lunes, 29 de marzo de 2021

El Rio Guadarrama

Puente el Herreño
A pesar de los años que llevo escribiendo en el blog y pese a que alguna vez ha sido protagonista de alguna de mis “Crónicas”, creo que a día de hoy no le he dado el protagonismo que se merece a uno de los protagonistas de nuestro pueblo, El Rio Guadarrama.

Como todos sabréis, es un afluente del Tajo y su nombre se lo debe a los árabes y su significado vendría a ser algo así como rio del arenal.

Su nacimiento se encuentra en torno a los 1900m de altitud en Siete Picos, dentro del municipio de Cercedilla. Y desemboca tras casi 132km de recorrido dentro de la provincia de Toledo a una altura de unos 500m. Por el camino recibe al Aulencia como principal afluente, aunque son muchos los arroyos que le otorgan caudal a lo largo de su trayecto.

¿Por qué el rio ha sido y sigue siendo muy importante en el municipio?

Pues muy sencillo. Como es lógico, fue uno de los factores para que se diese un asentamiento poblacional. Ya el hombre primitivo buscaba los márgenes de los ríos para poder establecer sus asentamientos, por lo que resultaría menos probable que nuestros antepasados se hubiesen asentado en este lugar si el rio no existiese.

Y, por otro lado, el que el rio atraviese el corazón del Barrio de la Estación ha condicionado todo su desarrollo a lo largo de su historia, especialmente en los últimos años. La zona que ahora ocupa El Gorronal y buena parte del P29, es lo que antiguamente se llamaba “La Huerta” y no dejaba de ser la llanura de inundación del rio.

Es por ello, que desde que el rio entra por el Puente el Herreño tras bajar desde Guadarrama y tocar tierras San Lorentinas, hasta que abandona nuestro municipio por el Coto de las Suertes hasta desembocar en el Embalse de las Nieves, el Rio es protagonista a lo lardo de casi 2km de nuestro municipio. Unas veces silencioso y otras bravo y esplendoroso.

El Rio antes de franquear el Puente El Herreño


Como he dicho, el rio llega al municipio villalbino tras abandonar el término municipal de San Lorenzo de El Escorial y atravesar el Puente El Herreño, zona donde convergen los municipios de Galapagar, San Lorenzo, Alpedrete y Villalba. A partir de ese punto el rio fluye por nuestro municipio, primero en estado casi natural atravesando nuestro querido parque de Romacalderas, hasta que al abandonarlo entra en el casco urbano y poco más tarde pasa a estar encauzado por la canalización artificial. La canalización del rio, es sin duda alguna “la gran obra” de Collado Villalba y uno de los factores que hacen que el pueblo empiece a convertirse en ciudad. Está claro que, junto con la llegada del agua corriente y la electricidad, supone el salto de pueblo a ciudad, con permiso de la A6 y la estación de ferrocarril.

Antes de la canalización, el rio corría flanqueado por verdes extensiones que escondían una buena cantidad de ortigas y otros obstáculos donde poder caer los chavales que correteábamos por la zona. En el lugar que hoy ocupa el Parque de las Bombas, era habitual que las mujeres bajaran al rio a lavar la ropa y la dejasen extendida en el verde para que se secara. Una escena típica de película de Almodóvar que casi no recuerdo, pero si recuerdo bien la vegetación y los pasos de piedra en piedra para cruzar el rio o el Arroyo de la Poveda.

Las Bombas antes de la canalización

La canalización nos quitó todo eso que hoy suena más bonito de lo que en realidad era. A cambio, eliminó los peligros de desbordamientos e inundaciones, así como la disminución de plagas, en especial la de las ratas y otras muchas de insectos, en especial mosquitos . Se ganó mucho en seguridad e higiene, a pesar del aspecto que muchas veces presenta el rio por la falta de limpieza por parte de la Confederación Hidrográfica del Tajo y del comportamiento incívico de algunos que lo convierten en el vertedero del pueblo arrojando colchones, carros de la compra y cualquier otro mobiliario.

La obra de canalización se llevó a cabo en los primeros años ochenta bajo el mandato de Carlos Julio López Jiménez en la primera legislatura democrática y fue una obra costosa, larga y compleja. Fue ejecutada por la empresa LAING y durante su ejecución se tuvieron que tirar unos cuantos barrenos en zonas muy cercanas a grandes edificios como en la zona del Parque de Las Bombas. Recuerdo el sonido de las sirenas de aviso y la posterior detonación. En una ocasión me pilló en un cuarto piso al ir a buscar a un amigo para jugar y note perfectamente la oscilación del edificio tras la explosión, una situación que os aseguro que llegaba a producir algo de miedo incluso para un niño que no es consciente de la magnitud de los peligros.

