domingo, 13 de octubre de 2013

Gatos, patos, ratas y otras especies

La semana pasada el equipo de gobierno municipal ha presentado una campaña de “limpieza integral”, algo que encierra muchas luces y sombras.

¿Puede algo como la limpieza de un pueblo considerarse una campaña? ¿Que sucederá al termino de la misma?

Está claro que la limpieza e higiene en nuestro municipio han caído hasta unos límites de insalubridad que ya rayan lo tercermundista. ¿Quién es el culpable? Pues culpables son muchos o somos todos, pero no en la misma proporción.

Es evidente que un municipio como Collado Villalba ha crecido de forma desordenada y descompensada y que por desgracia en los años de la supuesta bonanza económica se tomaron muchas medidas o decisiones que con el tiempo han terminado declarándose auténticos fracasos. Recuerdo que cuando empecé a escribir el blog, comentaba por aquí lo que comentaba con mis conocidos, tanto de este pueblo como de los limítrofes, que me querían sacar de mi supuesta ceguera, que estaba muy bien el hacer parques, pero que había que ver si era una necesidad y también su viabilidad, pues estábamos viendo que conforme se inauguraban a los pocos meses caían en el olvido y abandono. Y algunos de estos parques y jardines han resultado un fiasco en su concepción y un dinero tirado. ¿Alguien ha visto alguna vez los canales del parque de Romacalderas con agua circulando? ¿Cuántos árboles, arbustos o plantas no se secaban al poco de ser plantadas por defectos del riego automático o falta de cuidados de jardinería?

Creo que a nadie se le escapa, que aquellas decisiones del pasado han traído como resultado unos parques difícilmente sostenibles y más cuando la partida dedicada a parques, jardines y otras áreas de esparcimiento se ha tenido que recortar de forma drástica.

Algo similar ha pasado con el tema de la limpieza. En pocos años hemos visto como se ha renovado una gran cantidad del pavimento del pueblo por uno de una calidad supuestamente mejor, pero que ha demostrado ser el mejor aliado de la suciedad. El anterior con los días de tormentas recuperaba en parte su color inicial, al de ahora ya nadie lo recuerda como era el día en que lo pusieron.

Nuevamente el mismo error, una inversión que ha supuesto una inviabilidad de la limpieza del municipio tal como se hacía anteriormente y claro, llegaron los recortes y la limpieza se resintió. Por cierto, seguimos hablando de inauguraciones de hospitales, edificios de la policía, de la Seguridad Social, etc. Pero parece que a todos se nos ha olvidado la inauguración de los contenedores soterrados de Honorio Lozano y Batalla de Bailen. Otra inversión que se fue por las cloacas a pesar de la pose para fotos de Joanna Bielicka o Juan José Morales. Nadie de la actual corporación municipal se ha atrevido a mencionar el tema que parece estar tan enterrado como los propios contenedores.

Sea como sea, el caso es que el tema de la limpieza ya ha hecho saltar las alarmas no solo por la estética de la que aspira a ser Capital de la Sierra, sino porque ya se trata de un tema de higiene y salud pública, así como el control de plagas.

Parece que por fin alguien ha reaccionado y se va a intentar poner freno al deterioro de la imagen y especialmente a mejorar la salubridad de nuestras calles. Cierto es que este problema no es exclusivo de Collado Villalba y que cualquiera que baje por Madrid habrá visto como poco a poco el centro de la capital va degenerando en un “olímpico vertedero” mientras su alcaldesa sigue saliendo a dar ruedas de prensa cada vez mas grotescas si cabe. En una de ellas anunció una revisión de la tasa de basuras gracias a un contrato más barato para las arcas municipales, ¿les suena de algo? Algunas veces tengo la sensación de que Collado Villalba se ha convertido en algo así como un banco de pruebas donde los Populares ensayan sus actuaciones antes de llevarlas a gran escala.




Pero una vez en este punto, uno se hace la siguiente pregunta ¿por qué ha habido que esperar tanto? ¿Por qué hemos tenido que sufrir los vecinos esta suciedad, malos olores, etc.?

Según el Ayuntamiento, los vecinos hemos tenido buena parte de culpa por nuestro comportamiento incívico. Habría que recordarles que se encargaron de otorgarse unas buenas armas en forma de ordenanza para la convivencia que les permitían sancionarnos si no éramos buenos chicos. Así que por mi parte, que las apliquen y que el que escupe por la calle pague y el que deje la mierdecita del perro ídem de ídem.
Pero entre eso y culpar a la gente de toda la porquería  y en especial de la plaga de ratas que tenemos hay un trecho, aunque tampoco hay que negarles una parte de razón. Me paro a explicarme en este punto para tratar de no crear malos entendidos en mi punto de vista.

