jueves, 10 de diciembre de 2015

Luces y Sombras

A finales de la semana pasada se procedió al  alumbrado de navidad de nuestro pueblo, lo que irremediablemente me hizo volver hacia atrás en el tiempo y recordar lo sucedido en el pasado mes de julio cuando no hubo iluminación alguna durante las fiestas de Santiago Apóstol.

¿Es que antes estábamos tan mal que ni una bombilla nos podíamos permitir y ahora vamos de sobrados y podemos ir tirando los KW? ¿Es que la sombra de Cofely era tan alargada que ni una brizna de alegría nos quería dar? ¿Estamos gastando por encima de nuestras posibilidades?
La auténtica respuesta a estas preguntas que vienen a ser una sola, son muy pocos los que la tienen y probablemente la opinión más autorizada para responder ya no está para hacerlo.

Pero hay cosas que son de simple lógica y es que la deuda de nuestro Ayuntamiento no se ha evaporado, que el gasto en esta iluminación es excesivo y que nuestro consistorio debería poner su granito en esto de la eficiencia energética y la lucha contra el cambio climático.

No es que esté en contra de suprimir por completo este alumbrado, pero sí de que su colocación sea selectiva y su uso razonable. Partiendo del supuesto de que su uso principal es el adornar las calles más comerciales y ayudar a incentivar la actividad económica, no me entra en la cabeza la cantidad de alumbrado que hay en ciertas calles de El Gorronal o Parque de La Coruña entre otras. En mi opinión su ubicación debería ser toda la Calle Real desde el Zoco hasta la Estación, desde Calle Real hasta Plaza de los Belgas incluida esta, Calle Rafael Alberti en el tramo entre las dos estaciones, Batalla de Bailen, Honorio Lozano hasta correos, Avenida Juan Carlos I desde Zoco hasta el Galaico, Plaza de la Constitución, El Titi y los Cuatro Caños y por último en el Polígono P29 en sus calles principales. También y rizando el rizo a la entrada del pueblo por el P29, Carretera de Moral y Los Negrales para mantener el postureo de la Capitalidad de la Sierra. El resto me parece un auténtico derroche.
Porque luego habría que hablar del uso que se hace de estas luces. No es de recibo que estén encendidas durante toda la santa noche y más en estos días. Si acaso en la noche del 24 y la del 31 y reyes. Y desde que se ha producido el alumbrado, todos los días me he encontrado si no ha sido con un tramo, ha sido con otro, buena parte de la iluminación de Calle Real y Honorio Lozano encendida a las 6:00 AM (solo por poner un ejemplo de lo que he podido ver personalmente).


Y si este gasto es un dispendio innecesario, clama al cielo cuando basta darse un paseo por las calles de Villalba y encontrarte con un sinfín de farolas estropeadas, algunas de las cuales no sé si han llegado a dar luz alguna vez y otro montón de ellas cuya luz queda casi oculta por la falta de poda de los árboles que se encuentran cercanos. Vamos, que para salir a correr un día por la noche villalbina, se recomienda hacerlo con un frontal, pues más bien parece que estés corriendo por la tenebrosa Londres de Jack el Destripador, que por la Capital de la Sierra. Que las farolas no son solo un soporte publicitario para la campaña electoral.






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