Ya camino del Embalse de las Nieves

Así pues, podemos hablar de un rio Guadarrama antes y después de la canalización. Un rio que ante las grandes lluvias se desbordaba e inundaba lo que pillaba a su paso, en especial en sus márgenes cercanos a la zona de La Huerta y el rio tal como lo conocemos ahora, metido entre muros de hormigón. Esta obra también tiene una importancia capital en la gestión de los trasvases de agua entre embalses que realiza el Canal de Isabel II y que gracias a ellos han permitido salvar años de sequias severas sin restricciones a pesar del incremento poblacional de la Villa y Corte de Madrid. Que allá por los ochenta, cuando pillabas un verano seco, no era extraño el que llegasen cortes de agua en algunos momentos del día o la prohibición del llenado de piscinas o riego de jardines. Uno de los más grandes avances del progreso que valoramos muy poco, pues la memoria nos traiciona y nos hace creer que el abrir el grifo y que haya agua ha sido siempre así.

Y es que una de las características de nuestro rio, es que puede pasar de llevar un gran caudal en las épocas de lluvia, a prácticamente secarse en el verano dando imágenes de gran contraste.

Pero, así como el rio es parte esencial en el desarrollo del pueblo, también constituye una barrera física para su crecimiento y había que buscar alternativas para su paso más allá del paso principal que era el puente de la Calle Real. Poco a poco se fueron construyendo varios puentes para facilitar el paso en varios puntos y evitar así el colapso total del centro.

Es difícil hacer un repaso cronológico a la construcción de los citados puentes, aunque estoy seguro de que Enrique García Herreros o algún otro historiador de la zona podrá fecharlos con más exactitud.


Pasarela de acceso a la zona del P29


Los más antiguos fueron los que se construyeron casi a ambos extremos del municipio. Por un lado, el que da acceso al Polígono P29 junto a la entrada a Romacalderas, así como el que le da salida a la canalización casi a la altura de Las Suertes. El de la zona de la Hidroeléctrica también debe datar por esas mismas fechas, las comprendidas entre los años 80-85.

Ampliación puente Calle Real
Por aquellas fechas ya existían a su vez, dos pasarelas peatonales. La que unía El Gorronal con Parque Sierra y la que unía la explanada de Los Belgas con los bloques de El Pontón. Esta segunda tiene más historia, pues años después de la canalización, cuando se acomete otro de los grandes cambios del municipio como fue el ampliar la calzada de la Calle Real y sacar un tercer carril, para lo cual fue preciso ensanchar el puente y de esta forma, la pasarela que iba paralela al mismo, es desplazada rio abajo hasta la ubicación que hoy le conocemos. Una obra con resultados visuales modestos, pero compleja, aunque de gran utilidad.

Con la creación de El Parque de las Bombas, se crea una nueva pasarela peatonal que enlaza los dos márgenes del rio y sus dos zonas recreativas diferenciadas.

Unos años antes y con la canalización, se llevó a cabo otro importante puente, el paralelo al de la Calle Real y que casi coincide con la desembocadura del Arroyo de la Poveda sobre nuestro municipio.

Unos años después se construyó el último puente, el que enlaza Los Belgas con la zona de la nueva comisaría. Un puente sin excesivo tráfico, pero que evita la presencia de más coches en otros puntos ya saturados.

Puente de la RENFE (antes y después de la canalización)

Seguramente muchos de vosotros no habréis parado a pensar en la cantidad de puentes construidos en los últimos 50-60 años, pero está claro que han cambiado la morfología de nuestro municipio y su día a día. ¿Os habéis parado a pensar como sería Villalba si no se hubiesen construido y solo estuviese el vetusto puente de la Calle Real? Y más aún, ¿sois capaces de imaginar Collado Villalba sin la canalización del rio?

Difícil ejercicio para la imaginación, ¿verdad?

Os dejo un audio de Cadena Ser Sierra en el que se habla un poco de este tema y con un video con unas cuantas imágenes.

 


              

P.D. Quiero agradecer el material cedido a Juan Jaramillo, Orgullo Villalbino, Luis de la Calle (Cadena Ser Sierra) y Mónica Alcoba.







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