domingo, 20 de septiembre de 2015

IBI vs Presupuesto

Esta semana ha sido la semana del dolor, del dolor de cartera con la llegada del recibo del IBI, haya sido de forma total o el tercer pago de quienes lo tenemos fraccionado.

Se supone que este último recibo debería ser el más alto durante una temporada. Recordemos que el año pasado, una vez pasados los cinco años que por ley hay que dejar pasar antes de solicitar una revisión de los valores catastrales desde la última, el equipo de gobierno solicitó dicha revisión.

Buceando por la red, he visto en un portal inmobiliario un gráfico interactivo con el que he podido ver que el precio medio de la vivienda en Collado Villalba desde el 1 de enero de 2009 (año de la última revisión), hasta el mes de septiembre de 2015, ha sufrido una variación del -44.05%. Si afinamos más y tomamos de fecha de partida el 31 de diciembre de 2009 y de fin de cálculo usamos el 31 de diciembre de 2014, la bajada llega “solo” al -39.83%.

Pero que nadie espere una bajada tal en su recibo, pues el IBI se calcula con la base del valor catastral y una serie de coeficientes, algunos de los cuales puede modificar el Ayuntamiento al alza o a la baja según su criterio, si bien estos coeficientes están acotados tanto por la parte superior como por la inferior.

Así, aunque el valor catastral casi seguro que tendrá una importante bajada, dicha bajada no se transmitirá de igual modo en nuestro recibo aunque el Ayuntamiento no toque el coeficiente. Pero ojo, que ha habido ayuntamientos en los que se ha pedido la revisión catastral y el resultado no ha sido el esperado por los vecinos.

Pero pongámonos en el supuesto de que la revisión tenga una bajada importante, por ejemplo  un 25%, que es en torno a lo que avanzó el concejal de hacienda José Ramón López. ¿Está dispuesto el Ayuntamiento a perder una parte tan importante de los ingresos municipales? O incluso más aún ¿Se lo puede permitir?

Hagamos unos números. Aunque no soy un experto fiscal voy a tratar de exponer algunos datos básicos que nos permitirán conocer un poco mejor la situación. En el año 2013, la recaudación del IBI ascendió a 15.3 millones de euros, lo que viene a ser un 31.76% de los ingresos totales del Ayuntamiento, siendo esta la mayor partida del capítulo de ingresos, pero que sin embargo no alcanzaba para pagar los gastos de personal o la de bienes y servicios, según el resumen colgado en la web municipal.

En 2014, esta cifra subió hasta los 16.9 millones de euros y represento un 34.12% de los ingresos. Es decir, se recaudó 1.6 millones más pero el presupuesto del ayuntamiento no subió en la misma cuantía.

Si sobre esa cifra de 2014 (ultima publicada en la web municipal), aplicamos una subida del 5% que es lo mínimo que ha subido en este 2015 y a ese resultado le bajamos el 25% de la hipotética revisión catastral,  el ingreso sería de unos 13.3 millones de euros.

Es decir, el ayuntamiento tendría que aplicar un recorte de unos 3.5 millones de euros en el capítulo de gastos para equilibrar el presupuesto. Un gran desafío y una gran responsabilidad, pero que es necesaria, pues los ciudadanos ya no podemos aportar más. A muchos, el recibo del IBI nos supone trabajar prácticamente un mes para afrontar dicho pago y al ritmo que iba la cosa con la revisión de 2009, tarde o temprano íbamos a llegar a la insolvencia o el impago del recibo.
Aquí podéis ver los capítulos de ingresos y de gastos desglosados en el presupuesto de 2014 (algunos hay que pillarlos con pinzas) y hacer el ejercicio de donde sacáis esos 3.5 millones. ¿Está difícil eh?  Pues sí, lo está y mucho. Casi imposible, pero por eso desde hace años llevo diciendo en este blog que hay que ser responsables con los gastos y las inversiones en el ayuntamiento y que bien esta tener fiestas, pero que hay otras prioridades y que las inversiones deben ser en proyectos sostenibles y no parches y lavados de cara.  Así que espero un trabajo serio de cara a los presupuestos del 2016 contemplando una bajada de impuestos y por tanto del presupuesto, que espero no lleve asociado un recorte de puestos de trabajo, que es lo que suele ocurrir en estos casos. La bajada de ese 37.50% en la partida de festejos que se ha llevado a cabo este año, esta claro que es insuficiente, y que hay que meter cuchillo en partidas más importantes.




Os dejo unos cuadros con los datos más importantes de los años 2013 y 2014 y a cruzar los dedos y a esperar que José Ramón, uno de los pocos en los que todavía albergo un mínimo de confianza en su gestión, me dé una buena sorpresa con un buen bajón de impuestos, algo por lo que llevo clamando años y que de  no producirse será caballo de batalla del futuro.






1 comentario:

Taketori no Okina dijo...

La variación del "precio medio de la vivienda" no es extrapolable a la depreciación media de cada vivienda.

Por ejemplo, al haber menos construcción nueva y haber más oferta de vivienda usada, el precio medio de la que se oferta baja mucho más que el valor de una vivienda en uso.