
dinero público como si no lo pagásemos.
Así que habrá que dotar de partidas presupuestarias a
multitud de urgencias y emergencias que han surgido y surgirán en las próximas fechas.
Y es importante hacerlo desde la responsabilidad y sin verse superado por las
prisas y las urgencias, pues habrá que hacer un balance de lo que es realmente
urgente y hasta donde se puede llegar en cada caso.
Hace unas tres semanas se anunció que este año no habrá
fiestas patronales, por lo que la partida de festejos y cultura de este año va
a quedar casi inédita. Lo fácil es decir que ese dinero se destine a emergencia
social y en especial a la infancia. Pero creo que es preciso saber el alcance
de esas necesidades y si están siendo ya satisfechas por otros organismos, no
vaya a ser que demos dos pizzas diarias en lugar de una o que se las demos
incluso a quien no las necesita.
Hay que tener en cuenta que igual que ese dinero no se va a
gastar en ese cometido (creo que ronda los 350000€ la cifra, aunque parte de la
misma si se habrá gastado ya y será algo inferior), hay que tener en cuenta que
el capítulo de ingresos será mucho menor (sin ir más lejos, las tasas por el
uso de suelo público de los feriantes, mercadillos, etc no se recaudará) por no
hablar de la caída de ingresos si no se abren terrazas y echan el cierre muchos
comercios. Seguramente que eso puede dejar es cifra reducida muy por debajo de
la mitad.
Puestos de estudio sala 24h de la Biblioteca Miguel Hernandez |
Pero es que, además el Ayuntamiento tendrá que hacer frente
a muchas “micro inversiones” para recuperar una cierta operatividad. Tendrá que
dotar de mamparas a todos los mostradores de atención al ciudadano que no son
pocos entre las oficinas de la Calle Real, instalaciones deportivas, Centro de
Mayores o la mismísima Casa Consistorial entre otros. Se tendrá que dotar de
EPIS a su amplia nómina de trabajadores. Habrá que reformar instalaciones para
asegurar el distanciamiento social en lugares como las bibliotecas, donde igual
también tengamos que ver mamparas en los puestos de lectura y estudio, al igual
que en el resto de aulas municipales de la Casa de la Cultura, Casa de la
Música, etc.
Por no hablar del gran esfuerzo que habrá de llevarse a cabo para la limpieza de las calles y lugares públicos, con contingencias que a buen seguro no estaban cubiertas en el nuevo contrato de limpieza y recogida de residuos. Por otro lado, algo mas o menos comprensible, pues nadie podía imaginar el año pasado lo que se nos venía encima.
Operario de limpieza. Fuente: Cope.es |
Todo esto es mucho más complejo de lo que se desprende de las
declaraciones de un político local “a golpe de alcachofa”, no es de matemáticas
de EGB ni mucho menos, así que menos aún de la ESO.
Si el gran Mercadona ha visto como aun disparando las ventas
su beneficio ha sido engullido en este trimestre por este tipo de variaciones
operativas, ¿Qué estragos no se prepararán en nuestras cuentas municipales?
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