Hace poco más de un par semanas que el PSOE tuvo su Congreso Nacional en Sevilla donde eligieron a su Secretario General (que no próximo candidato a las elecciones, aunque ambos cargos suelen ir en pack). Ese congreso se suponía que debería marcar el rumbo que los militantes socialistas desean marcar de ahora en adelante para su partido. Si elegían una ruptura total con su pasado aunque su candidata formase parte del más inmediato o si por el contrario se inclinaban por la opción más continuista con una cara visible que lleva desempeñando su vida política desde hace más de treinta años y que ha formado parte de distintos gobiernos del PSOE. Al final, aunque por estrecho margen, la opción vencedora fue la segunda.
Ahora le toca el turno al PSM, donde muchos quieren dar boleta a Tomás Gómez, que nunca ha gozado del apoyo unánime dentro de los suyos, alegando que los resultados no le respaldan. Por otro lado, otros siguen pensando en él como el candidato idóneo para llevar a cabo una renovación dentro de un partido que lleva demasiado tiempo sin acercarse al poder en la CAM y sin tan siquiera tener el apoyo suficiente para evitar esas mayorías aplastantes en la alcaldía de la capital y sobretodo en la Comunidad de Madrid, donde Dª Espe “ordeña y manda” a su antojo.
El caso es que el resultado ha favorecido a la “lista de consenso” con 75% de los votos y 11 delegados para la lista que ha presentado Juan José Morales por un 21.8% de los votos y 3 delegados para la de Florencio, en una convocatoria en la que la participación no ha superado el 60%.
Caben múltiples lecturas de todos estos procesos electorales que está llevando a cabo el Partido Socialista. Y a continuación os diré lo que pienso de algunos aspectos de los mismos.
En primer lugar, está claro que el partido sufre un extraordinario desgaste al tener a sus líderes luchando entre sí por llevar las riendas y por dar de puertas hacia fuera una imagen de fragmentación, falta de ideario, etc. Pero por otro lado, hay que reconocer que se trata de un proceso más justo y democrático que el de otros partidos con los “cuadernos azules”.
El que exista una lista alternativa en Collado Villalba después de tanto tiempo, hace ver que no todo el socialismo piensa igual y que se le tiene que tener en cuenta. Esperemos que independientemente de que gane o no esa lista, se llegue a una verdadera unión y que se dé punto y final a una parte de la historia del partido en la localidad, con sus cosas positivas y negativas, pero sobretodo que se vea que hay partido mas allá de José Pablo González, del cual no sabemos si va a pesar más su herencia o su sombra dentro de la agrupación local.
Las caras y los puestos dentro del partido les corresponde elegirlos a los militantes y solo a ellos. Es por tanto a ellos a quienes corresponde hacer el ejercicio de autocritica que la situación requiere y tomar las decisiones de lo que hacer en su “cocina”. Es como lo de los famosos trapos que hay que lavar dentro de los vestuarios que tanto se aplica en el futbol.
Pero esos mismos militantes tienen que ser conscientes de que el fin último de la militancia en un partido político o en una asociación es el “servir a la misma” y no el “servirse de ella”. Es algo que muchas veces algunos equivocan. Y en este caso tienen que ver si lo que es bueno para el partido, también lo es para el resto de la comunidad de vecinos que habitamos en Collado Villalba. Deben salir de su “entorno” y ver los motivos que motivaron castigo tan grande y trabajar por corregir los vicios de los políticos que asocian su realidad a la realidad de cada individuo por separado. Esa es la gran dificultad de la política y es ahí cuando se ve la grandeza de los políticos.
Poco a poco sabremos cómo afronta el principal partido de la oposición una situación tan crítica en la que lo que menos conviene es que el partido gobernante se sienta con más fuerza aún de la que tiene.
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