Hace unos años, dedique una entrada a ciertos personajes pintorescos que me había cruzado en una tarde por la dehesa de nuestro pueblo.
Eran esa clase de personas que resulta difícil esquivar con la mirada y que pretendiéndolo
o no, logran captar nuestra atención por su aspecto, habilidades u otras cosas.
Pues bien, seguro que para muchos, el personaje del que les
voy a hablar hoy ha logrado ya ese cometido. Se trata del tipo del acordeón que
cada día está en la Calle Real más o menos a la altura de Bankia.
Rara vez le he escuchado tocar el instrumento, por lo que no
puedo juzgar sus habilidades musicales, pero el personaje me llama la atención
porque irremediablemente me evoca al famoso “Piano Man” de Billy Joel.
Estoy seguro que detrás de él hay una historia, una historia
seguramente apasionante y con origen en algún país del este, donde ese
instrumento es muy importante en su folklore. Por lo que quiera que sea, ese músico
que seguro soñó con ser una estrella, se ve abocado a vivir en la calle,
durmiendo sobre el duro banco que ahora ocupa el espacio del que fuera uno de
los kioscos de chucherías más representativos del pueblo.
Cada vez que le veo a mediodía con el terrible calor
tratando de dormir la siesta abrazado a su acordeón casi asfixiado y con su enorme panza mientras alguna baba le escurre
por el rostro, me pregunto qué historia habrá detrás de él. ¿Sueños de éxito?
¿Huida de la miseria?...
“Sing us a song, you're
the accordion man”
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