La concejala de sanidad dijo que buena parte del aumento de la plaga de ratas se debía a que la gente alimentaba a los patos y gatos callejeros de nuestro pueblo. Eso es algo notorio y evidente y que todos hemos podido ver, el desequilibrio en la población de estos animales que se ha venido dando desde hace un tiempo. La gente con buena intención está dando de comer a estos animales, pero de forma indirecta está dando de comer también a las ratas, pues esa comida que dejan es para el primero que llega. Y esta afirmación no convierte a la concejala en una “mata gatos” ni nada por el estilo, simplemente dice una realidad comprobable por cualquier vecino.

Por poner un ejemplo, hace unos días vi una rata campando a sus anchas por mi barrio. A la mañana siguiente, según me fui a trabajar me acerque a tirar unas bolsas con envases que habían quedado vacios en la cena del día anterior y cual no fue mi sorpresa cuando veo al pie de los contenedores perfectamente colocado un trozo de papel de aluminio con unos cereales. Evidentemente, esos cereales pudieron ser comidos tanto por unos como por otros, pues son omnívoras ambas especies, y si la rata se adelantó, pues un pasito mas para lograr avanzar hasta la siguiente camada y si fue el gato, una vez cubiertas sus necesidades, difícilmente se entretendrá en perseguir ratas ni ratones. Como anécdota, otro día según bajaba camino de la estación, vi como un gato se acercaba hacia algo que había en el suelo. Era el cadáver de un ratón  al que toco ligeramente y desairó en menos de un segundo. Si hubiese tenido hambre seguro que se lo habría engullido.

Así pues, amigos de los animales, pensar muy bien antes de dejar comida para esos gatos, perros o patos que pueblan nuestro municipio, porque posiblemente estéis contribuyendo a la expansión de la plaga de ratas.


Pero señora concejala y demás miembros del ayuntamiento, no nos cuelguen el San Benito de la culpa en exclusividad, que aquí nadie se acuerda de cuando fue la última vez que vio a un operario poner raticida en las alcantarillas. Y que esto de la campaña de limpieza integral no sea una pose, sino una cosa que se consolide y podamos ver mínimamente limpio el suelo que pisamos.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Por qué no se desinsectan las alcantarillas? No sólo por las ratas, si no también por las cucarachas que en cuento oscurece campan a sus anchas. Jamás había visto tantas cómo éstos últimos años. No hay más que darse una vuelta por la parte de abajo de la estación de autobuses.

cronicas villalbinas dijo...

Pues para que no nos falte de nada. Toda la cadena trófica a tope.

cronicas villalbinas dijo...

Hoy he vuelto a ver "el desayuno" junto a los contenedores.

sammas dijo...

Con respecto al "nuevo" pavimento de la calle Real, decir en mi opinión, que la obra en su conjunto fue un gran timo, un engaño, para apropiarse de un alto porcentaje de los creo 1.000.000.000 de pesetas que se malgastaron, de aquel “plan” llamado “E”, imagino que “E = especulación”.

Efectivamente se sustituyeron unas más que aceptables baldosas, cambiadas no hacía más de un lustro, por una especie de símil granito grisáceo que ha tornado a negruzco, más parecido al suelo de una bodega, de un lagar o figón, que de una calle pública. La sensación al verla es de estar en una calle de la India, Gabón o Somalia.

Se quitaron también los bordillos, poniendo unos nuevos en el MISMO lugar de los anteriores, al igual que la zona donde supuestamente debe haber plantas, pero no las hay aunque si mucha suciedad, que fue levantada para dejarla de nuevo igual. Las farolas, las sextas que veo en mis treinta años en Collado-Villalba, iluminan menos que las anteriores, pero son mucho más altas, casi en la senda de planeo de algunos aviones, lo que imagino debió dar enjundia y unos elevados beneficios, a quienes se las colocaron a estratosférico precio al “responsable”, sin ofender a nadie, correspondiente de adquirirlas; sería bueno investigar su patrimonio actual para salir de dudas.

Lo de las papeleras “canijas y endebles” que se caen con mirarlas, bancos “de diseño” fabricados cada uno con al menos dos chopos, jardineras modelo “chapa oxidada y roñosa” todas enclavadas en zonas de empedrado, “pavés” lo llaman en Francia, es para amplio estudio o cátedra, con resultados sin duda no solo sorprendentes, sino de segura imputación y visita fulminante a los juzgados de plaza Castilla.

Anónimo dijo...

Hablando de "otras especies"...

Ahora, como cada noche con la pasividad de la Policía Municipal de Collado Villalba, sigue el trapicheo a la puerta del bar "Karma", en la calle Honorio Lozano. Botellón en la calle, derrapes de coches y motos en esa gran autopista, voces continuas. Y "actividad comercial", como digo.

¿A qué esperan para cerrar ese antro?

Anónimo dijo...

con toda esta tontertia me imagino que pretendes que mueran los gatos o eres de los que envenenan, maldito cerdo/a

cronicas villalbinas dijo...

Anonimo #6, yo imagino que suspendiste lectura y comprensión.