viernes, 22 de marzo de 2013

No hay palabras


Parece que el destino ha querido jugarme una mala pasada y es que si la última de las entradas al blog iba destinada a repasar el legado de las infraestructuras que se han ido construyendo en el pueblo, la providencia ha querido que yo haya sido testigo del legado que me marcará de por vida.

Según la confesión que se tenga, cada uno puede pensar que esta aquí en este mundo por una cosa u otra, pero una vez que estamos en él nuestra vida viene condicionada por muchos factores. No dejamos de ser más que una pequeña rama dentro de un árbol y mal asunto si la rama se troncha y se separa del tronco, porque nunca podrá echar raíces.

He tenido siempre claro que las raíces en las que se asentaba el resto del tronco eran de gran solidez y que entre todas las ramas formábamos un bonito árbol, que tal vez no era el más grande ni el más frondoso, pero que por el contrario sí que sería capaz de brotar incluso en un pedregal.

El paso del tiempo no para de hacer muescas en el físico y en el intelecto del ser humano. Sin embargo, siempre hay personas y hechos que marcan la personalidad de uno. Sin duda alguna es una suerte si a lo largo de tu vida las personas que te marcan el futuro tienen muy claro cuáles son sus principios y sus objetivos en  este mundo. Sobre todo si esos principios van encaminados a proteger a sus seres queridos.

He sido un privilegiado por haber sido de esos pocos que han recibido todo eso y mucho más que uno puede esperar de alguien. Tal vez no he tenido los grandes lujos de este mundo, pero sí que he tenido cosas que no se pueden comprar con dinero.

Me falta algo, hay huecos, espacios vacios… Sin embargo, si analizo todo con frialdad, el guión estaba escrito y el plan diseñado  ha salido conforme a su voluntad. Pueden haber fallado pequeñas cosas, pero la parte básica y elemental ha sido tal cual y no me queda ninguna duda de que así será por más que pasen los años. Su huella y su legado está ahí presente y solo puedo tratar de ser una mala copia, pero ese será un buen plan para el futuro.



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