Carlos Verona (integrante Movistar Team) |
Cuando cada semana uno observa los éxitos logrados por los
distintos deportistas y equipos de la Sierra, uno se pregunta qué ha pasado con
el deporte en nuestro pueblo. Sin duda alguna, es un reflejo más de la
decadencia a la que está sometida nuestra villa y causas hay muchas y culpables
también.
Corría el ecuador de la década de los ochenta cuando Collado
Villalba llegó a tener, si mal no recuerdo, un equipo en Primera División B de
baloncesto (la segunda máxima categoría), otro en división de honor de futbol
sala y aquí me asalta la duda ¿uno de voleibol y otro de baloncesto femenino
también en la máxima o segunda categoría nacional? Datos pasmosos para un
pueblo que aún no contaba ni con 30000 habitantes y que no gozaba de soporte
económico para mantener esa estructura deportiva.
Evidentemente, todo aquello se logró a base de talonario y
contactos, el porcentaje vaya usted a saber, pero evidentemente hubo una
conjunción de ambos factores para que ese deporte de primer nivel se asentase
en la que en aquellos tiempos era la Capital Económica de la Sierra, pero que
no dejaba de ser un pueblo durante 10 meses al año.
El deporte español comienza por aquel entonces, su despertar
hacia el profesionalismo y es una auténtica utopía inviable el poder mantener
tal nivel en nuestro pueblo ni en ninguna capital destacada que no tenga un
nivel de población más elevado o grandes empresas afincadas en su área de
influencia. Como es lógico, ese espejismo dura solo un año, salvo el caso del
equipo masculino de baloncesto que dos años más tarde y con el patrocinio del
Banco de Bilbao retorna a la máxima categoría, la ACB, donde militaría unas
temporadas más, sorteando las dificultades económicas que se llevaron por
delante a equipos míticos como el Cotonificio, Canoe, Granollers y a buena
parte de los equipos de provincias como el Granada, León, Guadalajara, etc.
Alejandro Gonzalez (5º Campeonato de España M. Maratón) |
Pero dejemos a un lado el sueño utópico del deporte
profesional y de la más alta élite para pasar a un peldaño inferior. De igual
modo que veo casi un imposible el tener el nivel de equipos y deportistas de
aquellos años, me resulta frustrante el que en los últimos 20 años, los deportistas de nivel que han salido desde
las distintas escuelas y equipos villalbinos se cuenten con los dedos de una mano.
¿Es lógico que en futbol no tengamos un equipo asentado ni
en la Preferente Madrileña? ¿Qué existan tres equipos y que salvo un par de
jugadores (Reguilon aparte) no hayan salido ni media docena con opciones para jugar en segunda o segunda B? ¿Que en
baloncesto, deporte histórico de Villalba desde que jugaban los Carvajal,
Roberto y los hermanos Villarejo antes de la ACB los equipos muten bajo
distintas siglas y cambiando de cabezas directoras, pero siempre este la
sensación de que nada es estable y que no salgan jugadores? ¿Que desapareciese
el equipo de balonmano o la escuela de ciclismo? ¿Que la de atletismo esté en
la UVI desde hace más de una década pese a tener unas muy buenas instalaciones?
En algunos casos puede existir una falta de
infraestructuras, pero me temo que ese no es el factor más influyente, pues
buena parte de los clubes que más claman por ese déficit, son los que tienen
más fichas federadas y no logran que sus chavales den el gran salto. Que no me
refiero a tener un equipo de futbol en Segunda B o uno de baloncesto en
categoría nacional. Simplemente que de vez en cuando, aunque solo fuese por el
volumen de chavales que manejan, alguno debería asomar la cabecita, aunque nada
más fuese por los filiales de los grandes equipos.
Que Moralzarzal y San Lorenzo forman equipos para ir a los
campeonatos de España de atletismo de categorías inferiores y el equipo
villalbino ya no recordamos desde cuando no forma uno y lo que es más, solo
cuela un par de chavales en las listas del equipo con el que colabora (Lince
Parla).
Está claro pues, que ni el dinero ni las infraestructuras
aseguran el éxito y que cuando hablamos de lo segundo, la mala gestión del
mismo y las luchas internas por el poder dentro de los clubes, se convierte en
un gran problema de difícil solución. Atrás quedaron los días de vino y rosas donde
el dinero llegaba sin problemas hicieses lo que hicieses, justificases lo que
justificases. El entorno ha cambiado y la competitividad de los rivales es
mayor, mientras aquí muchos se han dedicado a mirar a la Plaza de la
Constitución buscando soluciones a sus problemas.
Así que mientras esperamos la reacción por parte de todos
los intervinientes en el futuro del deporte local, no queda otra que disfrutar
de los éxitos de los vecinos de otros pueblos como los San Lorentinos y
Cebolleros en atletismo (Lucia Rodríguez, Alex González, Hicham Serroukh, María
González… y lo que viene empujando
fuerte desde más abajo), Los ciclistas de Galapagar sumándose a la realidad del
gurriato Carlos Verona, la promesa olímpica de la Guadarrameña Victoria
Cuadrillero en la gimnasia rítmica… y así una lista por la que deberían asomar
más nombres de vecinos villalbinos o deportistas formados en las bases de
clubes villalbinos.
Victoria Cuadrillero (componente equipo nacional senior de gimnasia rítmica) |
Ojala el tiempo cambie esta tendencia, pero ni el viento de
cara ni los vicios adquiridos parecen invitar al optimismo.
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